Una mujer gazatí embarazada

Batul Mohamed Abu Ali, The Electronic Intifada, 10 abril 2024

Traducido del inglés por Sinfo Fernández


Batul Mohamed Abu Ali se graduó recientemente en la Universidad Islámica de Gaza.

Estoy a punto de dar a luz.

Quiero confiar en que podré hacerlo en un lugar seguro, espero que nuestra vida pueda mejorar un poco antes.

Israel lleva más de seis meses librando una guerra genocida contra nosotros.

Ha provocado hambre, depresión, desplazamientos, contaminación atmosférica y escasez de agua potable.

El impacto físico y psicológico ha sido inconmensurable.

Para sobrevivir hemos tenido que comer unos pocos alimentos enlatados: carne en conserva, guisantes, atún y productos similares.

Depender de la comida enlatada y carecer de frutas y verduras frescas es intrínsecamente insalubre.

Como nos vemos obligados a beber agua contaminada, no es de extrañar que las enfermedades estén muy extendidas.

Tenemos que dormir en tiendas improvisadas. Tenemos pocos baños.

Es humillante.

Todos los días y todas las noches oímos el ruido de los aviones de guerra en el cielo.

No se respetan nuestros derechos básicos. Nuestro derecho a dormir, comer, lavarnos, visitar a nuestras familias.

Vayamos donde vayamos, hay mucha basura en las calles. ¿Cómo podemos vivir así?

He perdido la paciencia.

Todos estamos muy cansados.

Las tropas israelíes han invadido las tierras de mi familia.

Nos han obligado a dejar atrás nuestra ropa y nuestro dinero. Todo.

Mi padre ha dicho que toda su vida ha quedado destruida.

Israel está destrozando nuestra economía.

Está matando a nuestros niños.

¿Para qué? ¿Para que nunca puedan crecer y unirse a la resistencia?

Israel está convirtiendo a las mujeres en viudas y a los niños en huérfanos. Está demoliendo todo lo que amamos.

¿Puede la vida volver a ser lo que era antes de este genocidio?

Como estoy embarazada y voy a dar a luz pronto, necesito ropa nueva, tanto para mí como para mi futuro bebé.

Pero apenas hay ropa disponible para ninguno de los dos.

Como no tenemos alimentos frescos, pedimos ayuda a las organizaciones benéficas.

Lo que hemos visto en los últimos seis meses desafía a la imaginación.

Me atormentan las imágenes de hogares en los que mujeres, niños, hombres y ancianos han sido masacrados.

Estuvimos en la ciudad de Jan Yunis. Pero la violencia de Israel era tan intensa allí que nos fuimos a al-Mawasi, otra zona del sur de Gaza.

Espero que al-Mawasi sea el último lugar al que nos desplacen.

Nos sentimos frustrados y aterrados.

No podemos soportar una pesadilla sin fin.

¿Cuándo acabará toda esta miseria?

Foto de portada: Escena de devastación en Jan Yunis, sur de Gaza  (Omar Ashtawy/APA images).

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