Rasha Jalal, The New Arab, 24 enero 2025
Traducido del inglés por Sinfo Fernández
Rasha Jalal es una periodista de la Franja de Gaza. Trabaja en varios medios de comunicación que cubren temas políticos, humanitarios y sociales palestinos y es miembro permanente del comité de jueces del premio anual Press House.
La cuestión de los presos palestinos relevantes en cárceles israelíes estuvo a punto de hacer descarrilar las negociaciones en los últimos momentos antes de que se alcanzara el acuerdo de alto el fuego entre Hamás e Israel que entró en vigor el 19 de enero de 2025.
En aquel momento, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó, sin pruebas, en una declaración emitida por su oficina el 16 de enero, que Hamás estaba «dando marcha atrás en determinadas partes» del acuerdo de alto el fuego, pero Hamás lo negó rápidamente y afirmó su compromiso con dicho acuerdo.
Cuando Hamás dirigió un ataque contra bases militares y asentamientos civiles israelíes el 7 de octubre de 2023, y consiguió capturar a 250 militares y civiles israelíes, el movimiento islamista trataba de presionar a Israel para que liberara a todos los miles de presos palestinos, sobre todo a dirigentes palestinos como Marwan Barghouti, figura destacada del movimiento Al Fatah.
Un alto puesto de Hamás en Estambul declaró a The New Arab, bajo condición de anonimato, que la delegación de su movimiento hizo grandes esfuerzos durante los meses de la guerra para obtener la aprobación israelí para liberar a destacados prisioneros en el marco del acuerdo de intercambio, pero que Israel se negó rotundamente.
El funcionario señaló que Israel había solicitado la liberación de soldados varones cautivos de Hamás como parte de la primera fase del acuerdo, pero Hamás había estipulado la liberación de destacados prisioneros palestinos a cambio, pero, de nuevo, Israel se negó.
¿Quiénes son las seis personalidades encarceladas en Israel?
El funcionario de Hamás dijo que solicitaban la liberación de seis destacados presos de las cárceles israelíes, a saber, Marwan Barghouti, condenado a cadena perpetua por apoyar operaciones de resistencia durante la Segunda Intifada; Ahmed Saadat, Secretario General del Frente Popular para la Liberación de Palestina; Abdullah Barghouti, ingeniero jordano de origen palestino, condenado a la pena de prisión más larga de la historia del conflicto palestino-israelí, que asciende a 67 cadenas perpetuas, por su responsabilidad en una serie de atentados con bomba que tuvieron lugar dentro de Israel entre 2000 y 2003; así como, Hassan Salameh, Abbas al-Sayed e Ibrahim Hamed, los más destacados líderes militares de Hamás condenados a cadena perpetua por estar detrás de numerosas operaciones de resistencia, que Israel se negó a liberar como parte de un acuerdo previo de intercambio de prisioneros en 2011.
Según los términos del actual acuerdo de alto el fuego, Hamás liberará a 33 prisioneros israelíes durante la primera fase, entre ellos mujeres, niños y ancianos, y a cambio Israel liberará a cientos de palestinos, entre ellos todas las mujeres y los niños.
A lo largo de los meses de la reciente guerra genocida, Israel anunció que Barghouti no sería liberado como parte del acuerdo de intercambio de prisioneros con Hamás, pero Hamás pretende repetir la experiencia del acuerdo Shalit en 2011, durante el cual el líder de Hamás Yahya Sinwar y más de 1.000 otros prisioneros palestinos fueron liberados.
Hamás sigue teniendo la carta más fuerte para liberar a más y más prisioneros palestinos valiosos, incluidos los líderes palestinos, durante las negociaciones para la segunda fase del acuerdo de alto el fuego: los soldados varones israelíes que mantiene cautivos, entre los que destaca Asaf Hamami, coronel del ejército israelí y comandante de la Brigada Sur de la División de Gaza.
«La cifra de militares israelíes es suficiente para liberar a Barghouti e incluso a todos los palestinos en las cárceles israelíes», señaló el funcionario de Hamás a The New Arab.
Un proceso «difícil y arduo
El funcionario de Hamás esperaba que las negociaciones para liberar a estos soldados israelíes varones durante la segunda fase del acuerdo fueran «difíciles y arduas, aunque Israel puede facilitarlo».
Señaló además que Israel «está presionando para no conceder a Hamás el derecho a elegir los nombres de los prisioneros palestinos que serán liberados», y añadió que los mediadores egipcios habían manifestado sentirse poco optimistas respecto a que Israel acepte la liberación de los seis prisioneros que Hamás exige.
El responsable de Hamás explicó que los mediadores egipcios y qataríes plantearon a ambas partes la idea de deportar a los prisioneros que Israel se niega a liberar para superar este problema, y señaló que esta propuesta sigue siendo estudiada por el movimiento islámico y aún no ha recibido la aprobación ni de Hamás ni de Israel.
«La cuestión de la liberación de los seis prisioneros genera el temor entre los residentes de la Franja de Gaza de que pueda provocar el fracaso de las negociaciones de la segunda fase y la reanudación de la guerra», declaró a The New Arab Talal Okal, escritor del periódico local Al-Ayyam.
El primer ministro israelí, Netanyahu, afirmó el 17 de enero que Israel había recibido garantías de los presidentes estadounidenses, Joe Biden y Donald Trump, de poder reanudar los combates si fracasaba la segunda fase del acuerdo.
Okal señaló que Hamás no renunciaría fácilmente a su oportunidad de liberar a los seis prisioneros, «y que seguirá presionando a Israel para que los libere, lo que aumentará la posibilidad de que Israel reanude la guerra».
Por su parte, el experto en asuntos israelíes Wadih Abu Nassar señaló a The New Arab: «Israel insiste en negarse a liberar a Marwan Barghouti porque es una figura aceptada por todas las facciones palestinas, y esto reforzaría la unidad y pondría fin a la división palestina».
«Creo que Barghouti puede ser la figura de transición que el sistema político palestino necesita desesperadamente, y puede introducir cambios radicales en la Autoridad Palestina, especialmente en lo que respecta a la coordinación de la seguridad con Israel», añadió.
Abu Nassar opinó que descartaba la suspensión de la segunda fase de las conversaciones de alto el fuego debido a este problema, argumentando: «Creo que los mediadores, incluida la nueva administración estadounidense, no permitirán que se reanude la guerra de ninguna manera».
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