Entrevista a Roger Waters

Chris Hedges, The Chris Hedges Report, 30 julio 2025

Traducido del inglés por Sinfo Fernández


Chris Hedges es un escritor y periodista que ganó el Premio Pulitzer en 2002. Fue corresponsal en el extranjero durante quince años para The New York Times.

Chris Hedges:

Hay muy pocos artistas o músicos que hayan defendido con tanta tenacidad a los oprimidos como Roger Waters, cofundador, bajista, cantante y compositor de Pink Floyd. Ha sido un franco defensor de los derechos de los palestinos y crítico del Estado de apartheid de Israel mucho antes del genocidio. Fue uno de los principales firmantes de una carta abierta titulada «Artistas contra el apartheid» y partidario del movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) que denuncia a los músicos que actúan en Israel.

Denunció las mentiras difundidas por Israel de que Hamás había llevado a cabo agresiones sexuales sistemáticas el 7 de octubre. Atacó al líder laborista Keir Starmer por su apoyo al genocidio y encabezó un concierto por Palestina con Cat Stevens y el rapero Lowkey.

Salió en defensa de la banda británica de punk rap Bob Vylan, que en el Festival de Glastonbury de este año lideró el cántico «Muerte, muerte a las IDF (las tropas de la ocupación)», en referencia al Ejército de Defensa de Israel. Después de que el Gobierno británico prohibiera Palestine Action, calificándola de grupo terrorista en el Reino Unido en virtud de la Ley contra el Terrorismo de 2000, y de arrestar a 100 personas por expresar su apoyo al grupo, publicó un vídeo en X en el que elogiaba a Palestine Action como «una gran organización», señalando que eran no violentos y «en absoluto terroristas».

La pertenencia al grupo o el apoyo público al mismo se considera ahora un delito penal que se castiga con hasta 14 años de prisión y/o una multa. En el vídeo se ve a Roger haciendo un cartel con un trozo de cartón: «Roger Waters apoya a Palestine Action. Agentes de una potencia extranjera genocida han corrompido el Parlamento. Levántate y haz oír tu voz. Ahora es el momento», leyó el músico. «Ese es el momento en el que me convierto en Espartaco».

Israel y sus aliados sionistas han lanzado ataques feroces y continuos contra él, produciendo documentales injuriosos, participando en una serie de ataques difamatorios y de desprestigio, bloqueando la publicidad de sus conciertos «This Is Not a Drill», presionando a las discográficas para que cancelen los acuerdos de publicación, obligando a las salas de conciertos a incluirlo en la lista negra e incluso negándole habitaciones de hotel durante sus giras. Pero Roger nunca ha vacilado.

Ayudó a lanzar la campaña llamada «Countdown to Close Guantánamo» (Cuenta atrás para cerrar Guantánamo). Se mantuvo firme junto a Julian Assange durante su larga persecución, llegando a actuar frente al Ministerio del Interior del Reino Unido, a pocos kilómetros de la prisión de Belmarsh, donde Julian estaba encarcelado, cantando la icónica canción de Pink Floyd «Wish You Were Here» (Ojalá estuvieras aquí). El comportamiento del Gobierno británico hacia Julian Assange es una vergüenza, dijo, una profanación del concepto mismo de los derechos humanos. No es exagerado decir que el trato y la persecución de Julian Assange es la forma en que las dictaduras tratan a un preso político.

Apoyó al abogado Steven Donziger, que ganó un acuerdo de 10.000 millones de dólares contra la gigante petrolera Chevron en nombre de los pueblos indígenas de Ecuador, cuyas tierras fueron envenenadas y que sufrieron graves enfermedades por las toxinas vertidas por Chevron. Donziger soportó una prolongada y salvaje campaña por parte de Chevron que le llevó a ser inhabilitado y puesto bajo arresto domiciliario.

Roger, que hace un año lanzó las canciones «Resist This Genocide» y «Stand Up for Palestine», ha lanzado un cerdo hinchable gigante con la cara de Donald Trump en conciertos en Ciudad de México, donde «The Wall» de Pink Floyd no es una abstracción. Mostró imágenes de Trump vestido de nazi. Y ante los 300.000 fans de Ciudad de México, mostró las palabras «Trump, eres un pendejo», «Trump, eres escoria».

Denuncia a Trump y a Joe Biden como criminales de guerra. En 2019, apoyó al líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, al que calificó de «faro de esperanza». En resumen, el suyo es un ejemplo de vida moral, que siempre es una vida de confrontación. Su valentía nos recuerda que enfrentarse a las fuerzas de la opresión tiene un precio. Trafalgar Releasing y Sony Music Vision acaban de lanzar el estreno mundial de su nueva película-concierto, «This Is Not A Drill – Live From Prague».

Roger Waters se nos une para hablar sobre nuestro rápido descenso hacia el autoritarismo y la necesidad imperiosa de resistir.

Y permíteme secundar tu admiración por Palestine Action. Son hombres y mujeres valientes que realmente están tratando de hacer algo para detener el genocidio. Y por si acaso el MI5 está mirando, soy H-E-D-G-E-S. Así que, Roger, comencemos por la situación en que nos encontramos en este mundo. Es un mundo que tú y yo hemos temido y contra el que hemos luchado durante mucho tiempo.

Así pues, hablemos de dónde hemos acabado. Este miedo al fascismo rampante, al autoritarismo, que tú has denunciado durante décadas, se ha hecho realidad.

Roger Waters:

Sí, esta mañana me desperté y lo primero que leí, creo que fue en el FT [Financial Times], es que algún general de la OTAN se levantó ayer o esta mañana y dijo que debemos prepararnos para una guerra mundial en 2027, porque Rusia va a intentar arrasar toda Europa con sus divisiones blindadas y no se detendrá hasta llegar al Canal de la Mancha.

Por qué se detendrían en el Canal de la Mancha, sólo Dios lo sabe. Pero eso es lo que dice ese tipo. Y, realmente, está buscando apoyo para gravar a toda la población de Europa, ya que ahora están hablando de intentar recaudar un 4% o un 5% del PIB para gastarlo en armas. Y están hablando de importar muchas más armas nucleares, etcétera, etcétera.

Y dice que su gran preocupación es que, en el mismo momento en que los rusos invadan París o marchen sobre París, los chinos cojan e invadan Taiwán. Así que es una auténtica tontería, belicismo puro, pero no debería sorprendernos porque han estado haciendo lo mismo, prácticamente, desde que yo nací. Tuvimos uno o dos años tranquilos después de la Segunda Guerra Mundial, que no recuerdo muy bien porque no tenía la edad suficiente para darme cuenta, pero los tuvimos.

Conseguimos un servicio nacional de salud y de alguna forma pretendimos cuidarnos unos a otros y que no habría más guerras. Y míranos ahora. Están haciendo todo lo posible para asegurarse de que la guerra sea permanente. Porque así es como se ganan la vida y están completamente felices con ello. Y si tienen que matar de hambre a los bebés de Gaza, que así sea. No les importa lo más mínimo. No les interesan los derechos humanos.

Esto es lo que siempre digo cuando me preguntan cuál es la diferencia entre el tipo que es dueño del hotel Four Seasons, que no te deja alojarte en ninguno de sus hoteles en ninguna parte del mundo, y tú: la diferencia es que yo creo en los derechos humanos. Es muy, muy sencillo.

Mi plataforma es muy pequeña. Es la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1948. Yo creo en ella. La apoyo. Ellos no. Nunca lo han hecho. Yo vivo en Estados Unidos. En Estados Unidos, desde 1776, han dejado muy claro que no les interesan los derechos humanos, la libertad de expresión, la democracia, ninguna de las cosas que fingen apoyar. No les interesan. Y lo sabemos, pero ¿qué podemos hacer al respecto?

Lo único que podemos hacer es seguir animando a la gente común y corriente de todo el mundo, y somos miles de millones, a unirnos y resistir frente a ellos y decirles que no, que quizá ellos quieran dedicar toda su vida a enriquecer a Raytheon, [Northrop] Grumman y Palantir y a permitir que Jeff Bezos celebre bodas de 50 millones de dólares, pero yo no.

Quiero vivir en un mundo en el que mis hijos puedan ir al colegio y podamos hablar entre nosotros y quizá ir a nadar al río. Ese es el mundo que quiero, en el que nos cuidemos unos a otros y cuidemos de los más débiles entre nosotros, etcétera, etcétera. Soy socialista. Dios mío, vaya, qué horror, según ellos es terrible cuidar de la gente…

En lugar de robarles y gastar todo el dinero en armas para poder matar gente. Sí, eso es exactamente lo que quiero decir. Sé que es un poco largo y he hablado con… Tú y yo, Chris, hemos tenido conversaciones antes y somos muy parecidos. Los dos podríamos seguir hablando eternamente, pero…

Chris Hedges:

Bueno, como provengo de la iglesia, ¿cómo no voy a ser socialista?

Roger Waters:

Exacto.

Chris Hedges:

Y quiero decir, en relación con lo que has dicho, que ahí radica la genialidad de People’s History of the United States de Howard Zinn. Él demostró que todos los logros que se consiguieron para los trabajadores y las trabajadoras, para las personas de color, para las mujeres, se lograron gracias a movimientos que lucharon contra los centros de poder dominantes para abrir un espacio en nuestra democracia, por lo que, por supuesto, odian a Zinn y lo están cancelando. Trump lo denunció citando su nombre, aunque, por supuesto, no lo ha leído.

Pero es lo que estás diciendo, que sólo formando grupos de solidaridad como Palestine Resistance tenemos alguna esperanza de hacer frente a estas fuerzas. Y también quiero mencionar el magnífico informe de Francesca Albanese, su informe más reciente, que vuelve a reforzar el argumento que acabas de exponer, y es que hay muchas, muchas empresas, Palantir y otras, que, por supuesto, están obteniendo enormes beneficios, no sólo de la guerra, sino también del genocidio.

Roger Waters:

Sí, es cierto, todo lo que dices es cierto. Así que el truco está en levantarse por la mañana y no tirar la toalla por desesperación y pegarse un tiro o algo así, sino decir: «Sé que es una locura que el mundo sea así, está claro que los locos se han apoderado del manicomio». Obviamente, los Keir Starmers y los Donald Trumps y [inaudible], de hecho, casi todos los líderes mundiales de Occidente son criminalmente dementes.

Y deberíamos estar cuidándolos en el Servicio Nacional de Salud. Deberían estar encerrados en un manicomio con gente diciéndoles: «Tranquilo, Keir, cálmate. Aquí tienes tus pastillas para hoy. Siéntate al sol y quédate tranquilo». Pero no es así, están dirigiendo el mundo y lo están haciendo muy mal.

Por tanto, lo único que podemos hacer es lo que tú haces y lo que yo hago: seguir organizándonos y animando a todas esas personas valientes y maravillosas que salen todos los sábados a las calles de Londres. Oh, esa señora de 83 años que fue arrestada frente al Tribunal Superior de Londres por decir que, en realidad, se llaman Palestine Action, no Palestine Resistance, sino Palestine Action. Me quito el sombrero ante ella y su valentía.

Y eso es todo lo que podemos hacer. ¿Sabes qué? Lo único que hago, Chris, es levantarme por la mañana y decirme: «Hoy tengo que hacer algo». Y tengo que hacerlo todos los días. Tengo que hacer una cosa, ya sea grabar un pequeño vídeo o hacer este programa contigo o lo que sea. Aprovecho cualquier oportunidad que se me presenta para expresar mi opinión. Y estoy empezando a hablar un poco más sobre mi industria y de cómo han intentado callarme y siguen intentándolo.

Hay todo tipo de cosas que salen a la luz todo el tiempo. En este momento, te diré esto ahora porque en este momento he estado trabajando en una nueva versión teatral de «The Wall». Y he estado en conversaciones con The Sphere en Las Vegas para ponerla allí.

Chris Hedges:

Bien, pero resérvame entradas.

Roger Waters:

Claro que sí. Lo haré, te prometo que te guardaré entradas.

Chris Hedges:

Es una promesa, esto queda grabado, Roger.

Roger Waters:

Sí, pero no creo que vaya a suceder. Tenemos ahí a Irving Azoff, que es un conocido sionista y una figura importante en la industria musical. Es el mánager del grupo pop The Eagles. Y también creo que es inversor en The Sphere y muy amigo de Jim, nuestro amigo Jim Dolan, que construyó esa maldita cosa.

Estoy bastante seguro de que dirán: «Uy, hemos cambiado de opinión. Ya no te queremos». Su voz les estará resonando en los oídos todo el tiempo.

«No puedes tener a Roger Waters. No puedes animar a la gente a pensar que tiene voz o que tiene algo importante que decir. No importa que haya escrito «Dark Side of the Moon» y «The Wall» y, ya sabes, «Another Brick in the Wall» y todo eso y «Comfortably Numb» y «Wish You Were Here»…

Y todas esas canciones que nuestra amiga tiene en vinilo, que le dejó su padre. Nada de eso importa porque él se opone al genocidio y lo dice abiertamente. No se le permite tener una plataforma. Así que ahí estamos. No me estoy quejando. Entiendo que esa es la situación. Y no se detendrán ante nada. Por suerte, la mayoría de ellos tienen un coeficiente intelectual de alrededor de 30.

Como Greenblatt, por ejemplo, Jonathan Greenblatt, director ejecutivo de la Anti-Defamation League. Es un idiota, pero ahí está. Sin embargo, tiene una voz poderosa, muchos seguidores y mucha financiación detrás.

Chris Hedges.

Quiero volver a las letras que escribiste para Pink Floyd, hace ya muchos años, décadas, pero que son tan proféticas, quiero decir, respecto a dónde hemos acabado.

Roger Waters:

Es cierto. Me refiero a «Comfortably Numb», ya sabes, y no voy a repetirla, no voy a recitar la letra ahora, podría hacerlo, pero sí, porque es una conversación entre una estrella de rock descontenta que se ve afectada por la fama y la fortuna que ha obtenido gracias a la profesión que ha elegido y se convierte en un matón nazi.

Y yo interpreto al matón nazi en la obra, ya sabes. Por suerte, despierta. Dice: «Basta». De hecho, en la película que acabo de estrenar, al final de la canción «Run Like Hell», en la que interpreto dos canciones de The Wall vestido de nazi, y al final de «Run Like Hell», donde dice «Basta, quiero irme, voy a parar, voy a largarme…», y doy un discurso.

Y el discurso que doy en la película trata sobre el hecho de que se ha producido un gran revuelo porque yuxtapuse los nombres de Ana Frank, que fue víctima de los nazis en Holanda. ¿Fue en Holanda o…?

Chris Hedges:

Sí, creo que fue en Holanda.

Roger Waters:

Holanda, sí. En 1943 o 1944, yuxtapuse su nombre con el de Shirin Abu Akleh, que fue asesinada por los israelíes hace un par de años en Yenin, creo, o en las afueras de Yenin. Y los sionistas se enfurecieron. ¿Cómo te atreves a profanar a Ana Frank?

Sí, también mencioné a Sophie Scholl, ¿te acuerdas de ella? Los alemanes la mataron.

Chris Hedges:

Sí, la Rosa Blanca…

Roger Waters:

Con el Movimiento de la Rosa Blanca en Múnich. Sí. En 1943, ella, junto con su hermano Hans y Christoph Probst, fueron asesinados, todos ellos guillotinados.

Chris Hedges:

Déjame interrumpirte, fue por repartir panfletos.

Roger Waters:

Por repartir panfletos, exactamente. Exactamente. Bueno, Chris, tú y yo, hoy, estamos repartiendo panfletos. Eso es lo que estamos haciendo. Y menos mal que lo hacemos.

Chris Hedges:

Lo sé. Pero los muros se están cerrando. Quiero decir, sabemos adónde va esto a parar. Cubrí el Chile de Pinochet. Sabemos en qué se va a convertir el ICE [siglas en inglés del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas], nuestra versión de las camisas pardas. Si alguien piensa que se van a detener con los migrantes indocumentados… y, por supuesto, están deteniendo a personas que tienen residencia legal en los Estados Unidos, estudiantes, es que están completamente ciegos ante los mecanismos del autoritarismo y la historia.

Y creo que esa es una de las cosas sobre las que he escrito en Death of Liberal ClassEmpire of Illusion (La muerte de la clase liberal, el imperio de la ilusión). En muchos sentidos, en forma escrita, lo que tú has hecho musicalmente, y señalar este tipo de advertencia. No podemos permitir esta erosión de la sociedad abierta porque es ahí donde acabamos.

Y sé que te han atacado por usar ese uniforme fascista, pero, por supuesto, ese es el desenlace del asalto que se ha llevado a cabo en nombre del neoliberalismo y la seguridad nacional contra nuestra sociedad abierta.

Roger Waters:

Sí, así es, así es. Y sabes lo que me llamó la atención cuando te escuchaba hablar entonces fue pensar en Trump. Digamos Trump porque es el líder más importante en este momento, liderando esta carga en todo. Trump es más que ignorante en todos los sentidos y siempre lo ha sido. Siempre ha sido tremendamente estúpido.

Es un pésimo hombre de negocios, todo el mundo lo sabe. Nadie en Nueva York quiere hablar con Trump, especialmente los abogados, porque nunca paga sus facturas.

Chris Hedges:

Y tampoco les paga a los contratistas.

Roger Waters:

Bueno, ahí lo tienes. Nunca le paga a nadie. Es un matón ignorante. Y por eso atrae a la multitud de MAGA, supongo. De verdad creen en el eslogan «Make America Great Again». Estados Unidos se está volviendo diminuto y también un enorme forúnculo en el potencial rostro hermoso de la raza humana, del homo sapiens.

Tenemos el potencial de avanzar hacia un futuro en el que creemos en el amor y la verdad, nos cuidamos unos a otros y nos negamos a asesinarnos unos a otros. Eso está absolutamente prohibido en este valiente nuevo mundo.

Vale, pero ellos no, ellos creen en, no, no, no, matemos a todo el mundo. Matemos de hambre a los niños porque podemos ganar dinero. Y lo único que les importa es obtener beneficios. Y, lamentablemente, eso está consagrado en la legislación estadounidense. La única responsabilidad que tienen las empresas es maximizar los beneficios para sus accionistas. Es el capitalismo en acción. Y al capitalismo no le podría importar menos la gente corriente, tú.

Chris Hedges:

Bueno, otra cosa que hace es inculcar en la sociedad una cultura del miedo. Así que tienes al enemigo interno y al externo. Mira, quiero decir, has planteado este punto muchas veces, pero se trata de crear miedo incluso si ese enemigo es un fantasma, de la misma manera que hemos demonizado a los inmigrantes trabajadores que ganan 14.000 dólares al año y trabajan 10 o 12 horas al día.

Eso se ha convertido en un mecanismo mediante el cual crearán este Estado policial, que nos afectará a todos, de la misma manera que han utilizado el antisemitismo como arma para silenciar la libertad de expresión. Todo esto son tropos. Todo esto son mecanismos. La idea de que a Trump le preocupa el antisemitismo es claramente absurda. Se trata de beneficios, pero también de miedo.

Roger Waters:

Sí, bueno, es el ejercicio del control. Hay que crear una atmósfera de miedo en la gente. Y confieso, Chris, que casi lo han conseguido conmigo, al decir que, si vuelvo a Inglaterra, me encerrarán durante 14 años, o que tienen el derecho legal de hacerlo, ahora esa es la ley del país.

Así que puedo sentarme aquí todo el tiempo que quiera e irme, pero la ley es una mierda, igual que lo fue cuando encerró a Julian Assange. Menos mal que al final consiguió llegar a un acuerdo y escapó de vuelta a Australia y ahora está de vuelta en la sociedad con nosotros. Pero por corromper así el proceso legal, por eso hice mi cartel de cartón aquel sábado por la mañana, el 5 de julio de 2025.

Ese fue mi Día de la Independencia. Soy independiente del Gobierno del Reino Unido porque el Gobierno del Reino Unido es un pozo negro fascista. Y por eso tenemos que plantarle cara. No tengo ni idea de si me meterán en la cárcel si vuelvo como buen resistente. Está por ver, tal vez. Pero ahí están todas esas personas valientes y maravillosas que salen a la calle, lo hacen todos los sábados, y lo han hecho sin dudar desde el 7 de octubre de 2023.

Así que hay esperanza, hay esperanza en mi corazón porque veo a todas estas personas maravillosas que siguen resistiendo. Y lo único que puedo hacer es animarlas y seguir adelante e intentar aumentar el volumen de las voces de la multitud para que nuestra voz sea cada vez más fuerte. ¿Es una esperanza vana? No.

No, no es una esperanza vana. Pero ¿ha triunfado alguna vez a largo plazo? No. Siempre parecen ser capaces de reunir a los hombres de Pinkerton en número suficiente y con suficientes revólveres para dispararnos. Así que cuando nos organizamos, su único recurso es dispararnos, contratar mercenarios que nos maten.

Y eso es lo que están haciendo. Esto es lo que defiende Trump y eso es lo que están tratando de hacer ahora. Y ya sabes, la sumud, la perseverancia y la resistencia a la ocupación en Palestina que los oradores árabes llevaron a cabo en su resistencia contra esa ocupación es un faro guía para todos nosotros. Pero, Dios mío, lo que están teniendo que sufrir ahora es inconcebible y extraño que 300 millones de estadounidenses no estén en las calles diciendo ¡Basta! ¡No en mi nombre!

Y no lo están haciendo. Quizás unos 3 millones sí. Pero ¿qué pasa con los otros 297 millones? ¿Por qué no están en las calles diciendo «no, esto no es lo que yo soy»? Así que, no lo sé. Veamos qué pasa hoy, mañana y pasado mañana, porque nada de esta mierda va a desaparecer en un futuro próximo.

Chris Hedges:

Quiero preguntarte sobre el hecho de que el genocidio es, en muchos sentidos, un mensaje del Norte Global al Sur Global, el genocidio en Gaza. Si lo crees así, pienso que mucha gente en el Sur Global lo ve así, junto al colapso del clima y la huida de los refugiados climáticos. Pero esto, por supuesto, desvela la verdad, expone lo que son las naciones industrializadas como Estados Unidos o el Reino Unido, pero ¿hasta qué punto es un presagio de un nuevo mundo?

Roger Waters:

Bueno, no lo sé, he dicho recientemente, o en los últimos meses, en artículos escritos, que el genocidio en Gaza es como el estanque de Narciso y que, cuando lo miramos, vemos nuestro propio reflejo. Y sólo ahora me doy cuenta de que, en realidad, cuando miras lo que ha pasado y los hechos, esto no es más que el avance del hombre blanco europeo, la hegemonía y el imperialismo. Y nunca ha cambiado. Y me sorprende que sea sí.

Cuando vi a toda la clase dominante europea apoyando a Estados Unidos en el asesinato de todo un pueblo indígena en lo que llamamos Tierra Santa, pensé: «Dios mío, no ha cambiado nada desde el siglo XV».

Todo esto es una continuación de lo que hicieron los españoles y los ingleses en 1492, y ahí estaba, Sión. Incluso llamaron a Norteamérica el nuevo mundo feliz, ese era su Sión. Así que la idea de que está bien asesinar a los pueblos indígenas para robarles todo lo que tienen y apoderarse de su territorio es algo de lo que la mentalidad imperialista del hombre blanco europeo parece no poder desprenderse.

Pensaba que lo habíamos conseguido. A todos nos dijeron después de la Segunda Guerra Mundial que todo eso era cosa del pasado. Que ya no íbamos a repetirlo. Nunca dijimos realmente que lamentábamos haber matado a 160 millones de indígenas indios o haber dirigido una compañía de drogas, la Compañía de las Indias Orientales, que vendía drogas a los chinos y obtenía enormes beneficios con ello.

En realidad, no estamos pidiendo perdón por eso. Lo que estamos haciendo al apoyar el genocidio, es como decir: «No, ese es el modelo. Ese era el Imperio británico y creemos en ese modelo, y mataremos a todo el mundo excepto a nosotros mismos si es necesario». Y el Sur Global piensa: «Hmm, creo que se refieren a nosotros». Y tienen razón. Se refieren a…

Chris Hedges:

Bueno, eso es lo que han estado haciendo en el Sur Global, ya sea la hambruna de Bengala de 1943, ya sean los Mau Mau, la rebelión contra el dominio colonial británico de los Mau Mau, que ha sido completamente ocultada en la historia británica. Hay un libro muy bueno sobre ello llamado Imperial Reckoning; ya sea los españoles en América, ya sean los euroamericanos llevando a cabo el genocidio contra los nativos americanos, parece que el genocidio está grabado en nuestro ADN.

Roger Waters:

Sí, por desgracia, tienes razón. Quiero decir, una de las cosas que estoy haciendo en este momento, y que ha quedado completamente marginada, es defender a Pedro Castillo, que fue el presidente legítimamente elegido de Perú y que está en prisión porque a la clase dominante no le gustaba que fuera indígena.

Y la otra es que ahora mismo se están produciendo masacres en Bolivia, porque a los mineros, indígenas que en pequeñas cooperativas y negocios familiares se han dedicado a la minería, les han dicho: «No, vamos a darle todo esto a una empresa estadounidense. Ustedes están acabados». Bueno, hay 300.000 de ellos y han dicho: «No, no estamos acabados».

Y han paralizado Bolivia, bueno, Perú también, los mineros de Perú han paralizado Perú. No hay camiones que entren o salgan de Lima. Nadie sabe nada de esto porque nadie lo informa. Pero hablo con mis amigos en estos países sudamericanos y lo observo con mucha atención porque, como sabemos, un país tan grande como Brasil, como vimos en las últimas elecciones, se encuentra en una encrucijada entre Jair Bolsonaro o Lula da Silva.

Y son diametralmente opuestos en cuanto a sus filosofías políticas. Lula es uno de los nuestros y Bolsonaro es uno de ellos. Así que ahí está eso. Y, por extraño que parezca, la maquinaria propagandística es tan poderosa que un completo imbécil como Bolsonaro puede conseguir votos de la gente pobre simplemente haciendo lo que hace Trump, fingiendo que representará sus necesidades, sus aspiraciones y su futuro.

Y todos sabemos que a Trump le importan un comino los trabajadores. Nunca le han importado y nunca le importarán. Bueno, con Bolsonaro pasa exactamente lo mismo. Pero la gente se deja persuadir por la propaganda. Por eso Rupert Murdoch es tan importante y todos ellos en todo esto. Estamos viendo también esa batalla al mismo tiempo.

¿Creerán las mentiras que les cuentan MAGA y Bolsonaro o mirarán las cosas y dirán: «Un momento, ¿ellos no son…»? Al menos Lula estuvo involucrado en sindicatos antes de convertirse en figura política y parece tener corazón y alma. Así que sigamos votando a los Lulas.

Chris Hedges:

Estos demagogos como Trump y demás, en cierto modo, no sé si tú piensas lo mismo… Odio a los liberales como Starmer, Tony Blair, incluso más, porque con un [Viktor] Orbán o un Trump, al menos, ellos anuncian a bombo y platillo su brutalidad. Pero estos liberales, mi amigo Glen Ford solía llamarlos el mal más eficaz, el Partido Demócrata, porque lo enmascaran. Quiero decir, has criticado a Starmer, has criticado a Blair. Ya sabes, pretenden defender unos valores que traicionan.

Roger Waters:

Sí, Blair… Después de que Margaret Thatcher llegara para destruir Inglaterra, no sé si sabes cuáles eran sus índices de popularidad hasta las Malvinas, hasta la guerra de las Falklands.

Chris Hedges:

Eran muy bajos.

Roger Waters:

Estaba en un 2%. De repente, tiene una pequeña guerra y, de pronto, se convierte en una gran heroína. Era una persona repugnante. Y no era estúpida como Trump. De hecho, obtuvo una nota perfectamente decente, un dos a uno o algo así, en una facultad de la Universidad de Oxford, donde hay que estudiar de verdad.

Chris Hedges:

Hay que leer libros, a diferencia de Trump.

Roger Waters:

Sí, hay que leer libros. Y Blair sólo era el siguiente. Blair dijo: «Sí, vendamos. Vendamos la Gran Bretaña que crearon Aneurin Bevan, Clement Attlee, Wedgwood Benn, Michael Foot, y algunos políticos laboristas de izquierda y Jeremy Corbyn intentaron volver a ese tipo de formación».

Que les den por culo, perdón por mi lenguaje. Dejemos eso a un lado y vendámonos al modelo estadounidense. Vendámonos a las corporaciones. Y John Pilger, nuestro difunto gran amigo…

Chris Hedges:

Sí, un gran periodista.

Roger Waters:

John, hizo una película maravillosa sobre el Servicio Nacional de Salud. Y hay una escena en la que una señora que ha sido enfermera toda su vida ha seguido intentando trabajar en un hospital que fue adquirido por una corporación estadounidense. Y ella se derrumba, yo estoy a punto de romperme ahora, se derrumba delante de la cámara diciendo: «Nos dimos cuenta de que ya no estábamos allí para cuidar de la gente».

Dijo: «Llevaba 25 años cuidando de la gente en el Servicio Nacional de Salud y, de repente, ya no se trataba de eso, sino de cuánto beneficio podíamos sacar de cada persona. Y si no podíamos sacarles beneficio, se les echaba a la calle». Ese es el modelo. Y lo sabemos.

No hace falta vivir mucho tiempo en Norteamérica para comprender que así es como funciona. Los únicos que se benefician o ganan dinero son las compañías de seguros y las grandes farmacéuticas. Y la atención al paciente se ha perdido por completo, excepto para los muy, muy ricos.

Chris Hedges:

Bueno, y es peor aquí, en Estados Unidos, donde hay seguros privados.

Roger Waters:

De eso estoy hablando, de Estados Unidos.

Chris Hedges:

Sí, es legalmente permisible retener como rehenes a niños enfermos mientras sus padres se arruinan tratando de salvar a sus hijos o hijas. Ese es el sistema que defendemos. Y, por supuesto, lo que hacen es matar de hambre al Sistema Nacional de Salud. Están haciendo lo mismo en Canadá para destruirlo.

Roger Waters:

Sí. Así que esto nos lleva de vuelta, Chris, a la gente común que se mantiene unida desde el río hasta el mar, sumud, perseverancia. Perseverancia inquebrantable es lo que significa la palabra sumud. Y eso es lo que tenemos que demostrar, pero tenemos que hacer todo el ruido posible mientras lo demostramos para animar a los jóvenes en particular.

Siempre he dicho que la cuestión de Tierra Santa, que la batalla se libraría en los campus de las universidades estadounidenses. Lo decía hace 15 o 20 años, ¿vale? Y resulta que tenía razón. Y mira cómo la Universidad de Columbia en Nueva York ha capitulado por completo.

Ahora han aceptado la definición de antisemitismo de la IHRA (siglas en inglés Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto), que es una locura y ha sido adoptada por 35 estados, jurisdicciones estatales. Esa es ahora la definición oficial de antisemitismo.

Chris Hedges:

Y te interrumpo, Roger, porque lo han codificado para añadir ejemplos que, en esencia, dicen que cualquier crítica al Estado israelí es antisemita. Acabo de estar en el Capitolio del Estado de Trenton testificando en contra de la adopción de esa medida.

El comité la aprobó por unanimidad. Ahora pasa al Senado. Pero nada más empezar, me silenciaron el micrófono y los sionistas me abuchearon y me gritaron, junto a Raz Segal, que es un experto israelí en genocidios.

Así que allí estábamos, argumentando que esta medida restringiría o acabaría con la libertad de expresión, y no se nos permitió expresarnos libremente, lo que nos lleva a una especie de mundo al estilo de Alicia en el País de las Maravillas. Todos estos pasos sigilosos son muy, muy aterradores. Y creo que lo que me ha impactado es la rapidez, lo rápido que están llegando a Estados Unidos.

Roger Waters:

Sí, lo es. Es muy rápido y da mucho, mucho miedo. Hay gente que me escupe, literalmente, y yo digo: «Vaya, ¿por qué?». Y me escupen porque creo en los derechos humanos. Esa es la única, esa es la única razón por la que te opones a la definición de la IHRA, porque no cree en los derechos humanos. Cree en el genocidio. Dice que sí, que Israel puede cometer genocidio. Y si te opones a ello, eres antisemita.

Eso es un delito de odio. Hay que oponerse a la política israelí de genocidio. Y eso que están haciendo ahora, que los están reuniendo y fingiendo que les van a dar comida y luego les disparan. Les están disparando con…

Chris Hedges:

Sí, es sólo un cebo. Es un cebo. Es para atraer a los palestinos hambrientos hacia el sur. Sólo dan comida en cuatro centros durante una hora al día. Es totalmente insuficiente, es una burla. Es exactamente lo que hicieron en el gueto de Varsovia, donde los nazis mataron de hambre a los residentes del gueto y luego les ofrecieron pan si subían a los trenes. Es exactamente la misma táctica.

Roger Waters:

Sí, es exactamente la misma táctica. Así que la gran batalla se libra en los corazones y las mentes de los hombres. Siempre volvemos a la batalla propagandística. ¿Va a ganar la batalla Rupert Murdoch o la vamos a ganar tú y yo? Porque, ¿qué tenemos de nuestro lado, Chris? Tenemos el amor y la verdad de nuestro lado.

Rupert Murdoch, Trump, Stammer y los demás, lo único que tienen de su lado es la codicia, el odio y las mentiras. Así que se podría pensar que se entiende por qué miles de millones de personas en todo el Sur Global, pero también en todo Occidente, están diciendo: «No más, no más».

La gente común sabe distinguir entre el amor y el odio. Sé que pueden hacerlo. Me emociono incluso al hablar de ello.

Chris Hedges:

Conocí a Václav Havel [expresidente de la República Checa], cubrí la Revolución de Terciopelo, estuve con él todas las noches en el Teatro Linterna Mágica, y él hablaba de esto, que es realmente lo que tú dices, lo llamaba vivir en la verdad. Pero vivir en la verdad, si te aferras a esa verdad, es aterrador para estos centros despóticos de poder porque expone quiénes son realmente.

Y si no pueden intimidarte o acobardarte para que te calles, entonces te silenciarán físicamente. Quiero hablar justo cuando cerremos aquí, lo has mencionado y estoy de acuerdo contigo, el imperio siempre gana. Y como antiguo estudiante de teología que observó cómo Jesucristo era abandonado por todos sus amigos, traicionado por la multitud y asesinado por el Estado por insurrecto, ese era el mensaje.

Y, sin embargo, debemos luchar de todos modos. No sólo para ralentizar el proceso, sino también para mantener viva otra forma de vida, otra orientación hacia el mundo. El escritor y periodista soviético Vasily Grossman escribe sobre esto de manera muy elocuente, diciendo que la bondad en estos tiempos despóticos es un acto de subversión, y al final de este hermoso pasaje escribe que, si no pueden aplastar ni siquiera una pequeña semilla de bondad, que es lo que estos sistemas intentan hacer, entonces el mal será vencido.

Quiero decir, esto nos lleva a una discusión quizás más teológica o existencial, pero es algo en lo que creo, y pienso que tú también lo crees, que es importante para nosotros mantener vivos estos poderes, independientemente de lo que nos suceda como individuos.

Roger Waters:

Sí, esa es otra conversación interesante, obviamente, porque yo soy ateo y tú no. Y, sin embargo, nos queremos y queremos a nuestros hermanos y hermanas. Y, sean cuales sean las razones, quizá tenga algo que ver con nuestros padres, porque tu padre era predicador, ¿verdad? Sí.

Y mi madre era atea, pero era comunista y socialista y todo eso… y mi padre, que murió luchando contra los nazis, me inculcaron un sentido de la responsabilidad y el amor por mis semejantes. Tu padre hizo lo mismo contigo, y es un camino diferente y un viaje diferente. Pero el resultado es el mismo.

Tú y yo, Chris, trabajamos incansablemente por el amor y la verdad. Y no hay nada que vaya a cambiar eso. Y si caemos luchando, caemos luchando. Pero tenemos amor en nuestros corazones, al igual que millones y millones de nosotros. Y si me emociono, es porque siento por esos millones de personas como yo… Puedo ver, ya sabes, y a veces, cuando conozco a gente, me cogen de la mano y…

Sabes, hace 20 años hubo un tipo en un concierto, o no sé cuándo fue, cuando había veteranos que venían al espectáculo todas las noches. Todas las noches tenía 10 veteranos y siempre los invitaba a venir con un acompañante, ya fuera un ser querido o lo que fuera, porque a menudo tienen tanto trastorno de estrés postraumático que no pueden salir solos, les da demasiado miedo. Y venían al concierto y yo iba a verlos a mitad del concierto.

Y sólo les saludaba y charlaba un poco y luego me iba, ¡uy!, tengo que ir a tocar «Hey You» ahora. Fue durante los conciertos de «The Wall». Y una vez, cuando me iba, un tipo mayor, debía de ser un veterano de Vietnam. Porque la mayoría han estado en Afganistán y, ya sabes, en Iraq [veteranos]. Con heridas horribles, horribles. En fin, este tipo mayor, cuando me iba, me tendió la mano, así que le estreché la mano, pero no me la soltaba.

Le dije que tenía que subir al escenario. Estábamos a punto de tocar «Hey You», pero él no me soltaba, así que me relajé un poco y dejé que me cogiera la mano. Entonces me miró a los ojos, así, con intensidad, y me dijo: «Tu padre estaría orgulloso de ti».

Ahora estoy llorando porque pensé: «Joder, qué pasada». Vaya, ¡qué momento tan increíble! Fue un momento increíble, nunca lo olvidaré, nunca lo olvidaré. Pero sí, podemos transmitir esto de generación en generación. Puedes transmitir el amor y la verdad a la siguiente generación. Y tu principal responsabilidad en la vida es hacer precisamente eso y no ceder ante los monstruos, los Trumps y los Starmers de este mundo.

Chris Hedges:

Y Roger, eso es la resurrección. Siempre digo que es mi voz, pero son las palabras de mi padre. Es tu música, tus letras, pero son las palabras de tu padre, que era, según tengo entendido, cristiano y miembro del Partido Comunista. Que Dios lo bendiga.

Roger Waters:

Sí, lo era. Al principio de la guerra se oponía por su cristianismo, por su devoción al sexto mandamiento, a «no matarás». Exacto. Así que dijo que no. Pero luego empezó a organizarse y condujo una ambulancia durante el Blitz y todo eso. Y en cierto momento, se unió al Partido Comunista. Y entonces se dio cuenta de que la necesidad de luchar contra los nazis superaba su amor por Jesús. Así que volvió y se alistó como voluntario. Muy bien, pensaron que aquel tipo tenía un título, era materia de oficial. Así que hizo el entrenamiento básico, el entrenamiento de oficial, fue nombrado subteniente y murió tres semanas después. Duró unas tres semanas en… [inaudible].

No es una carga, pero si eres el hijo de ese hombre, no puedes, nunca superaré la valentía de aquellos hombres, tanto la valentía de ser objetor de conciencia como la valentía de dar la vida. Es algo muy fuerte, ya sabes. No es de extrañar que haya escrito algunas canciones.

Chris Hedges:

Creo que tenías cinco meses cuando murió. Pero mira el regalo que te dio. Y ese es el regalo que me dio mi padre. Y nunca podré traicionarlo. Y tú nunca podrás traicionar a tu padre, lo que significa que no pueden hacernos nada.

Roger Waters:

Sí, es cierto.

Chris Hedges:

Muy bien, ¡que Dios te bendiga!, Roger.

Roger Waters:

Las cosas podrían ser peores.

Chris Hedges:

Siempre pueden ser peores. Probablemente vayan a empeorar.

Roger Waters:

Sí, empeorarán, pero nos aferraremos a eso, a esa verdad y a ese amor que heredamos.

Chris Hedges:

Así lo haremos. Genial, este fue el gran Roger Waters. Quiero dar las gracias a Sofia [Menemenlis], Max [Jones], Thomas [Hedges], Víctor [Padilla] y Diego [Ramos], que produjeron el programa. Pueden encontrarme en ChrisHedges.Substack.com.

(Diego Ramos realizó la trascripción de la entrevista al inglés).

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