Tribunal para Gaza: Voz de la humanidad para abordar el genocidio

Agencia Anadolu, Middle East Monitor, 15 noviembre 2024


El «Tribunal para Gaza» está conformado por un grupo de académicos, juristas, defensores de los derechos humanos, artistas y representantes de los medios de comunicación y de la sociedad civil que realizan una importante labor en pos de la justicia en nombre de los palestinos, ha declarado Richard Falk, ex relator especial de la ONU para los Territorios Palestinos Ocupados.

En una entrevista con Anadolu, Richard Falk subrayó que el objetivo del simbólico Tribunal, una iniciativa independiente con sede en Londres para investigar los aspectos jurídicos, políticos y éticos de lo que está ocurriendo en Gaza en medio de la ofensiva genocida de Israel, es hablar directamente a la humanidad.

Falk subrayó que la situación actual en Gaza, Líbano y Cisjordania ocupada ha alcanzado un «nivel crítico».

«Creo que es un periodo peligroso para la región, más que antes, porque (Israel) parece apuntar sus objetivos estratégicos a algún tipo de enfrentamiento con Irán, y eso sería un peligro extremo en lo que respecta a la paz y la estabilidad de la región, e incluso sin llegar a eso, la devastación y destrucción y la pérdida de vidas en el Líbano es un terrible añadido al genocidio de Gaza, que es el proceso subyacente».

Destacando los objetivos expansionistas de Israel en Gaza y Cisjordania, afirmó: «Por las expresiones políticas que escuchamos ahora de los dirigentes israelíes, la anexión de Cisjordania está en lo más alto de su agenda expansionista».

«Hay todo tipo de pruebas de que Israel no sólo está destruyendo la Franja de Gaza y devastando a la población y sus infraestructuras, sino que parece querer desposeer a tantos como sea posible».

«Es difícil saber dónde están dispuestos a acabar, pero la idea de convertir a toda una población en refugiados permanentes es inaceptable desde la perspectiva de los derechos humanos».

Esta situación, según Falk, «representa un riesgo de genocidio continuo, un mayor riesgo de hambruna masiva y enfermedades, así como la destrucción de la infraestructura ecológica de toda la zona».

Falk también hizo hincapié en que el apoyo de Estados Unidos y algunos países europeos a Israel ha agravado los problemas de la región.

«Estas son las principales preocupaciones que se ven acentuadas por el continuo apoyo prestado a Israel por EE. UU. y algunos otros países europeos que han hecho muy poco por la paz; han hablado algo de limitar lo que hace Israel, pero no han impuesto ninguna restricción significativa», explicó.

Alemania no considera que el genocidio sea una preocupación primordial

Mencionando el apoyo incondicional de Alemania a Israel y las razones históricas que lo sustentan, Falk afirmó que Berlín ha malinterpretado las lecciones del Holocausto.

Alemania considera el Holocausto únicamente como un genocidio dirigido contra los judíos y cree que su error en el pasado fue castigar a los judíos como minoría nacional, explicó.

Por eso «Alemania no ve el genocidio como una preocupación primordial […] piensan, o son conscientes, de que cualquier cosa contra Israel es una repetición del antisemitismo».

La Corte Penal Internacional, manipulada por presiones geopolíticas

Falk también comentó la discrepancia entre la pronta aprobación por parte de la Corte Penal Internacional (CPI) de la orden de detención contra el presidente ruso, Vladimir Putin, mientras que la solicitud contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, lleva pendiente seis meses.

Señaló que la CPI, creada por el Estatuto de Roma de 1998 y que no forma parte del sistema de la ONU, es muy susceptible a las presiones políticas y financieramente insegura.

«No hay duda de que existe un doble rasero, tanto en la práctica como en el grado en que la CPI está manipulada por presiones geopolíticas», afirmó Falk. «La CPI es muy vulnerable a las presiones políticas, insegura en cuanto a su base de financiación y, en general, ha desempeñado un papel tendencioso».

«La CPI debe distinguirse del Tribunal Internacional de Justicia, que ha mantenido la responsabilidad profesional de abordar la dimensión de derecho internacional de una disputa de esta magnitud y carácter, y su decisión del pasado enero, una decisión provisional que fue desafiada por Israel, fue una admirable muestra de independencia política».

«Incluso respecto a Estados Unidos y otros gobiernos que apoyan a Israel, los jueces que tenían esas afiliaciones nacionales, votaron profesionalmente, no como meros súbditos de su país particular, y eso es lo que debe hacer un tribunal internacional», añadió.

El Tribunal de Gaza habla en nombre del pueblo

Haciendo hincapié en la importancia mundial del Tribunal para Gaza, que él dirige, Falk subrayó que una de sus justificaciones era que «habla en nombre del pueblo y no pretende ser un órgano dirigido principalmente al gobierno».

Esbozó cuatro cuestiones prioritarias para el Tribunal, siendo la primera abordar el genocidio en Gaza. «Esa es la motivación central para la creación del Tribunal, no sólo describir y aportar las pruebas que confirmen una lectura del genocidio, sino también abordar todo el problema internacional del genocidio y su prevención».

La segunda prioridad es ayudar activamente a poner fin a las hostilidades en la región, afirmó Falk. «En otras palabras, aplicar con éxito un alto el fuego que detenga la propagación de la guerra y evite más sufrimientos intolerables para los pueblos de los Territorios Palestinos Ocupados», subrayó.

La tercera cuestión que pretende abordar es el apoyo exterior que ha recibido Israel y especialmente «la complicidad de los gobiernos de Europa y Norteamérica, y principalmente el papel de EE. UU.».

Falk señaló que, aunque Estados Unidos ha intentado recientemente demostrar su preocupación humanitaria, no ha tomado medidas para detener los actos genocidas diarios de Israel que tan graves sufrimientos causan.

También expresó su decepción por el hecho de que los Estados árabes vecinos de Israel no hayan tomado más medidas para oponerse a Tel Aviv.

A pesar de ello, acogió con satisfacción una reciente cumbre conjunta de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y la Liga Árabe en la capital saudí, Riad, y una declaración del príncipe heredero del reino, Mohammed Bin Salman, contra un ataque a Irán. Según Falk, este fue un acontecimiento significativo que podría cambiar el equilibrio en la región.

La cuarta cuestión es el fracaso de la ONU y otras instituciones internacionales a la hora de abordar los dramáticos crímenes internacionales y las tragedias humanas que han tenido lugar en la región.

Esto, dijo Falk, sugiere «que tiene que haber una reforma sustancial del sistema global para estructurarlo de tal manera que pueda proteger el interés humano y no ser sólo un vehículo de intereses nacionales enfrentados».

Tribunal para Gaza

Adoptando una vía alternativa a la justicia internacional, el Tribunal para Gaza pretende dar protagonismo a las voces de la sociedad civil en el examen de los abusos cometidos tras el conflicto que se intensificó tras los ataques dirigidos por Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023.

Su comité presidencial incluye a los ex relatores especiales de la ONU Michael Lynk y Hilal Elver, junto a académicos como Raji Sourani, Susan Akram, Ahmet Koroglu, John Reynolds, Diana Buttu, Cemil Aydin y Penny Green.

La creación del Tribunal refleja la creciente frustración ante las limitaciones y los retrasos percibidos en los sistemas formales de justicia internacional, como el TIJ y la CPI, en los que los casos relacionados con el conflicto palestino-israelí han avanzado con extremada lentitud.

Foto de portada: El ex relator especial de las Naciones Unidas para Palestina, Richard Falk, el 20 de marzo de 2017 [Jehan AlFarra/Middle East Monitor].

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