Anas Ambri y Hope Barker, The New Arab, 19 febrero 2025
Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Anas Ambri es investigador en The New Arab Investigative Unit. Sus áreas de interés son: libertad de información, migración, Oriente Medio y Norte de África.

Hope Barker es investigadora independiente experta en política migratoria de la UE, tecnologías fronterizas y muertes y desapariciones en las fronteras de la UE. Bluesky: https://bsky.app/profile/hopeamelie.bsky.social
Para Abu Iskander Alshami, la cuestión de regresar a una Siria post-Asad está plagada de incertidumbre. «Mi situación es similar a la del 90% de los sirios: indecisión», declaró a The New Arab.
Hablamos con Alshami el 17 de diciembre de 2024, pocos días después de que el dictador sirio Bashar al-Asad escapara del país. Originario de Damasco, Alshami vive en Chipre desde hace nueve años.
«Algunas personas no pueden volver simplemente porque no tienen un hogar al que regresar. También es mi caso. Mi casa fue bombardeada. No puedo volver si eso significa acabar viviendo en la calle», dijo Alshami.
Durante el último año, The New Arab (TNA) ha investigado el Programa de Retorno Voluntario de Chipre, el proyecto insignia del país destinado a apoyar a las personas que desean regresar a su país de origen «de forma organizada, segura y digna».

Un cartel en el interior de Pournara, el principal centro de acogida de refugiados de Chipre, anuncia el retorno voluntario de sus residentes, en su inmensa mayoría sirios. Marzo de 2024. [TNA]
Nuestra investigación revela una realidad diferente. El Ministerio del Interior chipriota está utilizando la coacción y el engaño para presionar a las personas para que regresen voluntariamente, a expensas de las obligaciones del país en virtud del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
En el caso de los solicitantes de asilo sirios, esto incluye la denegación del acceso al asilo, la detención ilegal en condiciones «contrarias a los valores europeos y a la legislación internacional sobre derechos humanos», y acusaciones infundadas de delitos graves.
El programa de retorno voluntario de Chipre cuenta con el apoyo financiero y operativo de la Comisión Europea (CE) y Frontex, la agencia de fronteras de la UE.

Margaritis Schinas (izquierda), excomisario europeo de Fomento del Estilo de Vida Europeo, habla con Hans Leijtens (derecha), director ejecutivo de Frontex, antes de una reunión de la UE el 29 de septiembre de 2023 en Bruselas, Bélgica. [GETTY]
La CE también ha animado a más países a adoptar el «modelo» chipriota de deportaciones, lo que supondría más dolor para el más de un millón de solicitantes de asilo y refugiados sirios que viven en Europa.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) no promueve actualmente los retornos voluntarios a gran escala a Siria.
TNA se puso en contacto con las autoridades chipriotas, la Comisión Europea y Frontex para recabar sus comentarios sobre esta noticia. Un portavoz del Ministerio del Interior nos remitió al Viceministerio de Migración. Nuestros correos electrónicos y llamadas a este último no obtuvieron respuesta.
Un portavoz de Frontex dijo a TNA que la agencia no apoya actualmente las devoluciones a Siria desde Chipre, ni desde ningún otro Estado de la UE. Añadieron que los especialistas en retornos de Frontex en Chipre sólo facilitan información sobre retornos voluntarios a los sirios que preguntan por ellos «por iniciativa propia».
No se ha recibido ninguna otra respuesta a tiempo para su publicación.
Una política de exclusión
Los refugiados sirios empezaron a llegar a Chipre en pequeñas cantidades en 2002. Sin embargo, el endurecimiento de las fronteras en toda Europa continental a raíz de la llamada crisis de los refugiados de 2015 obligó a millones de ellos a buscar vías alternativas para alcanzar las costas europeas.

El Ayhancan, un barco que transportó a 129 sirios a Chipre en noviembre de 2019. Según la policía chipriota, la embarcación partió de Turquía. [GETTY]
Entre 2018 y 2022, Chipre recibió el mayor número de solicitudes de asilo per cápita entre los 27 estados de la UE, predominantemente de sirios. Mientras tanto, las reubicaciones de refugiados de Chipre a otros países de la UE, destinadas a distribuir de manera más justa la carga de la migración en toda la Unión, se mantuvieron muy por debajo de las expectativas.
En el último año, los países de la UE habían presionado para que se normalizaran las relaciones con Asad como primer paso para animar a los refugiados sirios a regresar.
La caída del régimen baasista ha acelerado este impulso en toda la UE. Poco después de la caída de Asad, 17 gobiernos europeos se apresuraron a suspender los procedimientos de asilo para los ciudadanos sirios.

Un grupo de personas celebrando la caída del régimen de Bashar al-Asad en Berlín, Alemania, el 8 de diciembre de 2024. [GETTY]
En Chipre, el impulso a las devoluciones no es nada nuevo. Ya en abril de 2024, las autoridades chipriotas anunciaron que dejarían de tramitar las solicitudes de asilo de sirios, incluso para algunos que llevaban cuatro años en el país.
A los sirios recién llegados se les prohíbe trabajar en sus primeros nueve meses en la isla, y a menudo se les niega el acceso a todo tipo de ayuda material, lo que ha empujado a muchos a quedarse sin alguna forma de hogar.
Mientras tanto, las autoridades chipriotas han animado activamente a los refugiados sirios a regresar voluntariamente a Siria, ofreciendo 1.500 euros y un billete de ida a quien lo haga.
Desde la caída de Asad, sólo 755 de los 30.000 sirios que se encuentran actualmente en Chipre han regresado «voluntariamente» a su país de origen, según cifras del gobierno. Al menos 14.000 de ellos siguen esperando a que se tramiten sus solicitudes de asilo.

Nada más llegar a Chipre, los solicitantes de asilo sirios deben dirigirse a Pournara, el principal centro de acogida de refugiados del país, para iniciar los trámites de asilo. Marzo de 2024. [TNA]
Chipre: número uno de la UE en deportaciones
El 1 de diciembre de 2022, hablando en una reunión de la Comisión Europea (CE), Nicos Nouris, entonces ministro del Interior de Chipre, proclamó que su país había alcanzado el primer puesto entre los Estados miembros de la UE -per cápita- en el número de personas que deportaba.
Según Nouris, una de las fuerzas motrices de este éxito fue el «énfasis en el programa de retorno voluntario» de su ministerio, que según él representaba el 87% de las «casi 7.000» personas deportadas hasta ese momento en 2022.
En realidad, sólo 4.205 personas fueron devueltas desde Chipre ese año, según la oficina estadística de la Unión Europea.
A diferencia de los retornos forzosos, los retornos voluntarios son repatriaciones de ciudadanos extracomunitarios a su país de origen «basadas en una elección libre e informada». Sin embargo, la inmensa mayoría de las personas que aceptan regresar voluntariamente desde Chipre son individuos que han agotado todas las vías legales para permanecer en el país y han recibido la orden de marcharse.
Más o menos al mismo tiempo que el discurso de Nouris, los informes sobre coacciones en el marco del programa de retorno voluntario de Chipre empezaron a cuestionar la narrativa presentada por las autoridades.
El 28 de diciembre de 2022, la plataforma de noticias online InfoMigrants publicó el relato de Chazel, un solicitante de asilo congoleño en Chipre, y su deportación coaccionada, al parecer disfrazada de voluntaria.
Acusado de participar en una pelea en Pournara, el principal centro de acogida de refugiados de Chipre, Chazel fue detenido junto a otros 69 solicitantes de asilo.
En lugar de un abogado, los detenidos recibían la visita diaria de un agente de policía de la Unidad de Extranjería e Inmigración, que los presionaba para que firmaran acuerdos de retorno voluntario, bajo amenaza de deportación forzosa.

El 28 de octubre de 2022 estallan enfrentamientos en el campo de acogida de refugiados de Pournara. Muchos residentes del campo se ven obligados a huir. [GETTY]
Aunque Chazel acabó aceptando su deportación, otros pudieron impugnar su detención. En al menos dos casos, los jueces determinaron que la detención había sido ilegal. En efecto, nueve meses después del incidente, la policía no había investigado sus acusaciones.
El «problema sirio» en los centros de detención de Chipre
Los solicitantes de asilo son detenidos habitualmente en Menoyia, el único centro de internamiento de inmigrantes de la isla, que se utiliza para alojar hasta 128 personas destinadas a la deportación.
Cuando Menoyia alcanza su capacidad máxima, se utilizan también celdas adicionales en 22 comisarías de todo el país, con lo que la capacidad total asciende a 322 personas.
En marzo de 2024, uno de los autores de esta investigación visitó la comisaría de Lakatamia, como investigador independiente de una delegación de diputados del Parlamento Europeo (PE). Algunos de los detenidos del incidente de Pournara estuvieron recluidos en esta comisaría.

La comisaría de policía de Lakatamia, a las afueras de Nicosia, la capital de Chipre, que visitó la delegación de eurodiputados en marzo de 2024. [Policía de Chipre/para un uso justo]
25 celdas de la comisaría estaban reservadas para personas en situación de detención administrativa: solicitantes de asilo detenidos en virtud de la legislación chipriota sobre refugiados.
La legislación chipriota y de la UE prohíben la detención arbitraria de solicitantes de asilo. Sin embargo, el Ministerio del Interior puede detener a refugiados en casos excepcionales, como la protección de la seguridad nacional.
En la comisaría de Lakatamia, los agentes de policía hablaron de lo que llaman el «problema sirio»: el reto de deportar a los sirios, que no pueden ser devueltos a la fuerza a su país. Sin embargo, pueden optar por regresar voluntariamente a través de Ammán (Jordania) o Beirut (Líbano).
Frontex, la agencia de fronteras de la UE, forma a los agentes de la Unidad de Extranjería e Inmigración de la policía para que señalen a todo aquel que exprese su voluntad de regresar durante los interrogatorios policiales.
En el momento de la visita de la delegación, había ocho solicitantes de asilo detenidos, cinco de ellos procedentes de Siria.
Fares*, uno de los detenidos sirios, dijo a la delegación que llevaba ya dos meses detenido. Su orden de detención, que vio la delegación, afirmaba que era una «amenaza para el orden público y la seguridad» de Chipre. También se dictó contra él una orden de expulsión al Líbano, en lugar de a Siria.

Imagen de la orden de deportación de Fares al Líbano, firmada por el actual director del Departamento de Migración del recién creado Viceministerio de Migración. [TNA]
En una reunión posterior, la delegación expuso el caso de Fares a Andreas Georgiadis, jefe del Servicio de Asilo de Chipre.
Georgiadis dijo que las órdenes de detención de sirios suelen dictarse en casos de delitos graves. Aunque la deportación no sea posible, estas órdenes se utilizan para prolongar la detención, que no tiene límite de tiempo para los solicitantes de asilo.
Como las órdenes no proceden de funcionarios judiciales, a veces carecen de la supervisión que se concede a los sospechosos habituales de delitos. La mayor duración de la detención ilegal de un solicitante de asilo sirio en Chipre es de dos años, nueve meses y doce días.
En el pasado, las autoridades chipriotas justificaban este tipo de detención alegando posibles vínculos con el terrorismo y utilizando pruebas un tanto dudosas.
«Ningún solicitante de asilo sirio ha sido nunca condenado por un delito relacionado con el terrorismo [en Chipre]», declaró a TNA Corina Drousiotou, asesora jurídica principal de la ONG Cyprus Refugee Council. «Las pruebas [en esos casos] son muy vagas», añadió.
En julio de 2019, un grupo de 15 detenidos, entre ellos nueve sirios, iniciaron una huelga de hambre en el interior del centro de Menoyia, para protestar por su prolongado encarcelamiento.

Un vistazo al interior de las celdas de detención de la Policía de Lakatamia. Al parecer, los solicitantes de asilo grabaron el vídeo original en julio de 2012, mientras estaban en huelga de hambre contra su prolongada detención. [nadiasyria/Youtube/uso justo].
Entre 2020 y 2023, el Tribunal Supremo de Chipre dictó una serie de resoluciones de Habeas Corpus en las que determinaba que algunas de estas detenciones -que duraron entre 14 y 21 meses- eran ilegales. Las autoridades tampoco habían investigado las supuestas amenazas a la seguridad nacional utilizadas para justificar su detención, al igual que en el caso de los codetenidos de Chazel.
Nicoletta Charalambidou, abogada de derechos humanos con sede en Nicosia que representó a los detenidos sirios ante el tribunal, declaró a TNA que las autoridades visitaban mensualmente a los detenidos, animándoles a inscribirse para el retorno voluntario.
«[Algunos de los detenidos] se lo estaban pensando. Si no fuera por la situación en Siria antes de la caída de Asad, la gente podría haber decidido realmente ‘regresar voluntariamente’», dijo Charalambidou.
En uno de los casos, el Tribunal Supremo reprendió a las autoridades chipriotas y europeas por su uso de la detención para forzar la deportación de sirios
En opinión del Tribunal, las autoridades estaban claramente ganando tiempo, buscando terceros países a los que deportar a los detenidos, siendo plenamente conscientes de que Siria seguía siendo una zona de guerra.

Imagen tomada en el interior de Pournara, el principal centro de acogida de refugiados de Chipre, durante una visita en marzo de 2024. El Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa considera que Pournara presenta condiciones «similares a las de una prisión». [TNA]
Según Charalambidou, las autoridades se centran ahora en los residentes sirios de larga duración en Chipre.
La gran mayoría de los sirios en el país no tienen derecho a la reagrupación familiar. La abogada chipriota declaró a TNA que las autoridades interpretan las transferencias de dinero a familiares en su país como facilitación de contrabando.
Sólo en el último año, Charalambidou ha tenido 7 u 8 casos en los que las autoridades detenían a sirios bajo cargos dudosos de contrabando o terrorismo, y los retenían hasta 12 meses con el objetivo de deportarlos. El caso de Fares fue uno de ellos.
Mientras tanto, para los sirios que no están detenidos, el empeoramiento generalizado de sus condiciones de vida ha empujado a muchos a considerar la posibilidad de marcharse.
Drousiotou, del Consejo Chipriota para los Refugiados, declaró a TNA que «las condiciones son tan malas que la gente se está viendo abocada [a la] pobreza».
«Hemos tenido familias de sirios en las que el padre está enviando a su mujer y a sus hijos de vuelta a Siria. Y esto es antes de noviembre [es decir, antes de la caída de Asad], por desesperación, porque simplemente no pueden permitirse el lujo de mantenerlos», añadió Drousiotou.

Imagen tomada de la valla de seguridad que rodea Pournara, el principal centro de acogida de refugiados de Chipre, durante una visita en septiembre de 2023. [TNA]
Demasiados retornos que supervisar
Maria Stylianou-Lottides, comisaria chipriota de Protección de los Derechos Humanos, tiene el mandato de supervisar las deportaciones forzosas para comprobar que se respetan los derechos humanos, como exige la legislación de la UE. Según ella, nunca se ha deportado a ningún sirio detenido.
Sin embargo, debido al elevado número de vuelos de deportación, su oficina simplemente no tiene capacidad para supervisarlos todos.
En 2024, la comisaria sólo supervisó 45 (32%) de los 141 vuelos de deportación. Según su informe de 2023, la policía es en parte responsable de los bajos índices de supervisión, ya que sólo informa a la comisaria de las deportaciones 24 horas antes del vuelo previsto.
La comisaria añadió que no supervisan las devoluciones voluntarias realizadas fuera del centro de detención, que son a las que pueden apuntarse los sirios.

El primer vuelo de deportación del Reino Unido a Ruanda en junio de 2022, después de que una orden del Tribunal Europeo de Derechos Humanos obligara a suspenderlo. [GETTY]
Para Drousiotou, asesora jurídica del Consejo de Refugiados de Chipre, el elevado número de retornos voluntarios no supervisados es preocupante porque dificulta la identificación de «prácticas sistémicas».
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) tiene presencia en la isla, pero ha sido marginada por las autoridades.
Según Louise Donovan, responsable de comunicación del ACNUR, la agencia no ha podido verificar si los retornos de Chipre a Siria son realmente seguros y voluntarios.
A falta de una supervisión adecuada, Chipre podría incurrir en una violación del Convenio Europeo de Derechos Humanos por su programa de retorno voluntario.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), encargado de defender el Convenio, ha dictaminado anteriormente que los países pueden ser considerados responsables de los resultados de sus devoluciones coaccionadas de solicitantes de asilo, aunque fueran voluntarias sobre el papel.
En 2019, el TEDH dictaminó que las autoridades finlandesas no podían eximirse de su responsabilidad en el presunto asesinato de un solicitante de asilo que deportaron a Iraq, a pesar de que firmó una renuncia como parte de su retorno.
Dicha renuncia no era válida, en opinión del tribunal, porque el retornado no había hecho «una elección verdaderamente libre».
La sentencia fue invalidada en 2021, cuando las autoridades finlandesas pudieron demostrar que el solicitante de asilo seguía vivo en Iraq y que las pruebas relacionadas con su muerte habían sido falsificadas.
Al comentar este caso, Jean-Pierre Gauci, investigador principal del Instituto Británico de Derecho Internacional y Comparado, escribió que «aunque la decisión ha sido anulada desde entonces por razones de hecho, el razonamiento sigue siendo persuasivo».
Entra Frontex
Chipre ha contado con el apoyo de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) para reforzar sus programas de retorno, tanto forzoso como voluntario.
Como asesores en materia de retorno, los funcionarios de Frontex informan a las personas sobre «la obligación de abandonar el país y las consecuencias de no hacerlo», además de fomentar el retorno voluntario.
El primer consejero de Frontex llegó a Chipre en marzo de 2021. Un portavoz de Frontex dijo a TNA que la agencia desplegó 11 consejeros de retorno en Chipre en 2023, donde llevaron a cabo 6.806 sesiones de asesoramiento para promover los retornos voluntarios.

Un cartel en la puerta de la oficina de Frontex dentro del campamento de Pournara en Chipre. Marzo de 2024. [TNA]
Esto sugiere que los funcionarios de Frontex interactuaron con más de la mitad de todas las personas que fueron recibidas en Pournara ese año. La inmensa mayoría de los residentes de Pournara procedían de Siria.
Los consejeros de Frontex siguieron promoviendo el retorno voluntario de sirios incluso después de que Chipre impusiera sus medidas hostiles en abril de 2024. En los diez primeros meses del año, se llevaron a cabo en Chipre 5.487 sesiones de asesoramiento a cargo de 12 funcionarios de Frontex.

Pizarra blanca en el interior de la oficina de Frontex en el campo de Pournara, en la que se enumeran los incentivos económicos disponibles para las personas que acepten ser deportadas de Chipre. Marzo de 2024. [TNA]
Durante la visita de los eurodiputados a Chipre en marzo de 2024, los funcionarios de Frontex dijeron a la delegación que la mayoría de los solicitantes de asilo prefieren inscribirse en los retornos voluntarios de Chipre -frente al Programa de Reintegración de la UE financiado por Frontex- porque les permite recibir una compensación económica mayor justo antes de embarcar en el aeropuerto.
A diferencia de Frontex, Chipre ofrece a las personas procedentes de Siria, Irán y Afganistán entre 1.000 euros (1.035 dólares) y 1.500 euros (1.553 dólares) como incentivo para su deportación. Las solicitudes de asilo procedentes de estos tres países representaron el 75% de todas las solicitudes recibidas en Chipre en los once primeros meses de 2024.

Listas de países e incentivos económicos ofrecidos a las personas que se inscriban en los programas de retorno voluntario de Chipre (izquierda) y Frontex (derecha). Fotografía tomada en el interior de la oficina de Frontex en el campo de Pournara en marzo de 2024. [TNA]
Una maquinaria de deportación sobrealimentada
Con la ayuda de Frontex, el Ministerio del Interior ha convertido su programa de retorno en una auténtica maquinaria de deportación.
Un portavoz de la agencia justificó su participación afirmando que, en el 95% de las devoluciones de 2024, «los migrantes decidieron regresar voluntariamente, sin que se utilizara la fuerza.»
Según su jefe de enlace en Chipre, Gregoris Apostolis, Frontex ya está probando este modelo de cooperación en otros Estados de la UE, incluida Bulgaria.
Mientras tanto, dentro de Frontex, el personal expresó su preocupación por la forma en que se estaban llevando a cabo las devoluciones.
A partir de abril de 2022, los observadores de los derechos fundamentales de Frontex denunciaron múltiples casos de solicitantes de asilo «presionados» para participar en retornos voluntarios, que recibían información engañosa sobre la situación en su país de retorno y a los que se decía que sus solicitudes de asilo no tenían posibilidades de prosperar.

Extractos de los informes de los observadores de derechos fundamentales de Frontex tras sus visitas a Chipre en 2022. Los informes mencionan casos de presión externa ejercida sobre los solicitantes de asilo en Pournara para que firmaran el retorno voluntario. [Red de Observación de la Violencia Fronteriza a través de una solicitud de información pública].
El Foro Consultivo de Frontex, órgano independiente de la agencia encargado de salvaguardar los derechos humanos, también expresó su preocupación por el carácter «voluntario» de los retornos.
Especialmente en el caso de los solicitantes de asilo sirios, el foro informó en mayo de 2024 de que «podría ser demasiado pronto y engañoso» promover los retornos voluntarios de sirios, dado que el acceso al asilo estaba suspendido. Sugirió que Frontex dejara de proporcionar asesoramiento sobre el retorno en Pournara.

Extracto de un informe presentado por el Foro Consultivo (FC) al Consejo de Administración de Frontex en mayo de 2024, tras una visita a Chipre. [TNA vía solicitud FOI].
La dirección de Frontex no hizo caso de su llamamiento. En una respuesta detallada al foro, el director ejecutivo de Frontex, Hans Leijtens, defendió las actividades de la agencia en Chipre.
Según él, los consejeros de retorno de Frontex tenían que quedarse, ya que su marcha «afectaría negativamente a la posición informativa de los migrantes».
«La posición informativa de los migrantes»
TNA obtuvo la copia de una conversación de WhatsApp de una persona que se acercó a la oficina de retornos voluntarios dentro de Pournara para pedir asesoramiento.
En el intercambio de chats, realizado entre el 1 y el 6 de diciembre de 2024, unos días antes de la caída de Asad, Badr* preguntó a los asesores qué tipo de apoyo podrían proporcionarle las autoridades chipriotas para su regreso como sirio en Chipre de vuelta a Alepo.
En aquel momento, los grupos de oposición sirios acababan de retomar la ciudad y estaban en camino de derrocar al régimen de Bashar al Asad. En un mensaje, Badr mencionó que su mujer y sus hijos estaban atrapados en Alepo debido a los continuos bombardeos.
En respuesta, uno de los agentes le dijo que las autoridades chipriotas le reservarían un vuelo directo a Ammán, en Jordania, donde podría tomar un autobús hasta Damasco.
«Desde Damasco, tendrás que arreglártelas por tu cuenta», añadió otro agente en un segundo mensaje de voz.
Sin embargo, en la información proporcionada faltaba el hecho de que cualquier viaje de Damasco a Alepo en ese momento implicaría cruzar la línea de combate entre las fuerzas pro y anti-Asad.
Los agentes intentaron llamar a Badr para hablar de la situación con más detalle, pero no lo consiguieron.
El 6 de diciembre, las autoridades jordanas cerraron el paso fronterizo de Nasib con Siria. Badr preguntó a los agentes si eso afectaría de algún modo a su regreso. Nunca recibió respuesta.
TNA preguntó a Aydan Iyigüngör, copresidente del Foro Consultivo de Frontex, qué medidas debería tomar la agencia fronteriza a la hora de asesorar en un caso como el de Badr.
Iyigüngör nos dijo que, en un escenario ideal, el funcionario de Frontex crearía un Informe de Incidente Grave (SIR, por sus siglas en inglés). «Siempre que haya riesgo de violación de derechos fundamentales, existe la obligación de informar sin demora», dijo.
Un portavoz de Frontex dijo que no se había presentado ningún SIR por los retornos voluntarios de sirios durante la ofensiva rebelde.
Más dinero de la UE para retornos coaccionados y «voluntarios»
Aunque la Comisión Europea (CE) ha reconocido la necesidad de una supervisión independiente del retorno voluntario de sirios, no está poniendo su dinero donde está su boca.
TNA revisó los proyectos que la CE ha acordado financiar en Chipre con cargo a su Fondo de Asilo, Migración e Integración para el periodo 2021-2027.
La Comisión ha asignado cero fondos para supervisar los retornos voluntarios de Chipre de los 56,4 millones de euros (58,4 millones de dólares) que ya ha desembolsado.
Entre mayo de 2022 y septiembre de 2024, la CE proporcionó a Chipre 9,7 millones de euros (10 millones de dólares) para su programa de retornos voluntarios, el 90% del presupuesto del programa. Con esa cantidad, Chipre deportó a unas 12.600 personas como «retornos voluntarios asistidos», alrededor del 1,3% de su población.
Para el mismo periodo, la Comisión asignó unos 2 millones de euros para el retorno forzoso de unas 4.507 personas desde Chipre.
Jeff Crisp, experto en refugiados y asilo de la Universidad de Oxford, declaró a TNA que «los retornos forzosos en los que las personas son realmente esposadas y metidas en un avión y enviadas con agentes de seguridad son mucho, mucho más caros que si se puede persuadir a alguien para que suba al avión por sí mismo».
La UE asignó unos míseros 121.547 euros (125.795 dólares) al Comisario para la Protección de los Derechos Humanos de Chipre para supervisar las deportaciones forzosas entre julio de 2022 y diciembre de 2027.
La Comisión Europea también financia ahora la construcción de nuevas instalaciones para detener a más solicitantes de asilo con el objetivo de deportarlos.
En junio de 2024, anunció la asignación de unos 67,7 millones de euros (70 millones de dólares) para Limnes, un complejo de 84,9 millones de euros, cuya finalización está prevista para 2025, que incluirá un «centro de detención especializado para retornados» y un centro de acogida.
El centro de detención albergará hasta 800 personas que hayan recibido una orden de expulsión, incluidas aquellas para las que la orden no pueda ejecutarse. Limnes multiplicará por siete la capacidad de Chipre para obligar a regresar a personas como Fares.

El centro de recepción y detención de Limnes, visto durante una visita en marzo de 2023. Una vez terminado, aumentará la capacidad de detención de inmigrantes de Chipre en 800 unidades. [TNA]
En octubre de 2024, después de que Italia y Austria pidieran a la UE que declarara partes de Siria seguras para las deportaciones, la Comisión Europea anunció un fondo de 25 millones de euros para «nuevos modelos de incentivación del retorno voluntario asistido» para los países mediterráneos bajo presión migratoria.
El anuncio señalaba específicamente los retornos voluntarios de Chipre como un modelo de éxito que podría beneficiarse de más recursos.
Hasta el 30% de los fondos asignados podrían utilizarse como compensación para las personas condenadas a deportación forzosa que decidan «cooperar» a cambio.
TNA preguntó a la comisión si se había asignado financiación adicional al programa de retornos de Chipre en el marco de este nuevo fondo. No se recibió respuesta a tiempo para su publicación.
Un billete de ida a Siria
Poco después de que habláramos en diciembre de 2024, Abu Iskander Alshami, el damasceno que vive en Chipre, publicó imágenes que documentaban el regreso de un ciudadano sirio en una página de Facebook que dirige y que cuenta con 35.000 miembros.
Poco después de nuestra conversación en diciembre de 2024, Abu Iskander Alshami, el damasceno que vive en Chipre, publicó imágenes que documentaban el regreso de un ciudadano sirio en una página de Facebook que él mismo dirige y que cuenta con 35.000 miembros.

Imágenes publicadas en Facebook de una persona que recibe 1.500 euros y un billete de ida de Chipre a Jordania el 26 de diciembre de 2024, como parte del programa de retorno voluntario del país. [Facebook/The Arabs’ Guide to Cyprus/uso justo]
Para los sirios como Alshami, la elección de regresar está lejos de ser voluntaria: nuestra investigación ha demostrado que está condicionada por prácticas estatales hostiles que quieren deshacerse de los solicitantes de asilo de la forma más barata posible.
Mientras los responsables políticos en Bruselas aplauden el supuestamente exitoso programa de retorno voluntario de Chipre y buscan expandirlo a otros Estados miembros, los sirios vuelven a pagar un alto precio por políticas que priorizan la exclusión sobre la protección.
*Los nombres de las personas que aparecen en este informe se cambiaron para proteger su identidad.
(En la redacción de este informe se ha contado con el apoyo de Clara Zinecker)