Julia Conley, Common Dreams, 12 enero 2024
Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Julia Conley es redactora en Common Dreams. Twitter: @juliakconley
«El tribunal sólo tiene que examinar las declaraciones de Sudáfrica -con el rango y la autoridad de quienes las hacen- y preguntarse si es plausible que alcancen el nivel de intencionalidad requerido para el genocidio», afirmó un experto en crímenes de Estado.
La audiencia del Tribunal Internacional de Justicia de ayer viernes estaba en marcha cuando Al Jazeera informaba de que nueve palestinos, incluidos niños y al menos un bebé, murieron en un ataque israelí contra una residencia en Rafah.
Frente a una documentación detallada de las declaraciones realizadas por altos funcionarios israelíes sobre su intención de «destruir» a los residentes de Gaza y «arrasar» el enclave, expertos legales observaron que los abogados que representan a Israel el viernes en la Corte Internacional de Justicia parecían simplemente ignorar la creciente evidencia de que el gobierno está cometiendo un genocidio.
Thomas MacManus, profesor de derecho penal en la Universidad Queen Mary de Londres, dijo que la CIJ, que ha celebrado dos vistas esta semana en relación con la demanda de Sudáfrica que acusa a Israel de violencia e intención genocidas en Gaza desde que comenzó sus bombardeos en octubre, probablemente advirtió una «disociación masiva» entre la afirmación de Israel de que está tratando de proteger vidas civiles y la realidad sobre el terreno.
La audiencia del viernes se celebraba a la vez que Al Jazeera informaba de que nueve palestinos, entre ellos varios niños y al menos un bebé, habían muerto en un ataque israelí contra una vivienda en Rafah, sólo unos pocos de los 23.708 muertos confirmados en los ataques israelíes.
Sin embargo, Malcolm Shaw, profesor británico de derecho internacional que ayudó a defender a Israel, centró sus observaciones en la afirmación del país de que hace todo lo posible por proteger a los civiles y afirmó que las numerosas declaraciones de intención genocida catalogadas por Sudáfrica estaban sacadas de contexto.
«Creo que al tribunal le resultará muy difícil añadir estas dos cosas», dijo MacManus a Al Jazeera, refiriéndose a las declaraciones recopiladas por Sudáfrica y a la afirmación de Shaw de que Israel tiene el «ejército más moral del mundo» y «hace todo lo posible para evitar dañar a los no implicados».
«El tribunal sólo tiene que examinar las declaraciones recogidas en la presentación de Sudáfrica -con el rango y la autoridad de quienes las hacen- y preguntarse si es plausible que alcanzan el nivel de intencionalidad requerido para el genocidio», dijo MacManus. «Creo que el tribunal tendrá que hacerlo».
Taj Becker, asesor jurídico del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, abrió su intervención con una referencia a Raphael Lemkin, el abogado polaco que acuñó el término «genocidio» en la década de 1940 y ayudó a establecerlo como delito internacional.

Raphael Lemkin, a la izquierda, con Ricardo Alfaro de Panamá, en París el 11 de diciembre de 1948, antes de la reunión en la que se aprobó la Convención sobre el Genocidio. (Foto ONU/MB)
El Instituto Lemkin para la Prevención del Genocidio ha pedido a lo largo de estos tres meses a la Corte Penal Internacional que acuse al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de actos genocidas, y afirmó el viernes que las palabras de Becker sonaban «huecas» teniendo en cuenta «las abrumadoras pruebas» documentadas por Sudáfrica.
La demanda de Sudáfrica ante la CIJ, de 84 páginas, incluye citas directas de funcionarios como el presidente israelí, Isaac Herzog, quien afirmó que «toda una nación», no sólo Hamás, era responsable del ataque del grupo contra el sur de Israel el 7 de octubre, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, quien afirmó que las Fuerzas de Defensa de Israel «aniquilarán todo» en Gaza.
Sin embargo, como Step Vaessen de Al Jazeera informó: «el argumento de Israel fue que [la intención genocida] claramente no era una política de ese gobierno».
En Democracy Now!, la abogada del Centro de Derechos Constitucionales Diala Shamas señaló que el equipo de defensa israelí también se centró en gran medida en la cuestión de si la CIJ, el máximo órgano judicial de las Naciones Unidas, tiene autoridad para pronunciarse sobre el caso de Sudáfrica y conceder la petición del país de una orden judicial vinculante que obligue a Israel a detener sus bombardeos.
Los argumentos de Israel, dijo Shamas, se reducían a: «‘No podéis estar aquí y no podéis hacer nada al respecto, y… Todo lo que hacemos es en defensa propia [contra Hamás]'».
La defensa representó «una evasión total, sin llegar a abordar en ningún momento los argumentos increíblemente poderosos expuestos [el jueves] en una vista de tres horas por el equipo jurídico de Sudáfrica», añadió Shamas.
Ammar Hijazi, funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores palestino, dijo a los periodistas a la salida del tribunal que Israel no había sido «capaz de proporcionar ningún argumento sólido que estuviera basado en hechos y leyes».
«Lo que Israel ha proporcionado hoy son muchas de las mentiras ya desmentidas», dijo Hijazi, señalando que el equipo jurídico repitió las falsas afirmaciones de que Hamás ha utilizado hospitales en Gaza como bases militares, lo que los convierte en objetivos legítimos para Israel. «Creemos que lo que el equipo israelí ha [aportado] hoy es exactamente lo mismo por lo que Sudáfrica acudió al tribunal, y es que nada en absoluto justifica el genocidio».
Foto de portada: Representantes israelíes asisten a una audiencia en la Corte Internacional de Justicia sobre el caso de genocidio de Sudáfrica el 12 de enero de 2024, en La Haya, Países Bajos. (Foto: Dursun Aydemir/Agencia Anadolu vía Getty Images)