Jonah Valdez, The Intercept, 1 noviembre 2024
Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Jonah Valdez es un reportero de The Intercept que cubre temas relativos a política interior y política exterior de EE. UU., Israel y Palestina, cuestiones de derechos humanos y movimientos de protesta por la justicia social. Anteriormente fue redactor de Los Angeles Times. Se crió en San Diego y ahora reside en Los Ángeles, donde también escribe poesía y está trabajando en su primer recopilatorio.
Tras meses de protestas en las calles y de organización dentro del partido demócrata, la campaña de Kamala Harris no ha dado muestras de que vaya a apartarse del firme apoyo de la administración Biden a Israel en medio de su guerra genocida en Gaza y su invasión del Líbano. Donald Trump no ha mostrado indicios de que vaya a cambiar el respaldo estadounidense a la maquinaria bélica israelí, y es el favorito personal del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Uno de estos dos candidatos se convertirá en presidente.
The Intercept entrevistó a votantes que están horrorizados por el continuado apoyo de Estados Unidos a la guerra de Israel, y en muchos casos han dedicado el último año de sus vidas a organizarse contra ella en estados indecisos clave como Georgia, Pensilvania, Carolina del Norte, Wisconsin y Arizona.
La carrera sigue siendo extremadamente ajustada, con la mayoría de las encuestas mostrando a Harris y Trump en un empate virtual. En los estados indecisos que decidirán las elecciones, los candidatos están empatados o mantienen una estrecha ventaja. Hace cuatro años, Joe Biden ganó algunos estados clave por apenas 10.000 votos. Cada voto, incluidos los que votan con Gaza y las guerras en expansión de Israel en mente, importa.
Todos los votantes entrevistados para este artículo han exigido a Biden, y ahora a Harris, un alto el fuego inmediato y permanente y el fin de la política estadounidense de ayuda militar incondicional a Israel, dos exigencias que han resultado populares entre los demócratas de los estados indecisos y de todo Estados Unidos.
Estos votantes tienen sus propias razones para decidir cómo, por qué y si votar o no, pero se dividen en tres categorías distintas: los indecisos angustiados, los votantes estratégicos anti-Trump/Harris y los votantes-protesta que se decantan por un tercer partido u optan por no votar.
Las respuestas se han condensado y editado para mayor claridad.
Los indecisos angustiados
Halah Ahmad, Wisconsin, estratega política y organizadora de Listen to Wisconsin
La verdad es que no me he decidido. Hoy he intentado rellenar mi papeleta anticipada y, para serte sincera, me he puesto a llorar y no he podido terminar de rellenarla, porque estoy muy disgustada con las opciones y además estoy aguantando todo lo que puedo.
Es una elección muy dura, cualquiera de las opciones es una pérdida. Es tan profundamente deshumanizante tener que ignorar un genocidio y la complicidad en él, y la promesa de continuar con la misma política, que es lo que ha dicho la vicepresidenta Harris. A fin de cuentas, se nos está presentando una opción un poco falsa: si la gente puede protestar a esta escala, no tenemos una opción que pueda alinearse con eso y puedes suprimir a los votantes antigenocidio en ese cálculo, no sé qué tipo de democracia estás protegiendo. Y eso pesa mucho. Mi hermana está intentando rellenar su papeleta, y me dice: «Siento náuseas físicas». Eso es real. Si vuelvo a ver un niño triturado en mi radar, no sé qué se espera que haga ¿votar por eso?
Soy palestina y mi marido es libanés, nuestra familia no es de Gaza, pero tengo amigos muy cercanos que han perdido a su familia, sus casas de la infancia y sus barrios. Y el barrio de mi marido en el Líbano también ha sido prácticamente arrasado.
La gente está comprometida, por lo que veo, a votar a un tercer partido, o a dejarlo en blanco, o a escribir algo en la papeleta. Y luego hay otras personas que, en el día a día, son votantes reticentes de Harris o fluctúan entre esa opción y decidir que no van a hacerlo, que van a votar a un tercer partido o algo por el estilo. Mi impresión es que los votantes están bastante comprometidos con la idea de que quieren votar contra el genocidio.
Meghan Watts, Carolina del Norte, estudiante de posgrado
No estoy muy segura. En este momento estoy probablemente entre Harris y quizá [Jill] Stein. Estoy esperando a que Harris adopte una postura más firme sobre el genocidio en Gaza y su expansión al Líbano y a partes de Cisjordania. He visto un informe reciente que dice que nuestros impuestos han financiado alrededor del 70% de este genocidio actual, así que es una cifra alarmante. No estoy segura de cuáles son las probabilidades, quizá sean escasas, pero mantengo la esperanza de que pida un embargo de armas y de que eso se produzca lo más inmediatamente posible.
Incluso aparte de este genocidio, ha sido difícil conseguir que Harris adopte una postura firme en otras cosas que me preocupan, como los derechos de los transexuales, algún tipo de reforma migratoria significativa y humana y una postura sobre el cambio climático. En una entrevista reciente en la que se le preguntó a Harris si apoyaba los derechos de las personas trans, su respuesta fue: «Creo que debemos cumplir la ley», lo cual es preocupante. En muchos estados, son activamente antagonistas de las personas trans.
No queremos en absoluto una segunda presidencia de Trump. Sin embargo, las líneas se han difuminado un poco entre cuál es exactamente la diferencia entre Harris y Trump en cuestiones concretas, como la frontera; probablemente, la diferencia está en los grados de lo que harán, no necesariamente en que lo harán.
Maryam Hassanein, Arizona, la primera musulmana estadounidense en dimitir de la administración Biden por la guerra de Gaza
En este momento, todavía estoy debatiendo qué voy a hacer el martes. Me decanto entre Harris y un tercer partido, probablemente Stein. He votado a los demócratas desde que tengo derecho a voto. La razón por la que todavía estoy debatiendo si votar por Harris es realmente por esa historia mía, también considero la perspectiva de que un tercer partido tenga posibilidades de ganar. Pero al mismo tiempo, he dudado en dar mi apoyo a Harris-Walz por su falta de voluntad de denunciar el genocidio, su falta de voluntad de indicar que pueden hacer algo diferente de lo que ha hecho la administración Biden-Harris respecto a la política entre Israel y Palestina.
Algo que he visto en la campaña de Harris-Walz es que, en un intento de recuperar a los votantes progresistas [perdidos], a los votantes de izquierda, estoy viendo que se están desviando hacia la derecha en ciertas políticas, como una política de inmigración un poco más dura de lo normal para un demócrata. También una política climática no necesariamente sorprendente, dada la aceleración de la crisis climática. La cuestión de Gaza está afectando a otras cuestiones.
Como soy musulmana, en un momento dado me entusiasmó la idea de incorporarme a una administración que tuviera el mayor número de empleados musulmanes. Pero después, al ver cómo se desarrollaba todo, me di cuenta de que realmente no importa cuántos empleados musulmanes tengas si estás causando tanto daño a los musulmanes de otras partes del mundo. Es un tipo de inclusión superficial.
He visto debates en grupos en los que estoy, y creo que el punto principal es «Escucha, simplemente no queremos a Trump en el cargo». Y aunque lo entiendo completamente, creo que también hay un peligro increíble de simplemente apoyar a Harris por eso, porque entonces como que sienta el precedente de que, «Escucha, está bien que puedas hacer todas estas cosas malas. Vamos a seguir votando por ti porque no queremos a la otra persona en absoluto».
Rim Abuelhaj, Pensilvania, organizadora de No Ceasefire No Vote PA
Soy estadounidense de origen palestino. He vivido en Filadelfia toda mi vida. He votado a los demócratas en todas las elecciones de Pensilvania desde que cumplí 18 años, pero por primera vez me encuentro en la situación de no poder votar a la candidata demócrata por su continuo apoyo a Israel mientras continúa su genocidio en Gaza.
Estoy en comunidad con muchas personas que sienten de manera similar a mí, que se sienten arrinconadas. Nos aterroriza otra presidencia de Trump. Sabemos que otro presidente Trump sería desastroso para nuestras comunidades, pero somos personas de conciencia cuando se trata de la votación. Este es un momento de increíble dolor, miedo y desesperación. En mi caso, la gente a la que quiero teme por la vida de sus familiares en Gaza, y sentimos que tenemos que seguir presionando de todas las formas posibles mientras tengamos este momento de influencia con los votantes de los estados indecisos para presionar a la administración Biden-Harris para que actúe.
Lo que no quiero perder aquí es cuántas personas más morirán entre noviembre y enero si la administración Biden-Harris continúa con esta política de apoyo incondicional a Israel. Si no toman medidas antes del día de las elecciones, entonces la siguiente pregunta es, ¿cómo continuamos movilizándonos mientras la administración Biden-Harris siga en el cargo? Se trata de un periodo de tiempo crítico, en el que vamos a ver morir a miles de personas más en Gaza, Cisjordania y Líbano si la administración no actúa.
Consideramos que, con esfuerzos como éste en los principales estados indecisos, ya no será posible que el Partido Demócrata presente un candidato presidencial que promueva una política de apoyo incondicional a Israel para llevar a cabo una violencia genocida.
Representamos a un movimiento de votantes que están preocupados, no sólo porque la vicepresidenta Harris y el Partido Demócrata y la administración Biden-Harris sigan apoyando una política que es extremadamente impopular entre su electorado, sino también porque otras cuestiones a las que el 80 por ciento de los votantes demócratas se opone firmemente, y que violan la legislación estadounidense e internacional sobre derechos humanos, podrían aparecer en la papeleta electoral en el futuro, y que el Partido Demócrata siente que puede seguir promoviendo a pesar del disenso masivo de su base.
Los votantes anti-Trump
Usama Shami, presidente del Centro Comunitario Islámico de Phoenix, Arizona
Esto ha sido muy difícil. Voy a taparme la nariz y votar por Harris, sabiendo que un voto a un tercer partido va a suponer básicamente que, pierda Harris y que Trump gane. Eso es algo que no quiero que ocurra.
Mirando a la comunidad en su conjunto, está inmersa en un conflicto grave, y algunos están votando por un candidato de un tercer partido porque están hartos del sistema bipartidista y están pensando en tal vez hacer esto para el futuro, tener una opción viable de un tercer partido en el futuro.
Mira, si yo viviera en California o Nueva York, no tendría ninguna duda en votar a un tercer partido, o si estuviera en Texas por ejemplo, porque sabes que no va a marcar la diferencia. Un 5% en California no va a dividir las elecciones. Pero vivimos en un estado indeciso y cada voto cuenta, y al menos quiero tener la conciencia tranquila de que, aunque gane Trump, yo no fui parte de la razón por la que ganó».
En 2016, cuando Trump anunció que iba a prohibir los viajes de los musulmanes, nuestra mezquita fue objeto de actos vandálicos. Hizo el anuncio durante el día y, por la noche, alguien vino y cogió una piedra enorme y rompió la ventana de la oficina de la mezquita. Hubo también gente disparando [contra la mezquita]. Así que, en lo que a mí respecta, puedo ver el impacto de sus palabras; pero mucha gente no lo ve. Al día siguiente de su elección, hubo gente que llamó a la mezquita y dejó mensajes diciendo que nuestro tiempo aquí en Estados Unidos era limitado, y que había un nuevo sheriff en la ciudad. Así que no necesitamos más de esta mierda.
No culpo a la gente por votar a un tercer partido, aunque en mi opinión estén equivocados, pero no les culpo, porque hay gente que o bien conoce a personas que murieron, o tiene familiares que desparecieron en Gaza, o gente que está enfurecida por lo que ve a diario en la televisión. Me doy cuenta de que a la gente le desespera que las cosas no cambien, así que no culpo a la gente por buscar un tercer candidato, por buscar una alternativa diferente.
Jesse Myerson, Nueva York, organizador comunitario
Vivo en Nueva York, así que no importa a quién vote debido a este ridículo sistema antidemocrático de Colegio Electoral que tenemos. Pero me he ofrecido a asesorar a personas que viven en estados indecisos y que tienen problemas con su voto, y el consejo que les daría es que se tapen la nariz y voten a Harris para derrotar a Trump.
El lado en el que estoy en estas elecciones es contra Trump, y me gustaría que hubiera una forma mejor de derrotarlo que elegir a Harris, pero dado que esa es la única vía viable para derrotar a Trump, es la opción menos horrible que creo que tenemos. Y nunca me atrevería a aconsejar a un votante palestino-estadounidense que votara de esa manera, porque entiendo perfectamente por qué ese tipo de cálculo táctico no está necesariamente al alcance de personas que están perdiendo a docenas de familiares o corren el riesgo de hacerlo cualquier día.
Saber que el gobierno de Biden, sin ninguna nota de disensión por parte de Harris, ha estado financiando y apoyando materialmente este genocidio en Gaza es simplemente un puente demasiado lejano para mucha gente, y puedo entenderlo perfectamente. Para mí tiene todo el sentido del mundo. Si la gente quiere escribir «Hind Rajab», o votar a un tercer partido, o abstenerse de votar a la presidenta alegando que es inconcebible votar a genocidas, puede que yo no comparta su teoría del cambio o su análisis del poder, pero no me siento en posición de decirles que es una forma equivocada de hacer las cosas. Es bueno tener principios y convicciones políticas y tener líneas más allá de las cuales no vas a ir.
No creo que sea necesariamente mi papel decirle a la gente cómo votar. Pienso que mi papel es decirle a la gente lo que pienso sobre las elecciones y espero que eso resulte persuasivo.
Creo que se pueden decir varias cosas. Una es que las personas que están llevando a cabo más directamente ese genocidio y que están intentando extender ese genocidio a Cisjordania y ampliar las fronteras de Israel, a veces a partes del Líbano, Siria, Iraq y Egipto, y más allá, es decir, [el ministro de Finanzas israelí] Bezalel Smotrich, [el ministro de Seguridad Nacional israelí Itamar] Ben-Gvir, la ultraderecha, que son la coalición gobernante en Israel, todos ellos quieren que gane Trump. Y también los nazis y neonazis adyacentes, multimillonarios como Elon Musk. Todos quieren que gane Trump, y para mí basta con querer negarles esa victoria.
Gane quien gane, Trump o Harris, vamos a tener que seguir siendo valientes e inventivos y organizados para encontrar nuevas formas de intentar acabar con este genocidio. Pero si es Trump, la avalancha de ataques que su administración va a desatar contra los estadounidenses queer y trans, los inmigrantes, los musulmanes, la gente de color, los judíos, cualquiera cuyos derechos reproductivos estén siendo atacados, cualquiera que esté en la primera línea de las catástrofes climáticas…; vamos a tener que jugar a la defensiva en toda una serie de cuestiones, y eso va a reducir la capacidad que tenemos para luchar contra este genocidio. Y honestamente, dados los planes del Proyecto Esther, va a haber incluso más ataques directos al movimiento por los derechos humanos palestinos de los que hay ahora.
Las posibilidades de avanzar, por escasas que sean con Harris, quedarían completamente aniquiladas con Trump, y obligarían a adoptar una postura tan defensiva que creo que perderíamos terreno de manera incomprensible.
Además, en general, hay un pequeño número de funcionarios electos en Washington, D.C., que apoyan un embargo de armas, y todos ellos son demócratas y ninguno de ellos es republicano. Y entonces, ¿querríamos que fueran socios menores en la coalición líder, o querríamos que fueran la oposición dentro de la oposición, es decir, relegados a la posición más marginal en Washington, D.C.?
Sólo ofrezco estos pensamientos desde un estado de profunda tristeza e impotencia y desesperación. Estoy aterrorizado por las consecuencias de Trump y del Proyecto 2025 y del Proyecto Esther, y como alguien que es visiblemente judío a simple vista en público debido a mi atuendo, creo que la llegada al poder del presidente favorito de todo neonazi me pone personalmente en peligro. Estoy desesperado por derrotarle, y encuesta tras encuesta en estados indecisos cruciales ha demostrado que la mejor forma en que Harris puede garantizar que eso ocurra es apoyando un embargo de armas, una medida respaldada por la gran mayoría de los demócratas, la mayoría de los judíos de Estados Unidos, la mayoría de los votantes en general. Y el hecho de que ella se haya negado a hacerlo -y Biden, por supuesto, también- lo experimento como una profunda traición, una traición lacerante, abrasadora y clara declaración de una voluntad de sacrificar mi seguridad, la seguridad de todos esos otros grupos objeto de violencia y represión por parte de la coalición de Trump, en aras de seguir apoyando al Trump israelí -que es Netanyahu- y a su régimen genocida fascista.
Pero, sencillamente, no hay una opción buena. Este coaching que ofrezco es, como, raspar realmente el fondo del barril del menor de dos males. Pero ese es el predicamento en el que nos encontramos.
El enfoque de terceros o la renuncia total
John Harris, Georgia, estudiante de posgrado y organizador de No Peace, No Peach.
No votaré a Kamala Harris, a pesar de que normalmente soy votante demócrata. A estas alturas, no hemos visto ningún cambio político. No esperamos ver un cambio de política. Así que estoy actuando de acuerdo con la promesa que hemos esbozado. Aún no he decidido si votaré por el tercer partido o simplemente dejaré en blanco la parte superior de la papeleta y votaré en contra.
No me hago ilusiones de pertenecer a la mayoría de la gente de mi comunidad. Yo diría que mucha gente está votando por Kamala Harris por miedo a otra presidencia de Trump. Teniendo en cuenta todo lo que ha dicho Trump y su retórica explícitamente fascista, no puedo culparles del todo. La razón por la que yo y los organizadores de No Peace, No Peach hicimos lo que hicimos fue para proporcionar algún tipo de alternativa entre esos enfoques, ya sea rechazando a los demócratas inmediatamente, o diciendo que deberíamos tratar de trabajar bajo el régimen genocida más agradable.
No puedo culpar personalmente a la gente por querer tratar de mitigar el daño. La retórica de Trump en torno a los inmigrantes y los derechos de los transexuales es aborrecible. Sus acciones para afectar el derecho al aborto han sido catastróficas y letales para muchas mujeres y niños en todo el país. Pero no veo nada en la presidencia de Joe Biden o incluso de Barack Obama que me haga confiar en que los demócratas, incluso en el poder, harían algo para mitigar el daño, aparte de no pisar el acelerador a fondo. Probablemente responderé al resultado de la misma manera, independientemente de quién salga elegido. Y eso es con una organización continuada.
Nerdin Kiswani, Nueva York, organizadora y fundadora de Within Our Lifetime
No voy a votar a ninguno de los principales candidatos presidenciales ni del Partido Republicano ni del Partido Demócrata, ni a Kamala ni a Trump. Puede que me abstenga o que vote por otro nombre, pero creo que abstenerse, votar por escrito o votar a un tercero es más bien un voto de protesta en este momento, algo con lo que se está bastante de acuerdo en la comunidad árabe, musulmana y entre la gente que apoya a Palestina.
No creo que ninguna de las dos opciones represente lo que la gente quiere, que es el fin del genocidio, y creo que el Partido Demócrata ha dejado claro que seguirá armando y financiando el genocidio del pueblo palestino. Y por eso no puedo en conciencia darles mi voto.
Creo que acerca del Partido Republicano y Donald Trump, no hace falta decir que también ha sido racista con la comunidad palestina, árabe, musulmana, incluso usando «palestino» como insulto hace un par de meses. Pero Kamala también está a la derecha de Trump en muchas cosas, diciendo que quiere ser más dura en la frontera que él, diciendo que quiere un ejército estadounidense más «letal». Votar constantemente por el llamado mal menor sólo allana el camino para el mal mayor.
En cualquier caso, creo que después de las elecciones mucha gente va a desaparecer en lo que respecta a Palestina, especialmente si gana el Partido Demócrata.
No podemos depender de los partidarios de ninguno de los dos partidos para que sean defensores a largo plazo de la lucha palestina. Por eso creo que depende de que los que venimos de comunidades oprimidas nos unamos para apoyarnos mutuamente y organizarnos cara a cara. Imaginemos si todos los millones y miles de millones de dólares que se invierten en el electoralismo se reinvirtieran en nuestras comunidades. El esfuerzo, los recursos y la campaña que hacen incluso las personas que no tienen dinero, ya sabes, todo el tiempo y la energía que se dedican al Partido Demócrata… imaginemos que dedicáramos ese tiempo y esa energía a las personas que sufren directamente el imperialismo estadounidense y la guerra.
Kafia Haile, Georgia, exprofesora universitaria y graduada de Spelman que votó por un demócrata todos los años desde 1998
Voy a votar por Jill Stein. Es porque mi línea roja, lo que más me importa, es Palestina. Y que Estados Unidos no debiera armar a Israel cuando sabemos muy claramente que Israel está cometiendo un genocidio en Palestina y, con el apoyo de Estados Unidos, está persiguiendo a la gente del Líbano, Irán y Siria. Esperaba más de Harris. Tenía esperanzas porque es una mujer negra. Reconozco que, como mujeres negras, hemos experimentado tanta opresión en este país que eso debería hacernos a todas más empáticas con lo que están pasando los palestinos. Pero hay una cita de Ruha Benjamin, una profesora universitaria que asistió a mi alma mater, Spelman College, que dijo: “Los rostros negros en los cargos altos no nos van a salvar”. No importa cuál sea su raza; deberíamos prestar atención a sus acciones y políticas.
Al principio, lo que vi fueron mujeres negras de mi comunidad que se decían en voz baja que no iban a votar por Harris. Creo que era porque queríamos apoyar a una mujer negra, pero también nos preocupaba que, si decíamos algo negativo públicamente sobre ella, eso atraería a los racistas que decidirían que podían empezar a decir algo racista porque su comunidad ya la estaba atacando. Pero luego las voces comenzaron a hacerse más fuertes y más numerosas. Tengo más de 40 años y estoy pidiendo un embargo de armas. Y creo que, dentro de mi grupo de edad (una mujer negra de clase media, con estudios universitarios y de unos 40 años), el Partido Demócrata espera que votemos por ellos sin dudarlo. Pero tuve una conversación con otra amiga de mi edad, otra mujer negra, y me dijo: “Si votas por Harris, ¿puedes mirar a un palestino a los ojos?”. Y yo le dije: “No”.
Dan Sheehan, Wyoming, autor y editor de Literary Hub, inmigró de Irlanda
No voy a votar por Kamala Harris. Personalmente, creo que la idea de votar por alguien que fue parte de una administración que presidió un genocidio y respaldó plenamente esas políticas y ha dejado en claro que no va a romper con ellas es aborrecible. Creo que considero que lo que ha sucedido en los últimos 13 meses es la mayor atrocidad de mi vida. Y desde un punto de vista moral, me parece imposible votar por ella.
Dicho esto, vivo en Wyoming. Soy consciente de que tengo el lujo de adoptar una postura moral en un estado profundamente republicano. Una gran parte de mí piensa que, si estuviera en un estado clave, no podría hacerlo. Creo que he esperado y esperado y esperado a que el grupo de Harris diera alguna pequeña indicación de que se produciría un cambio de política, o de que incluso tuvieran el suficiente respeto por la comunidad árabe estadounidense como para tomarse en serio su dolor, pero no he visto nada parecido. Si estuviera en Pensilvania, Michigan o Wisconsin, sinceramente no podría decir con seguridad si ese día votaría o no por Harris. Es una situación muy oscura y deprimente que la persona que ha formado parte de una administración que ha presidido un holocausto de niños sea el candidato moralmente superior de los dos, y creo que probablemente será así. Creo que no hay duda de que Trump empeorará las cosas para los estadounidenses vulnerables y no quiero ver castigadas a esas personas, la mayoría de las cuales se oponen firmemente a lo que está sucediendo en Gaza. Por eso, si yo estuviera en un estado clave, es muy posible que terminara votando por Harris.
Foto de portada: Manifestantes ondean banderas y pancartas mientras Kamala Harris habla en la Elipse de Washington, D.C., el 29 de octubre de 2024 (Amid Farahi/AFP/Getty Images).