Neil Sammonds, Middle East Eye, 23 mayo 2004
Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Neil Sammonds es investigador y defensor de los derechos humanos. Actualmente trabaja como responsable de la campaña sobre Palestina de War on Want. Anteriormente trabajó para Medical Aid for Palestinians y Amnistía Internacional, con quienes investigó patrones de tortura y otros abusos principalmente en Siria, Líbano, Jordania, Turquía, Bahréin, Iraq y Egipto. Twitter: @neilsai
Aunque la tortura está prohibida en todo el mundo en cualquier circunstancia y está tipificada como crimen de guerra en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, los palestinos bajo custodia israelí están sufriendo pautas de tortura y malos tratos similares a las de los autores más infames de la era moderna.
A pesar del escrutinio sin precedentes por parte de la Corte Internacional de Justicia de las acciones plausiblemente genocidas de Israel en Gaza, informes fidedignos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), expertos en derechos de la ONU y grupos de derechos humanos palestinos e israelíes presentan detalles espeluznantes de una grave escalada de la tortura desde octubre.
Algunos de los métodos de tortura que se infligen a los palestinos son más conocidos por ser utilizados por el autoproclamado Dáesh o Estado Islámico (EI) y otros regímenes altamente opresivos, incluida la Siria de Bashar al Assad.
El EI es famoso por la discriminación y la violencia sexual contra las mujeres. La guerra de Israel contra Gaza ha matado, herido y afectado de forma desproporcionada a mujeres y niñas palestinas, por lo que constituyen una «guerra contra las mujeres», según ONU Mujeres.
De acuerdo con expertos en derechos humanos de la ONU, cientos de mujeres y niñas palestinas han sido detenidas arbitrariamente en Gaza y Cisjordania ocupada, y algunas de ellas han sido «duramente golpeadas» y sometidas a «múltiples formas de agresión sexual».
La violencia sexual contra hombres y niños también se produce bajo custodia israelí. La UNRWA ha informado sobre dos hombres palestinos a los que se les introdujo un palo de metal caliente o eléctrico en el ano, y una de las víctimas murió a causa de las heridas. Las agresiones sexuales y las amenazas de agresión sexual contra menores en detención militar israelí son motivo de preocupación desde hace tiempo.
El Estado Islámico mató a cientos de cautivos en ejecuciones sumarias, enterrando vivas a algunas víctimas y abandonando sus cadáveres en fosas comunes. Las fuerzas israelíes en Gaza son sospechosas de cometer atrocidades similares, y los expertos en derechos humanos de la ONU han expresado su alarma porque «según diversos informes, mujeres y niñas palestinas han sido ejecutadas arbitrariamente en Gaza, a menudo junto con miembros de su familia, incluidos sus hijos».
Jaulas y perros de ataque
A principios de este mes, el secretario general adjunto de la ONU para los Derechos Humanos expresó su horror ante las fosas comunes de Gaza, ya que se habían desenterrado más de 520 cadáveres en los hospitales Nasser y Al Shifa, «muchos de los cuales presentaban al parecer señales de tortura y ejecuciones sumarias, y había posibles casos de personas enterradas vivas».
Tanto el Estado Islámico como Israel han recluido a detenidos en jaulas, deshumanizándolos y exponiéndolos a la intemperie. El Estado Islámico retuvo a mujeres en jaulas metálicas con cráneos humanos en su interior en Raqqa, y metió en una jaula a un piloto jordano capturado y lo quemó hasta la muerte.
Israel ha retenido presuntamente a palestinos de Gaza, entre ellos mujeres y niños, en jaulas metálicas, sin protegerlos del frío, el sol y la lluvia. En algunos casos, se ha informado de que se han lanzado perros de ataque contra los detenidos enjaulados, aterrorizando y mordiendo a los niños.
Al igual que el EI filmó y difundió homicidios de cautivos y otros abusos, las fuerzas israelíes han grabado y distribuido innumerables clips e imágenes de abusos contra detenidos. El personal israelí se ha filmado a sí mismo perpetrando abusos -a menudo en aparente estado de alegría, deleitándose en la impunidad percibida- y ha compartido las imágenes en las redes sociales.
Tanto el personal israelí como el del Estado Islámico han golpeado duramente a detenidos de ambos sexos, incluso hasta la muerte, con culatas de fusil, palos y barras metálicas. El EI también ha flagelado a sus víctimas. Los niños no se libran de las palizas bajo custodia israelí; también sufren abusos verbales y amenazas, y permanecen recluidos durante periodos en régimen de incomunicación y aislamiento. Algunos han sufrido fracturas óseas.
Mientras que el Estado Islámico imponía amputaciones como castigo a las personas bajo su control, los palestinos han sufrido heridas infectadas en los tobillos y las muñecas por haber sido atados con cables o cremalleras mientras estaban bajo custodia israelí, lo que ha requerido amputaciones.
Conmocionados y desnudados
También está documentado que tanto Israel como el Estado Islámico han utilizado el método de tortura «shabeh» o «fantasma», por el que se cuelga a la víctima de las muñecas fuertemente maniatadas durante horas o días, causándole dolor extremo, dislocación de las articulaciones y posible discapacidad a largo plazo.
Según los informes, ambas fuerzas también han aplicado descargas eléctricas a los detenidos. Además, se acusa a las fuerzas israelíes de arrancar las uñas de los detenidos con alicates, apagarles cigarrillos en el cuerpo y utilizar contra ellos pistolas de clavos.
Tanto el Estado Islámico como Israel han obligado a un gran número de detenidos a despojarse de sus ropas y les han mantenido en condiciones humillantes durante periodos prolongados, incluso en celdas abarrotadas y lugares públicos, durante el transporte y en marchas forzadas.
Los denunciantes han revelado una práctica grotescamente tortuosa y humillante en el campo de detención de Sde Teiman, donde los detenidos palestinos son desnudados y obligados a llevar pañales, atados a las camas y alimentados a través de pajitas. Otros actos de humillación documentados incluyen orinar sobre los detenidos, hacerles imitar a animales y utilizar el himno nacional israelí como tortura sonora.
Incluso después de la muerte de los detenidos, tanto el Estado Islámico como Israel han ocultado los cadáveres a las familias, impidiéndoles llorar y enterrar a sus seres queridos de acuerdo con sus creencias y tradiciones. Israel ha promulgado distintas políticas de retención de cadáveres a lo largo de muchos años, lo que constituye un castigo colectivo y una forma de tortura para las familias.
El contraste más marcado se refiere menos a las prácticas abusivas que a las medidas internacionales adoptadas para ponerles fin. La violenta conquista de territorio por el EI, caracterizada por la tortura sistemática de detenidos y otras atrocidades, provocó protestas en todo el mundo, la creación de una coalición militar liderada por Estados Unidos para combatirlo y sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, la UE y otros organismos.
El ataque de Israel contra los palestinos, caracterizado por la tortura sistemática y otras atrocidades, también ha provocado protestas en todo el mundo, aunque ha sido apoyado en gran medida por el Norte Global.
Foto de portada: Soldados israelíes junto a un camión lleno de detenidos palestinos medio desnudos en la Franja de Gaza el 8 de diciembre de 2023 (Yossi Zeliger/Reuters).
Un comentario sobre “¿En qué se parecen los métodos de tortura israelíes a los horrores del Estado Islámico?”