Jeremy Scahill y Jawa Ahmad, Drop Site News, 12 agosto 2025

Traducido del inglés por Sinfo Fernández

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Jeremy Scahill es periodista de Drop Site News y fue cofundador de The Intercept. Es reportero de investigación, corresponsal de guerra y autor de “Dirty Wars: The World Is a Battlefield” y “Blackwater: The Rise of the World’s Most Powerful Mercenary Army”. Ha informado desde Afganistán, Iraq, Somalia, Yemen, Nigeria, la antigua Yugoslavia y otros lugares del mundo.

Jawa Ahmad es investigador de temas de Oriente Próximo en Drop Site News.

Durante las últimas tres semanas, mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dirigido una escalada significativa de los bombardeos terroristas israelíes en toda Gaza y ha anunciado planes para una invasión a gran escala de la ciudad de Gaza, las perspectivas de un acuerdo para poner fin al genocidio han llegado a un nivel crítico. A finales de julio, Israel retiró su delegación negociadora de Catar; Estados Unidos hizo lo mismo, denunciando a Hamás y tergiversando su respuesta a un borrador de acuerdo de alto el fuego. Ahora, Estados Unidos, Catar y Egipto —así como Turquía, entre bastidores— parecen estar tratando de reiniciar el proceso.

Según se informa, la administración Trump quiere pasar de negociar «acuerdos parciales» por etapas a uno que dé lugar a la liberación de todos los cautivos israelíes, vivos y muertos, tras la firma de un acuerdo.

El martes, varios medios de comunicación, citando a funcionarios egipcios, informaron de que los mediadores regionales estaban trabajando con Estados Unidos para «reactivar» un acuerdo de alto el fuego de 60 días que el presidente estadounidense Donald Trump había presentado a principios de julio como la propuesta «definitiva» para un acuerdo. «El objetivo principal es volver a la propuesta inicial de establecer un alto el fuego de 60 días, con la liberación de algunos rehenes y algunos detenidos palestinos, y el flujo de ayuda humanitaria y médica a Gaza sin restricciones, sin condiciones», dijo el ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Badr Abdel Atty, durante una rueda de prensa.

Netanyahu declaró a i24 News que no estaba a favor de un acuerdo de alto el fuego parcial. «Creo que eso ya ha quedado atrás. En cualquier caso, eso dejaría a muchos rehenes en sus manos, tanto vivos como muertos. Y los queremos a todos, tanto vivos como muertos. Y eso es lo que buscamos», afirmó el martes. «No les estoy diciendo que no esté dispuesto a discutirlo. Quiero traerlos a todos de vuelta como parte del fin de la guerra. Pero en nuestros términos, para poner fin a la guerra». No obstante, según se informa, Israel está considerando enviar un equipo de negociación «de alto nivel» de vuelta a Doha para reanudar las conversaciones con los mediadores.

Todas estas discusiones y filtraciones a los medios de comunicación sobre supuestas propuestas nuevas y contrapuestas se están llevando a cabo, hasta la fecha, sin la participación directa de la única parte que tiene la capacidad de alcanzar tales acuerdos: Hamás. «Estamos dispuestos a aceptar un acuerdo parcial, o incluso un acuerdo global. Pero se trata de la seriedad, del compromiso de Israel, y también de los estadounidenses, para llegar a un acuerdo que ponga fin a esta guerra, y no de utilizar las negociaciones como excusa para otros planes malvados», afirmó Basem Naim, alto cargo de Hamás y exministro del Gobierno palestino en Gaza.

«Durante 30 años hemos estado atrapados en el llamado acuerdo de Oslo en persecución de vanas ilusiones», añadió Naim, refiriéndose a los acuerdos entre la Organización para la Liberación de Palestina e Israel en la década de 1990 que, en teoría, habrían conducido al establecimiento de un acuerdo de dos Estados que exigía a los palestinos ceder formalmente gran parte de la Palestina histórica. «Israel ha aprovechado ese tiempo para ampliar sus asentamientos, expulsar a los palestinos de sus tierras, socavar la existencia de los palestinos y apoderarse de la mezquita de Al Aqsa. Creo que no estamos dispuestos a volver a formar parte de un juego tan sucio».

Hamás anunció el martes que una delegación encabezada por su máximo líder político, Khalil Al-Hayya, había llegado a El Cairo para mantener conversaciones con funcionarios egipcios a partir del miércoles. «La visita fue solicitada por los servicios de inteligencia [egipcios] y no hay una agenda específica», dijo Naim. «Pero sin duda habrá debates sobre las negociaciones, la catastrófica situación humanitaria en Gaza y la situación interna palestina».

En una amplia entrevista con Drop Site, Naim habló sobre el estado de las negociaciones de alto el fuego, la posición de Hamás sobre la renuncia al poder y su postura sobre el desarme de las fuerzas de resistencia palestinas.

Naim afirmó que su mensaje a Trump es que debe rechazar la agenda de exterminio de Netanyahu y avanzar para que pueda garantizarse un acuerdo que ponga fin al genocidio de Gaza y conduzca a un Estado palestino independiente. «No se trata de Hamás. Incluso si, en algún momento, Dios no lo quiera, llegan a aplastar a Hamás, tarde o temprano —en unos meses, en unos años— habrá un nuevo grupo de palestinos que se levantará y volverá a luchar», afirmó. «Los palestinos llevan 100 años luchando por alcanzar sus objetivos legítimos de vivir como cualquier otro pueblo del mundo, libres y dignos, en su propio Estado independiente y soberano, y de preservar también su derecho a regresar a su patria».

Durante más de dos décadas, Hamás ha presentado en múltiples ocasiones propuestas a Israel para una tregua a largo plazo, conocida en árabe como hudna. Israel las ha rechazado todas. Más recientemente, a finales de abril, Hamás propuso formalmente un acuerdo plurianual durante el cual sus fuerzas se comprometerían a no llevar a cabo ningún ataque contra Israel. Como parte del acuerdo, Hamás liberaría inmediatamente a todos los prisioneros israelíes retenidos en Gaza. La idea era que este acuerdo permitiría el espacio y la seguridad necesarios para negociar una solución política duradera. Israel volvió a rechazar la oferta y continuó ampliando su ofensiva militar sobre Gaza.

El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, se reunió el fin de semana pasado con el primer ministro de Catar para discutir la preferencia de Estados Unidos por un acuerdo de «todo o nada» para poner fin a la guerra. El lunes, Trump se refirió al plan anunciado por Netanyahu de intensificar el ataque militar, incluyendo la «toma» de la ciudad de Gaza, e intentar recuperar a los prisioneros israelíes por la fuerza, y dijo a Axios que sería «muy dificultoso hacerlo», porque Hamás «no va a liberar a los rehenes en la situación actual».

Aunque la administración Trump ha indicado que quiere un acuerdo global para liberar a todos los cautivos israelíes de una vez, en las últimas semanas no ha negociado con Hamás ningún detalle concreto. «Esta fue nuestra propuesta hace tres meses, y ellos la han rechazado», dijo Naim. «No tenemos ningún problema en volver a esa propuesta, siempre y cuando se base en una hoja de ruta a largo plazo, cómo poner fin a esta guerra y cómo poner fin a este conflicto».

Naim reiteró que Hamás no liberará a más cautivos israelíes fuera de un acuerdo que garantice el fin total de la guerra y la retirada de las fuerzas israelíes de Gaza.

«Estados Unidos ha dado todo el tiempo a los israelíes. Les ha dado todo el apoyo, apoyo político, apoyo diplomático, apoyo financiero, apoyo militar, apoyo de inteligencia, y los israelíes no han logrado cumplir la misión», dijo Naim. «No han conseguido recuperar a sus soldados ni a los israelíes capturados. No han conseguido aplastar la resistencia. No han conseguido forzar la evacuación de los palestinos. No han conseguido crear una alternativa a Hamás, porque está claro que no se trata de Hamás, no se trata de unos prisioneros. Se trata de personas que quieren volver a vivir, libres y dignas, como cualquier pueblo del mundo. Por lo tanto, no hay alternativa a una mesa de negociación justa y equitativa».

«Creo que hoy existe una gran oportunidad política», afirmó Naim. «El presidente Trump, si se toma en serio sus promesas durante la campaña, tiene la oportunidad de hacerlo de una vez por todas».

La alternativa, advirtió Naim, es una escalada de violencia, derramamiento de sangre e inestabilidad que se extenderá mucho más allá de Gaza. «Con este apoyo inquebrantable a Israel, están desestabilizando cada vez más la región y nunca lograrán sus objetivos de un nuevo Oriente Medio pacífico y próspero», afirmó Naim. «El actual liderazgo de Israel, que para nosotros es un gobierno fascista y racista, está convirtiendo este conflicto de un conflicto político sobre la condición de Estado, sobre las fronteras, sobre las personas, en un conflicto religioso. Y si esto ocurre y llegamos a un punto irreversible, si se convierte en un conflicto religioso, no habrá posibilidad de negociación, porque entonces se estaría negociando sobre creencias y creo que nadie estaría dispuesto a comprometerse con nada».

Tanto Israel como Estados Unidos han declarado que la desmilitarización de la resistencia palestina en la Franja de Gaza sería un requisito imprescindible para cualquier acuerdo. Hamás ha afirmado sistemáticamente que esto es una línea roja, un punto que Naim ha subrayado. «Nadie puede negarnos el derecho a resistir la ocupación mientras tengamos la ocupación aquí», dijo Naim. «Estamos dispuestos a entregar nuestras armas si tenemos un Estado y estamos dispuestos a comprometernos a integrar a nuestros combatientes en un ejército palestino. ¿Por qué Palestina debería ser un Estado desarmado? ¿Por qué? ¿Quién es el agresor?».

«Durante 76 años, ha sido Israel», añadió. «Por lo tanto, si alguien tiene que pedir seguridad o cualquier tipo de protección, son los palestinos, no los israelíes».

«Estamos dispuestos a entregar el Gobierno».

El 23 de julio, Hamás presentó una serie de enmiendas propuestas al marco del alto el fuego de 60 días redactado por Estados Unidos, que Israel afirmó haber aceptado. El movimiento ya había ofrecido una serie de concesiones incluidas en el documento y se centró en garantizar tres condiciones específicas: que se permitiera la entrada en Gaza de cantidades suficientes de alimentos, medicinas y otros productos básicos para la vida, y que la ONU retomara el liderazgo en su distribución; que las fuerzas militares israelíes se retiraran por completo del enclave, aunque Hamás dijo que aceptaría una zona de amortiguación que rodease la Franja de Gaza; y que, a cambio de la liberación de diez prisioneros israelíes vivos, Israel liberara a 200 palestinos condenados a cadena perpetua y a 2.000 palestinos secuestrados en Gaza desde el 7 de octubre.

Según Naim, Israel aún no ha presentado una respuesta oficial y, en cambio, ha anunciado que retiraba a su equipo negociador de las conversaciones en Doha, Catar.

«Seguimos en el proceso de negociación. Estamos esperando la respuesta de los israelíes. Hasta ahora no han respondido. Al contrario, su respuesta ha consistido en anunciar nuevos planes para intensificar la escalada. Y creo que esto es muy, muy peligroso», dijo Naim.

Trump dijo a Axios que su posición era que Hamás no podía permanecer en el poder en Gaza, pero afirmó que eso era algo que debía decidir Israel. «Tengo algo que decir: recuerden el 7 de octubre, recuerden el 7 de octubre», dijo Trump.

Como informó en su día Drop Site, Hamás ha declarado explícitamente, por escrito, que renunciaría a su gobierno de Gaza en favor de un comité tecnocrático independiente de palestinos sin afiliación partidista. Cada vez que Hamás ha propuesto esta condición como parte de un acuerdo de alto el fuego, Israel y Estados Unidos han eliminado este aspecto de las propuestas de acuerdo y han acusado falsamente a Hamás de insistir en permanecer en el poder.

Naim reafirmó el compromiso público de Hamás de renunciar al poder en Gaza y apoyar un proceso que conduzca a la denominada solución de dos Estados a lo largo de las fronteras anteriores a la guerra árabe-israelí de 1967, con Jerusalén Este como capital de una Palestina independiente.

«Lo fundamental es poner fin a la guerra, la retirada total de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza, un alto el fuego acordado, la apertura de las fronteras, permitir la entrada de ayuda en la Franja de Gaza y el lanzamiento de una operación de reconstrucción», dijo Naim. «Desde el primer día hemos dicho que estamos dispuestos a ceder el gobierno, o el control de la Franja de Gaza, a un organismo tecnocrático palestino independiente». Naim afirmó que este comité debería trabajar para restablecer la coordinación con sus homólogos palestinos en la administración con sede en Ramala, en la Cisjordania ocupada, como parte de un esfuerzo por unificar formalmente los dos territorios, cuya gobernanza se fragmentó desde que Hamás ganó las elecciones legislativas palestinas de 2006. Fatah, respaldada por Estados Unidos y otras partes, pretendió marginar a Hamás como partido elegido, negarle su capacidad para formar gobierno y facilitar una guerra civil entre Hamás y Fatah, tras lo cual Hamás tomó el control de la Franja de Gaza y Fatah, bajo el liderazgo de Abbas, se convirtió en la autoridad gobernante en Cisjordania.

El martes, el ministro de Asuntos Exteriores egipcio confirmó que la propuesta para administrar Gaza implica un comité de 15 miembros que estaría supervisado por la Autoridad Palestina con sede en Ramala durante un periodo inicial de seis meses. «Estamos hablando de personas puramente tecnócratas que no tienen afiliaciones políticas», dijo Naim, y añadió que varios grupos políticos palestinos presentaron candidatos sugeridos a Egipto para su revisión. «He oído que [los egipcios] también han discutido esto con los israelíes y los estadounidenses, y que la postura ha sido positiva». Añadió que ninguno de los candidatos tiene ninguna conexión con Hamás.

Naim sostuvo que la creación de un comité no partidista para administrar la Franja abriría un espacio para abordar los retos políticos internos palestinos, incluido el establecimiento de un nuevo gobierno elegido democráticamente. «Creemos que existe la posibilidad de reconstruir o reformar la situación interna palestina mediante la formación de un gobierno de unidad», afirmó, y añadió que dicha entidad podría organizar nuevas elecciones.

«Abbas es reconocido internacionalmente como presidente palestino, pero la última elección en la que fue elegido presidente tuvo lugar hace más de 20 años. Más del 60% de los palestinos no han votado nunca en su vida», afirmó Naim. «No se puede construir una solución política basada en un liderazgo que no representa más del 5 al 10% de los palestinos».

«Una de las cuestiones fundamentales que hay que abordar y resolver es dar a los palestinos la oportunidad de elegir a sus líderes, de reformar sus instituciones políticas y su sistema político. Y esto sólo se puede conseguir dando a los palestinos la oportunidad de celebrar elecciones independientes, libres, democráticas, transparentes y justas», añadió Naim. «Estamos dispuestos a participar, comprometernos o facilitar cualquier debate político serio para alcanzar una solución política a este conflicto que culmine en un Estado palestino independiente y soberano».

Foto de portada: El alto cargo de Hamás Basem Naim posa delante de una fotografía que muestra la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, 8 de febrero de 2025 (Ozan KOSE / AFP).

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