Israel está obligando a los padres de Gaza a tener que contemplar cómo sus hijos mueren de hambre

Abdel Qader Sabbah y Sharif Abdel Kaddous, Drop Site News, 22 agosto 2025

Traducido del inglés por Sinfo Fernández


Abdel Qader Sabbah es periodista y camarógrafo en el norte de Gaza.

Sharif Abdel Kouddous es un periodista independiente de prensa y televisión que reside entre Nueva York y El Cairo. Ha informado desde todo el mundo árabe, incluidos Egipto, Palestina, Siria, Libia, Yemen, Iraq, Bahréin y Argelia, así como desde todo Estados Unidos y otros espacios internacionales. Ha recibido un premio George Polk por su investigación sobre el asesinato de la periodista palestina Shirin Abu Akleh, un premio Emmy por su cobertura de la prohibición de viajar a musulmanes por parte de la administración Trump y un premio Izzy por su cobertura de la revolución egipcia de 2011.

Ciudad de Gaza: La hija de dos años y medio de Um Jana, Yuri, murió a principios de este mes por desnutrición. Ahora, su otra hija, Jana, de cinco años, también se está muriendo lentamente de hambre y Um Jana poco puede hacer para salvarla.

«Mi hija Yuri se vio muy afectada por la hambruna. Desarrolló desnutrición grave y complicaciones de salud que le causaron la muerte. Espero no tener que pasar con Jana lo que pasé con Yuri», declaró Um Jana a Drop Site News en una entrevista en el Hospital de la Sociedad Benéfica de Amigos de los Pacientes de la ciudad de Gaza. Jana yacía en una cama junto a ella, apenas moviéndose.

Um Jana con su hija de cinco años, Jana, en el Hospital de la Sociedad Benéfica de Amigos de los Pacientes de la ciudad de Gaza, 7 de agosto de 2025. (Captura de pantalla del vídeo de Abdel Qader Sabbah)

«Estamos viviendo unos días extremadamente difíciles y una hambruna muy dura», dijo. «Jana está luchando contra la muerte. Su estado es muy grave. Necesita ser trasladada al extranjero porque no hay un tratamiento adecuado para lo que está padeciendo».

El viernes, la principal autoridad mundial en materia de crisis alimentarias, la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés) respaldada por la ONU, declaró oficialmente una hambruna «catastrófica» de fase 5 en la gobernación de Gaza, que incluye la ciudad de Gaza, una clasificación caracterizada por «inanición, indigencia y muerte».

El hijo de 13 años de Aid Abu Jater, Atef, murió de desnutrición a principios de este mes en la ciudad de Gaza. «Atif era como el resto de la gente, sufría por la falta de comida y agua», dijo Abu Jater a Drop Site. «Imagina mirar a tu hijo y no poder alimentarlo. No puedes hacer nada por él… Lo más preciado que tenía, mi hijo, murió de hambre».

Sin los nutrientes adecuados, como verduras y proteínas, el peso de Atef se redujo drásticamente y su estado siguió deteriorándose hasta que ya no podía caminar ni moverse. Abu Jater lo llevó al hospital, donde pasó 18 días con suero antes de ser dado de alta por falta de camas. «Cuando por fin pudimos alimentarlo, el hambre lo había agotado tanto que apenas podía comer. Apenas podía masticar patatas y no podía comer pan», dijo Abu Jater.

Durante los tres días que estuvo de vuelta en casa, dos primos de Atef fueron asesinados a tiros en una masacre perpetrada contra la ayuda humanitaria en el cruce de Zikim. «Vas a morir de cualquier manera. Si vas a Zikim, morirás. Si te quedas en tu tienda, morirás. Morirás de hambre o te dispararán. Es una trampa», dijo Abu Jater.

Atef se estaba muriendo en casa, así que su padre se preparó para llevarlo de vuelta al hospital. Por la mañana, mientras su madre lo lavaba y lo preparaba para salir, murió sentado en una silla. «Si te mostrara una foto suya cuando estaba en la escuela secundaria, Atef era alto y diría que pesaba alrededor de 60 kilos. Cuando enterramos a Atef, apenas pesaba más de 25 kilos. Lo enterramos en una pequeña tumba, de unos 50 centímetros de ancho, junto a las de sus tíos. Era un esqueleto, solo huesos cubiertos de piel», dijo Abu Jater.

Según el IPC, para que una región sea clasificada técnicamente como afectada por la hambruna, al menos el 20% de la población debe sufrir una escasez extrema de alimentos, uno de cada tres niños debe estar gravemente desnutrido y dos de cada 10.000 personas deben morir diariamente por inanición, desnutrición o enfermedades.

Se estima que las condiciones en la gobernación del norte de Gaza, que incluye Beit Hanun y Yabalia, son igual de graves o incluso peores. Se espera que Deir al-Balah, en el centro de Gaza, y Jan Yunis, en el sur, que actualmente están clasificadas en la fase 4 —en situación de «emergencia» alimentaria—, sean declaradas oficialmente en situación de hambruna en septiembre.

«Dado que esta hambruna es totalmente provocada por el hombre, puede detenerse y revertirse», afirmó el IPC. «El tiempo para el debate y las dudas ha pasado, el hambre está presente y se está extendiendo rápidamente. No debería haber ninguna duda en la mente de nadie de que se necesita una respuesta inmediata y a gran escala. Cualquier retraso adicional, aunque sea de unos días, dará lugar a un aumento totalmente inaceptable de la mortalidad relacionada con la hambruna».

«Si no se implementa un alto el fuego para permitir que la ayuda humanitaria llegue a toda la población de la Franja de Gaza», subrayó el IPC, «y si no se restablecen de inmediato los suministros alimentarios esenciales y los servicios básicos de salud, nutrición y agua, saneamiento e higiene, las muertes evitables aumentarán exponencialmente».

Los funcionarios de las Naciones Unidas afirmaron sin ambages que la hambruna en Gaza es consecuencia de la política israelí, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, la calificó como «el resultado directo de las medidas adoptadas por el Gobierno israelí» y añadió: «Utilizar el hambre como método de guerra es un crimen de guerra, y las muertes resultantes también pueden constituir un crimen de guerra por asesinato intencionado».

Tom Fletcher, subsecretario general de Asuntos Humanitarios y coordinador de Ayuda de Emergencia, afirmó que se trata de «una hambruna del siglo XXI, vigilada por drones y la tecnología militar más avanzada de la historia… Es una hambruna que todos estamos presenciando. Todos somos responsables de ella, la hambruna de Gaza es la hambruna del mundo».

Israel lleva imponiendo un duro asedio a Gaza desde hace casi dos décadas. A partir de 2007, las autoridades israelíes ordenaron que los palestinos del enclave recibieran la cantidad mínima de alimentos para evitar la malnutrición, proporcionándoles un 37% menos de frutas y verduras que la media a la que tiene acceso un israelí.

Cuando Israel lanzó su ataque genocida en octubre de 2023, impuso un bloqueo total, que se suavizó y se endureció a lo largo de los últimos 22 meses. En marzo, Israel impuso el bloqueo total más largo de la guerra, sin que entrara ayuda en Gaza durante casi tres meses. Desmanteló el sistema de distribución de ayuda de la ONU que estaba en funcionamiento y, el 27 de mayo, comenzó a permitir la entrada de una pequeña cantidad de ayuda en un sistema supervisado por Estados Unidos, Europa y la Fundación Humanitaria de Gaza, respaldada por Israel, con sólo cuatro puntos de distribución situados en zonas fuertemente militarizadas. Desde entonces, más de 2.000 palestinos hambrientos han muerto al intentar conseguir alimentos en las masacres de la ayuda.

La campaña de inanición forzada alcanzó un punto de inflexión este verano. Al menos 273 personas han muerto en Gaza por hambruna y desnutrición desde el inicio de la guerra, entre ellas 112 niños. Según las cifras del Ministerio de Salud, 86 de esas muertes por inanición, es decir, el 68% del total, se han producido en el último mes. Sin un alto el fuego y una afluencia masiva de ayuda y tratamiento médico, se prevé que muchas más personas mueran de hambre y desnutrición en el próximo periodo.

Aid Abu Jater, con su hijo superviviente, Yahya, dentro de su tienda de campaña en la ciudad de Gaza, 7 de agosto de 2025. (Captura de pantalla del vídeo de Abdel Qader Sabbah)

En junio de 2024, Israel bombardeó el campamento de tiendas de campaña donde se refugiaba la familia Abu Jater. Abu Jater resultó herido, otro de sus hijos murió y su hijo menor resultó herido por metralla en el ojo. «Uno murió por un bombardeo. Otro murió de hambre. Quizás otro muera de sarna, o de alguna enfermedad, o por las aguas residuales, o por la falta de higiene. Te acuestas a dormir aterrorizado, sin saber de dónde vendrá la muerte», dijo Abu Jater. «Hay cientos, miles de personas pasando por lo mismo. Se repite a diario».

El Dr. Musab Farwana, pediatra del Departamento de Pediatría y del Departamento de Desnutrición del Hospital de la Sociedad Benéfica de Amigos de los Pacientes, dijo a Drop Site que todas las instalaciones médicas de Gaza tienen una grave falta de suministros.

«Como hospital, carecemos de leche maternizada, suplementos nutricionales, Cerelac, galletas y alimentos terapéuticos como la pasta de mantequilla de cacahuete, todos los cuales por sí solos no son suficientes. Para los niños de entre un año y un año y medio, también necesitamos verduras, carnes y proteínas. Las verduras aportan vitaminas esenciales. Esto es algo de lo que carece toda la población de Gaza, alrededor de 2,4 millones de personas. Todos carecemos de estos nutrientes», dijo.

Dentro del hospital, niños y bebés demacrados, apenas capaces de moverse, yacen en cunas o se sientan con la mirada perdida, los rostros demacrados y las costillas y la columna vertebral sobresaliendo de sus torsos.

En el interior del Hospital de la Sociedad Benéfica de Amigos de los Pacientes en la ciudad de Gaza. 7 de agosto de 2025. (Vídeo de Abdel Qader Sabbah en la página original [N. de la T.: Visión durísima, pero, por si todavía no lo sabíamos, ahí tenemos los frutos del monstruo al que nos estamos enfrentando])

«Estamos viendo niños no sólo con desnutrición, sino también con deshidratación grave debido a la falta de agua potable. Los casos son muy críticos. Corremos el riesgo de perder a muchos niños. Si las cosas siguen así y no se abordan con urgencia, la situación empeorará. Perderemos más y más vidas inocentes, docenas, incluso cientos de niños».

La hija de 9 años de Madlalah Dawwas, Maryam, corre peligro de morir de inanición. Esquelética, yace en una cama del Hospital de la Sociedad Benéfica de Amigos de los Pacientes, apenas capaz de moverse. Dawwas contó a Drop Site que empezó a perder peso tres meses después del inicio de la guerra, cuando los alimentos escaseaban cada vez más. La familia se vio obligada a desplazarse al sur y Dawwas la llevó a varios hospitales para que la trataran por desnutrición. Durante el alto el fuego de enero, cuando aumentó significativamente la cantidad de ayuda humanitaria que se permitía entrar en Gaza, el estado de Maryam mejoró.

«Durante la tregua, Maryam mejoró en un 80%. Pero cuando la tregua terminó y volvió la guerra, volvió el miedo. Las frutas y verduras volvieron a escasear, la hambruna volvió de nuevo y empecé a temer por Maryam otra vez», dijo Dawwas. «Maryam perdió tantas cosas que le gustaban, y yo no podía proporcionárselas en esta hambruna», dijo, y añadió: «A veces abría mi teléfono y me pedía que encendiera Internet, porque le encantaba ver vídeos de comida en YouTube, vídeos de comida occidental y las comidas que le gustaban».

Mientras hablaba, Dawwas se acercó y utilizó una jeringa para introducir unas gotas de leche en la boca de su hija.

Madlalah Dawwas con su hija de 9 años, Maryam, en el Hospital de la Sociedad Benéfica de Amigos de los Pacientes en la ciudad de Gaza, 7 de agosto de 2025. (Vídeo de Abdel Qader Sabbah en la página original).

«Cuando Maryam duerme, la miro fijamente. Sólo quiero despertarla, no sólo para darle de comer, darle leche o cambiarle el pañal, sino para asegurarme de que sigue respirando. Siempre imagino que se ha ido, pero luego me distraigo, intento concentrarme en otra cosa y digo: «No, gracias a Dios. Dios no me la quitará». Sólo quiero que Maryam vuelva a ser como antes».

El informe del IPC advierte de que se prevé que la hambruna provocada por el hombre se extienda. «El aumento de los informes sobre muertes relacionadas con la malnutrición indica que los más vulnerables de la sociedad están empezando a sucumbir. Se espera que esta tendencia aumente entre los grupos vulnerables, como los niños, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas, antes de extenderse al resto de la población».

«La situación general no es ningún secreto para nadie, ni siquiera para el mundo entero: Gaza está sufriendo una hambruna extremadamente grave y provocada por el hombre, causada por el bloqueo total de Israel sobre la Franja de Gaza», dijo el Dr. Farwana. «Somos un pueblo que merece vivir. Un pueblo que ha sido oprimido, herido y abandonado por todos, tanto por el mundo occidental como por el mundo islámico. No se nos trata con la dignidad humana básica. Todos nos han tratado injustamente».

(El investigador de Drop Site News para Oriente Medio, Jawa Ahmad, ha contribuido a este informe).

Foto de portada: Madlalah Dawwas con su hija de 9 años, Maryam, en el Hospital de la Sociedad Benéfica de Amigos de los Pacientes en la ciudad de Gaza, 7 de agosto de 2025. (Captura de pantalla del vídeo de Abdel Qader Sabbah)

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