Robert Hunziker, CounterPunch.com, 17 noviembre 2023
Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Robert Hunziker (máster en Historia Económica por la Universidad DePaul) es un escritor independiente y periodista medioambiental cuyos artículos se han traducido a varios idiomas y han aparecido en más de 50 periódicos, revistas y sitios de todo el mundo, como Z magazine, European Project on Ocean Acidification, Ecosocialism Canada, Climate Himalaya, Counterpunch, Dissident Voice, Comite Valmy y UK Progressive. Se le ha entrevistado sobre el cambio climático en Pacifica Radio, KPFK, FM90.7, Indymedia On Air y World View Show/UK.
«Se necesitan 200 billones de dólares para detener el calentamiento global» (Bloomberg New Energy Finance).
Abróchense los cinturones, en un par de semanas estallarán fuegos artificiales en el prístino complejo conocido como Dubai. Líderes mundiales, científicos del clima, ecologistas y productores de combustibles fósiles se enfrentarán sobre las perspectivas del cambio climático y el impacto del entibiamiento global, ¿o debería llamarse calentamiento global? Ya hay signos de tensión, como se explica en un reciente titular de BBC News: «Deep Divisions Ahead of Crucial UN Climate Talks” (“Profundas divisiones ante las decisivas conversaciones de la ONU sobre el clima»), 31 de octubre de 2023.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 o Conferencia de las Partes de la CMNUCC, más conocida como COP28, será la 28ª conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que se celebrará del 30 de noviembre al 12 de diciembre en la Expo City de Dubai.
La pregunta que se plantea es si la COP28 contribuirá a salvar el planeta. Pero, por otro lado, ¿realmente necesita ayuda el planeta, o es la civilización humana la que está en apuros? Después de todo, el planeta ha pasado por cosas peores, como la extinción del Pérmico-Triásico hace 250 millones de años, y sobrevivió. El homo sapiens no habría sobrevivido, ya que el 95% de la vida marina desapareció y casi todos los vertebrados murieron. Pero eso fue hace 250 millones de años.
Cabe señalar que en 30 años de COP se ha avanzado muy poco en la reducción, regulación o eliminación de los gases de efecto invernadero. Los gobiernos nunca se lo han tomado suficientemente en serio. Mientras tanto, durante el mismo periodo de tiempo, el CO2 ha aumentado en un 60%, sin ningún año de descenso, excepto en 2020, cuando los gases de efecto invernadero disminuyeron en un 4,6% durante el cierre mundial de la COVID-19, para volver a alcanzar un nuevo nivel récord en 2021.
Los gases de efecto invernadero han seguido una trayectoria implacable, cada vez más ascendente, durante toda la era de la industrialización, atrapando el calor global, aumentando las temperaturas globales, distorsionando las corrientes en chorro, alterando el sistema climático hasta convertirlo en un frenesí enloquecido. Todo ello sigue acosando a la comunidad científica para que encuentre respuestas a una supuesta amenaza de extinción humana, la sexta del planeta, pero quizá sólo sea una extinción parcial o ninguna extinción. En realidad, nadie sabe con certeza cómo resultarán acontecimientos como éste. Pero ¿podrá la gente sobrevivir sin ecosistemas que le proporcionen vida, como las selvas tropicales, los humedales, la Gran Barrera de Coral, los ríos caudalosos, y esto: según la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, el 75% de la tierra de España está luchando contra condiciones climáticas que podrían conducir a la desertificación.
En vísperas de la COP28, más de 70 ministros de medio ambiente y 100 delegaciones nacionales se han reunido en Abu Dabi durante el año más caluroso jamás registrado a escala mundial. Los delegados deben preguntarse si un Estado petrolero puede conseguir un mundo con bajas emisiones de carbono. La pregunta se responde sola. El presidente de la próxima COP28, el Sultan Al Jaber, que tiene fama de negociador divisivo, es el jefe de Adnoc, la petrolera estatal de los EAU.
Según BBC News, Greta «How Dare You» (“¿Cómo os atrevéis?) Thunberg está en estado de shock, cuestionando todo el proceso de la COP, lo cual es comprensible. En agudo contraste con Greta, el Sr. Al Jaber afirma que el embrollo del cambio climático sólo puede resolverse con la ayuda de la industria petrolera, con la vista puesta en limitar el aumento de la temperatura a 1,5ºC. Por supuesto, éste ha sido el objetivo declarado públicamente por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). ¿Por qué iba a decir otra cosa el anfitrión de la COP28? Pero, aun así, resulta curioso que Al Jaber afirme que el problema sólo puede resolverse con la ayuda de la industria petrolera.
Y lo que es aún más interesante, Al Jaber admite que las emisiones deben reducirse en un 43% de aquí a 2030 porque eso es lo que dice la ciencia que hay que hacer. Sin embargo, Adnoc tiene previsto aumentar la producción de petróleo en 600.000 barriles diarios exactamente en el mismo plazo. El gigante del petróleo y el gas gastará 150.000 millones de dólares en ampliar la producción. Aún más confuso, Al Jaber afirma: «La economía mundial necesita la producción adicional a medida que disminuyen las emisiones». ¿Nos hemos perdido algo?
Según una reciente entrevista con Kevin Anderson, del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático, en relación con la COP28: «La industria de los combustibles fósiles ha logrado corromper completamente el proceso de la COP… lo que tenemos es un proceso de la COP que ha sido completamente tomado por las empresas de combustibles fósiles».
Para complicar aún más las cosas, la Unión Europea se ha posicionado, junto con varios otros países, afirmando que «no es posible ningún compromiso sobre la reducción de la producción de combustibles fósiles», en oposición directa a Al Jaber, sobre todo teniendo en cuenta que Adnoc planea un aumento de 600.000 barriles diarios.
Otra manzana de la discordia es el acuerdo de financiación de los países desarrollados a los países pobres no desarrollados para ayudarles a pagar los daños causados por el cambio climático, que asciende a unos 100.000 millones de dólares anuales adeudados por los países desarrollados, aunque sigue habiendo grandes interrogantes sobre los pagos reales y la seriedad en el cumplimiento de los compromisos. Se suponía que esto iba a ser una gran victoria en la última COP, pero las discusiones sobre cómo ponerlo en práctica ya se han roto en las conversaciones preliminares de Abu Dabi.
Las líneas de batalla están ya preparadas.
Puntos de referencia para el éxito de la COP28
Según el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), la COP28 contará por primera vez con un informe de Inventario Mundial, que se presentará en los actos, en el que se detallarán los progresos realizados desde el importantísimo Acuerdo de París de 2015. Ese informe, ya publicado en septiembre, según el WRI, «es realmente un boletín de calificaciones perjudicial». Se supone que debe servir como un anteproyecto de lo que deben hacer, o no hacer, las naciones de cara al futuro.
Según el WRI: «En la COP28, los países deben presentar un plan de respuesta rápida al Inventario Mundial que transforme todos los grandes sistemas de la Tierra a un ritmo y con una profundidad nunca vistos, mejorando al mismo tiempo la vida de las personas y avanzando en la justicia climática».
El éxito de la COP28 depende de que la cumbre avance en cuatro áreas clave:
1. Responder al primer Inventario Mundial
2. Transformar los sistemas de la Tierra, incluyendo la energía, los alimentos, el uso del suelo y las ciudades.
3. Aumentar la resiliencia frente a los graves efectos del cambio climático.
4. Proporcionar financiación climática a las naciones más vulnerables.
Y lo que es más importante, se espera que el papel fundamental de los combustibles fósiles ocupe un lugar central en la COP28. Varios países ya han hecho de la «eliminación progresiva de los combustibles fósiles» un objetivo central de las negociaciones. Esto podría ser un obstáculo.
Además, según datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), para alcanzar el cero neto en 2050, las energías verdes equivalentes deben reducir colectivamente las emisiones relacionadas con la energía en 15 gigatoneladas de aquí a 2030. Y suponiendo que la captura y almacenamiento de carbono (CAC) forme parte del mix, sólo capturaría 1 de las 15 gigatoneladas a finales de esta década. Por tanto, y esto es clave: «Está claro que la tecnología de captura y almacenamiento de carbono no debe utilizarse como excusa para ampliar la producción de combustibles fósiles o ralentizar la transición a fuentes de energía renovables como la eólica y la solar». (AIE)
La eficacia de la captura de carbono es muy sospechosa, con un largo historial de fracasos. «La CAC es ‘una tecnología añeja que ha fracasado’, según Bruce Robertson, un analista de finanzas energéticas que ha estudiado los principales proyectos a nivel mundial. Las empresas están gastando miles de millones de dólares en estas plantas y no están funcionando según sus métricas». (Bloomberg, 23 de octubre de 2023)
Los «compromisos» previstos de la industria de los combustibles fósiles en la COP28
Según el Instituto de Recursos Mundiales: «Es esencial que esta cumbre de la ONU sobre el clima no se convierta en una plataforma para compromisos de la industria del petróleo y el gas que no aborden la cuestión central que está en juego». En la COP28, se espera que los EAU anuncien el compromiso de al menos 20 grandes empresas de petróleo y gas para reducir las fugas de metano y alcanzar emisiones netas cero en 2050, pero sólo para sus propias operaciones, no para el combustible que venden. Al no abordar las llamadas emisiones de «Alcance 3» del combustible producido a partir de su extracción de petróleo y gas y luego vendido, la industria del petróleo y el gas está eludiendo las emisiones que representan hasta el 95% de su contribución a la crisis climática«.
Es prematuro sacar conclusiones, pero se puede suponer, adivinar, conjeturar que la COP28 no aportará lo que realmente se necesita para abordar seriamente el calentamiento global. Asumiendo «los compromisos previstos en materia de combustibles fósiles», como se ha dicho anteriormente, y sin más concesiones por parte de la industria de los combustibles fósiles, tal vez las futuras COP deberían limitarse a abordar medidas de adaptación a la rápida subida del nivel del mar, como la construcción de diques realmente grandes, fuertes y seguros y otras medidas de supervivencia.
De hecho, eso está ocurriendo ya: A lo largo y ancho de las costas estadounidenses, ciudades tan diversas como Nueva York, Charleston, Norfolk, Houston y San Francisco se enfrentan al mismo dilema: altos muros de hormigón podrían proteger técnicamente los hogares y las propiedades de la subida del nivel del mar debido al cambio climático, pero las propuestas son tan potencialmente horribles que algunos lugareños las rechazan… por ejemplo, en la rica Texas petrolera, el proyecto de 29.000 millones de dólares propuesto para Galveston, Texas. (Fuente: Coastal Residents Fear ‘Hideous’ Seawalls Will Block Waterfront Views, The Guardian, enero de 2023)
Así pues, la realidad del cambio climático/calentamiento global está ya haciendo acto de presencia destruyendo las vistas frente al mar donde vive la gente acomodada. Me pregunto cuándo saldrán a bolsa en Wall Street las empresas constructoras de malecones.
Como preámbulo a la COP28, cabe señalar que las COP anteriores han hecho hincapié en la importancia de alcanzar límites al calentamiento global de 1,5°C preindustrial. Según el MIT, ésta es la posición del IPCC: «Para evitar el empeoramiento y los efectos potencialmente irreversibles del cambio climático, la temperatura media mundial no debería superar la de la época preindustrial en más de 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit)». (Fuente: Explained: The 1.5C Climate Benchmark, MIT News, 27 de agosto de 2023)
Para lograrlo, deben cumplirse unos marcadores clave para 2030 y 2050 en términos de reducción de emisiones y esfuerzos de mitigación. Según el IPCC Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deben alcanzar su punto máximo en 2025 y reducirse un 43% en 2030 para no superar los 1,5 ºC preindustriales.
¿Cuáles son los costes? Por favor, tomen asiento… en consecuencia, «Bloomberg NEF, el equipo de investigación sobre energía verde de Bloomberg, estima en un nuevo informe de esta semana que podría costar 196 billones de dólares en inversiones reducir a cero las emisiones de carbono del mundo para 2050, como muchos países se han comprometido a hacer, para evitar el calentamiento global que destruye la sociedad». (Fuente: $200 Trillion Is Needed to Stop Global Warming. That’s a Bargain, Bloomberg, 5 de julio de 2023)
Y, a corto plazo «BNEF sugiere que las inversiones ecológicas anuales tendrán que casi triplicarse hasta alcanzar los 6,9 billones de dólares en 2030 si queremos tener alguna esperanza de llegar a cero emisiones netas en 2050. Esto incluirá que los gobiernos, las empresas y los consumidores cambien la mayor parte de la flota mundial de vehículos de gas por vehículos eléctricos, construyan estaciones de carga para esos vehículos y sustituyan la energía alimentada por combustibles fósiles por energía eólica, solar y otras energías renovables, con nuevas redes para conectarlas a todas», Ibid.
Sin embargo, en oposición directa a los análisis de BNEF, según un nuevo informe de la ONU, gran parte de esos 6.900 millones de dólares se compensarían y neutralizarían, suponiendo que realmente ocurriera, lo cual es cuestionable, pero independientemente de ello, aquí están las compensaciones de combustibles fósiles para 2030: «Los planes (de las empresas de combustibles fósiles) conducirían a un 460% más de producción de carbón, un 83% más de gas y un 29% más de petróleo en 2030 de lo que sería posible quemar si el aumento de la temperatura global se mantuviera en el 1,5C acordado internacionalmente. Los planes también producirían un 69% más de combustibles fósiles de lo que es compatible con el objetivo más arriesgado de 2ºC». (Fuente: ‘Insanity: Petrostates Planning Huge Expansion of Fossil Fuels, Says UN Report, The Guardian, 8 noviembre 2023)
Mientras tanto, los peligros del calentamiento excesivo del planeta no están esperando a que las COP de la ONU decidan qué es lo mejor para las condiciones de vida humanas. El sistema climático mundial va por la vía rápida, cambiando ante nuestros ojos. Hace sólo dos años que la NPR (National Public Radio) declaró: «Limitando el calentamiento del planeta a 1,5 grados Celsius, o 2,7 grados Fahrenheit, para 2100, se espera evitar graves alteraciones climáticas que podrían exacerbar el hambre, los conflictos y la sequía en todo el mundo», 8 de noviembre de 2021. ¿De verdad?
¡Qué rápido cambian las cosas!
A los entendidos no les sorprende que el calentamiento global vaya a rebasar todos los indicadores, de hecho antes de lo previsto, en un par de décadas: El último artículo del Dr. James Hansen (Earth Institute, Columbia University): How We Know that Global Warming is Accelerating and that the Goal of the Paris Agreement is Dead, 10 de noviembre de 2023, entra en detalle sobre las pruebas objetivas y afirma claramente: «En menos de una década, debemos esperar 0,4×0,25×4°C = 0,4°C de calentamiento adicional. Dado un calentamiento global de 0,95°C en 2010, el calentamiento para 2030 será de aproximadamente 0,95°C + 2×0,18°C + 0,4°C = 1,71°C. El calentamiento global de 2°C se alcanzará a finales de la década de 2030».
(Hace treinta y cinco años, el Dr. James Hansen, director del Instituto de Estudios Espaciales de la NASA, lo advirtió: Global Warming Has Begun, Expert Tells Senate, New York Times, 24 de junio de 1988).
Mientras tanto, hace sólo un par de años que las principales noticias advertían sobre mantener «el límite de la temperatura global en 1,5°C preindustrial para 2100». No es de extrañar que la gente sea demasiado complaciente con los posibles estragos del calentamiento global. Parece que falta toda una vida. Pero está a la vuelta de la esquina. Como prueba, el sistema climático ha estado actuando como un toro salvaje con esteroides. Y eso es lo que ha estado en las noticias de televisión últimamente, en todos los continentes. Acaece en todo el mundo: inundaciones masivas, sequías masivas, incendios masivos, tormentas masivas.
Empeorará. He aquí por qué: «Los investigadores han descubierto que el desequilibrio energético de la Tierra se duplicó aproximadamente durante el período de 14 años comprendido entre 2005 y 2019.» (Fuente: Joint NASA, NOAA Study Finds Earth’s Energy Imbalance Has Doubled, NASA, 15 de junio de 2021) Según los científicos del clima: Se trata de un hecho asombroso, que presagia problemas más graves en el futuro. Revela una crisis de albedo. A este ritmo, olvídense de 1,5 ºC en 2100; sólo esperen y recen para que lo consigamos. (Echen un vistazo a una gran idea: MEER: Cooling Earth By Reflecting Sunlight).
«El límite de 1,5 grados está más muerto que un clavo», dijo Hansen, ahora director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, en una llamada con periodistas el jueves. En los próximos meses, vamos a superar con creces los 1,5ºC de media, en 12 meses. … Para el resto de esta década, la media va a ser de al menos 1,5″. (Famed Climate Scientist Has a New, Dire Prediction –Famoso científico del clima tiene una nueva y funesta predicción-, The Washington Post, 2 de noviembre de 2023)
La COP28 va a tener que hacer milagros.
Fuente imagen de portada: Departamento de Estado de EE. UU.