Kathy Kelly, CounterPunch.org, 10 febrero 2025
Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Kathy Kelly (kathy@worldbeyondwar.org), presidenta de la junta directiva de World BEYOND War, coordina el Merchants of Death War Crimes Tribunal (Tribunal de Crímenes de Guerra de los Mercaderes de la Muerte) de noviembre de 2023. Es autora de “Other Lands Have Dreams”, publicado por CounterPunch/AK Press.
En una conferencia de prensa celebrada el 4 de febrero de 2025 en Washington, D.C., el presidente Trump, de pie junto al primer ministro israelí Netanyahu, anunció la intención de Estados Unidos de convertir la Franja de Gaza en algo que podría ser fenomenal… la Riviera de Oriente Medio.
Leyendo en notas preparadas, declaró: «Estados Unidos se hará cargo de la Franja de Gaza». Dijo que los palestinos de Gaza serían reubicados en otros países, y más tarde cuestionó que tuvieran razones para querer volver. Continuó diciendo que decidiría sobre la anexión israelí de Cisjordania en el próximo mes.
Según el derecho internacional, el traslado forzoso de personas de sus tierras es un crimen contra la humanidad. La anexión viola el derecho de los pueblos a la autodeterminación, un principio fundamental del derecho internacional.
Estados y sociedades de todo el mundo condenaron duramente el total desprecio del presidente Trump por el derecho internacional. Y, sin embargo, cada Estado miembro de la Asamblea General de las Naciones Unidas tiene el deber, ahora, en virtud del derecho internacional, de abstenerse de cualquier acción que permita al ejército israelí continuar su ocupación ilegal del Territorio Palestino Ocupado.
Esto significa que todos los Estados deben detener los envíos de armas a Israel. Estados Unidos, por ejemplo, está obligado a no enviar los mil millones de dólares en bombas, rifles, municiones y excavadoras Caterpillar que el presidente Trump había preparado para enviar a Israel.
En el pasado, los demócratas en posiciones de poder permitieron al presidente Biden aprovisionar a Israel con ventas masivas de armas, permitiendo una matanza, durante los últimos 15 meses, que ha dejado Gaza en ruinas. En junio de 2024, tras intensas presiones de la administración Biden, el Congreso de Estados Unidos avanzó en una venta de armas a Israel por valor de 18.000 millones de dólares.
Pankaj Mishra, ensayista y novelista indio, describe con tristeza la sombría realidad del tráfico internacional de armas. «Hay algo enfermizo y podrido», escribe Mishra, “en los Estados y sociedades que no sólo apoyan y permiten los asesinatos en masa, sino que también ganan dinero con ellos”.
En todo el mundo, grupos de base luchan por defender el derecho internacional y oponerse a los gobiernos que apoyan la matanza y destrucción al por mayor de palestinos por parte de Israel en el Territorio Palestino Ocupado.
En Irlanda, activistas de todo el país celebran manifestaciones semanales en las que insisten en que Irlanda no debe permitir el uso del aeropuerto de Shannon para el transporte de armas o material destinado al ejército israelí.
Un panfleto que anuncia una próxima acción en el aeropuerto de Shannon el 9 de febrero de 2025 llama a protestar contra «el uso del espacio aéreo irlandés para entregar armas, tecnología y apoyo logístico al Estado genocida y de apartheid de Israel, que ha matado a más de 47.000 palestinos en los últimos 15 meses, incluidos más de 17.000 niños, mientras que más de 100.000 han quedado mutilados. En Cisjordania han muerto más de 800 personas, y continúa la brutal ocupación ilegal de Israel…»
Los activistas europeos de derechos humanos subrayan que la Unión Europea es el mayor socio comercial de Israel, con un 28,8% de su comercio de bienes en 2022. Israel también se encuentra entre los principales socios comerciales de la UE en la zona del Mediterráneo.
Ahora, una coalición de más de 160 organizaciones de derechos humanos, sindicatos y grupos de la sociedad civil pide a la Comisión Europea que tome medidas inmediatas para prohibir todo comercio y negocio con los asentamientos ilegales de Israel en los Territorios Palestinos Ocupados, incluido Jerusalén Oriental. La petición de la coalición sigue a una histórica opinión consultiva emitida por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en julio de 2024, que reafirmó que:
«Mientras no se ponga fin a la ocupación israelí, los terceros Estados deben detener inmediatamente toda forma de ayuda o asistencia que contribuya a mantener la ocupación ilegal, lo que incluye detener las transferencias de armas a Israel y cesar todo comercio con los asentamientos ilegales.»
Robert Jereski, abogado de Nueva York, trabaja con Code Pink y una coalición de activistas que hacen campaña para que los Estados miembros de la ONU suspendan a Israel de las Naciones Unidas porque ha asesinado a palestinos y los ha expulsado de sus tierras. Jereski y sus colegas señalan que las renovadas ofensivas de Israel en Cisjordania marcan un cambio en las tácticas de genocidio más que un alto el fuego real. El bombardeo israelí de Yenín ha provocado el desplazamiento forzoso de 26.000 palestinos. El ejército israelí ha intensificado las detenciones y restricciones generalizadas mientras continúa la expansión de los asentamientos a un ritmo sin precedentes, con frecuentes aprobaciones de nuevos puestos avanzados y viviendas.
Las declaraciones más recientes del presidente Trump, junto con su retirada de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, subrayan la necesidad urgente de que la Asamblea General de las Naciones Unidas celebre una reunión de emergencia. La AGNU debe juzgar si Estados Unidos deja de ser un árbitro imparcial y es, en cambio, parte en el genocidio de Gaza. Además, la AGNU debe decidir si suspende el derecho de veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad sobre asuntos relacionados con Israel y los Territorios Palestinos Ocupados.
Teniendo en cuenta la observación de Pankaj Mishra de que hay algo enfermizo y podrido en el acto de permitir asesinatos masivos y beneficiarse de ellos, debemos prometer que nunca dejaremos de clamar para que los Estados miembros de las Naciones Unidas cumplan sus obligaciones en virtud del derecho internacional y estén a la altura de la misión fundacional de la ONU: erradicar la lacra de la guerra para las generaciones futuras.
Foto de portada de Nathaniel St. Clair.