Sharif Abdel Kouddous, Drop Site News, 19 noviembre 2025

Traducido del inglés por Sinfo Fernández

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Sharif Abdel Kouddous es un periodista independiente de prensa y televisión que reside entre Nueva York y El Cairo. Ha informado desde todo el mundo árabe, incluidos Egipto, Palestina, Siria, Libia, Yemen, Iraq, Bahréin y Argelia, así como desde Estados Unidos y otros espacios internacionales. Ha recibido un premio George Polk por su investigación sobre el asesinato de la periodista palestina Shirin Abu Akleh, un premio Emmy por su cobertura de la prohibición de viajar a musulmanes por parte de la administración Trump y un premio Izzy por su cobertura de la revolución egipcia de 2011.

UG Solutions, un importante subcontratista militar estadounidense que prestaba servicios de seguridad a la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), está intensificando sus esfuerzos de reclutamiento ante los posibles planes para establecer varios centros de distribución de ayuda en Gaza el próximo mes, según ha podido saber Drop Site.

Un exoficial de infantería del ejército que solicitó un puesto como “Oficial Internacional de Seguridad Humanitaria” en UG Solutions declaró a Drop Site que un responsable de la empresa le comentó, durante una entrevista de trabajo el 30 de octubre, que se planeaba abrir entre 12 y 15 centros en Gaza y que la empresa “iba a necesitar mucho más personal”. El exoficial habló con Drop Site bajo condición de anonimato, alegando motivos de seguridad. El futuro de Gaza se encuentra en un momento crítico tras la votación de esta semana del Consejo de Seguridad para aprobar una resolución patrocinada por Estados Unidos que autoriza una fuerza internacional de estabilización en Gaza. Esta fuerza no estaría bajo el mando de la ONU, sino de una denominada Junta de la Paz presidida por el presidente Donald Trump. Este comité tendría amplios poderes sobre Gaza, incluyendo la supervisión de la reconstrucción, la seguridad, la recuperación económica y la coordinación de la distribución de ayuda humanitaria.

El uso de contratistas militares privados en la distribución de ayuda en Gaza comenzó en mayo, cuando GHF abrió cuatro centros de distribución en Gaza custodiados por contratistas de seguridad, muchos de ellos veteranos militares estadounidenses reclutados por UG Solutions. Durante los cuatro meses y medio que GHF operó en Gaza, más de 2.600 palestinos que buscaban alimentos fueron asesinados y más de 19.000 resultaron heridos por las fuerzas israelíes o contratistas de seguridad en los centros de distribución de ayuda o en sus inmediaciones. Los emplazamientos fueron desmantelados tras la entrada en vigor en Gaza, el 10 de octubre, del supuesto acuerdo de alto el fuego mediado por Estados Unidos. Joel Reyes, el funcionario de UG Solutions que realizó la entrevista telefónica, informó al exoficial de infantería que se preveía su despliegue a Gaza entre principios y mediados de diciembre, con una duración de 90 días. Le comunicaron que el salario sería de 800 dólares diarios como guardia estático y de 1.000 dólares diarios como guardia móvil, además de 180 dólares por día. Al preguntarle en qué consistía el trabajo, Reyes le respondió que se trataba de “vigilancia reforzada”.

En respuesta a las consultas sobre la veracidad de las afirmaciones acerca de nuevos centros de ayuda en Gaza con un despliegue previsto para diciembre, Jennifer Counter, vicepresidenta sénior de asuntos gubernamentales de UG Solutions, declaró a Drop Site por correo electrónico que “UG Solutions se está preparando para una amplia gama de posibles escenarios en Gaza, desde un rol de asesoramiento basado en nuestra experiencia desde enero de 2025 hasta la actualidad, hasta una sólida presencia de seguridad en apoyo a la entrega de ayuda humanitaria y posible asistencia técnica a la Fuerza Internacional de Seguridad”.

Existen otros indicios de que se ha previsto un aumento de la presencia estadounidense en Gaza. El 25 de septiembre, justo un día después de que finalizara oficialmente el contrato de 30 millones de dólares con el Fondo Humanitario Global (GHF), se firmó un nuevo contrato estadounidense con la empresa Q2IMPACT, por un monto de 7 millones de dólares a lo largo de cinco años, para “monitorear la eficacia de la ayuda humanitaria en Palestina y el Líbano”. Rob Jenkins, exdirector de la Oficina de Iniciativas de Transición de USAID, y Sean Jones, exjefe de misión de USAID en Egipto, son sus asesores sénior, según los comunicados de prensa de Q2. El exoficial del ejército presentó su solicitud a UG Solutions en junio. Patrick Shoaff, ex boina verde de las Fuerzas Especiales y director de Apoyo a la Misión e Integración en UG Solutions, respondió por correo electrónico a finales de julio indicando que la candidatura del exoficial había avanzado en el proceso de selección. El exoficial no volvió a tener noticias de UG Solutions hasta la llamada telefónica del 30 de octubre de Reyes. Cuatro días después, recibió un correo electrónico de UG Solutions informándole de que estaba preseleccionado para una próxima operación en el extranjero en un entorno de alto riesgo y que se programaría una segunda entrevista.

Durante la segunda entrevista, el 4 de noviembre, otro representante de UG Solutions interrogó al oficial con mayor detalle sobre su historial militar y sus despliegues, y le pidió que diera un ejemplo de un dilema ético al que se hubiera enfrentado durante su servicio militar, según recordó el oficial. El representante de UG Solutions, cuyo nombre el oficial prefirió no revelar, le indicó que, de ser aceptado, recibiría entre tres y cuatro días de formación en unas instalaciones de New Bern, Carolina del Norte. Esto incluiría entrenamiento en “normas de escalada” y “operaciones de ayuda humanitaria”, además de exámenes de tiro y otros cursos. El representante de UG Solutions preguntó si el oficial estaría dispuesto a recibir órdenes de alguien de menor rango militar. También mencionó que buscaban reclutas dispuestos a trabajar a largo plazo para la empresa.

El 17 de noviembre, el oficial recibió un correo electrónico de Reyes rechazando su solicitud e informándole que la empresa había recibido “muchas solicitudes para este puesto y la búsqueda ha sido muy competitiva”. Reyes se negó a hacer comentarios cuando Drop Site lo contactó en repetidas ocasiones.

El papel de la Fundación Global para la Ayuda Humanitaria (GHF, por sus siglas en inglés) y de los contratistas militares privados en la futura distribución de ayuda en Gaza ha sido objeto de gran controversia. A finales de agosto, mientras se llevaban a cabo negociaciones de alto el fuego y la ofensiva militar genocida de Israel estaba en pleno apogeo, Hamás accedió a eliminar la cláusula que habría impedido que la GHF permaneciera en Gaza tras la entrada en vigor del acuerdo, en lo que se consideró una de varias concesiones importantes.

En respuesta a las preguntas sobre si UG Solutions estaba considerando la posibilidad de custodiar centros de ayuda en Gaza próximamente, Counter declaró: “Estamos preparados para prestar servicios de seguridad a los centros de ayuda humanitaria en Gaza si la Junta de Paz determina que los lugares de distribución o las zonas de almacenamiento requieren nuestras habilidades y experiencia”, en referencia al organismo liderado por Trump para supervisar Gaza, autorizado por la resolución del Consejo de Seguridad esta semana.

“UG Solutions mantiene conversaciones permanentes con las partes interesadas pertinentes sobre la situación en Gaza, nuestra experiencia allí y las formas en que podemos volver a apoyar el sistema de ayuda humanitaria y su distribución”, añadió Counter. “La aprobación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, liderada por Estados Unidos, el 17 de noviembre de 2025, probablemente contribuirá a clarificar los próximos pasos en Gaza, y UG está preparada para responder con rapidez si se solicitan nuestros servicios”.

Poco después de que GHF iniciara sus operaciones en Gaza en mayo, UG Solutions se vio rápidamente en el punto de mira por su comportamiento y actuaciones. En julio, vídeos y testimonios de dos guardias de UG Solutions, obtenidos por Associated Press, revelaron que subcontratistas de la empresa disparaban munición real, granadas aturdidoras y otras armas contra casi todos los puntos de distribución en Gaza, “incluso sin que existiera ninguna amenaza”. Ese mismo mes, Anthony Aguilar, subcontratista de UG Solutions desplegado en Gaza, dimitió por lo que describió como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad contra palestinos que buscaban alimentos en los puntos de ayuda de GHF, a los que calificó de “trampas mortales”. En agosto, varios medios de comunicación revelaron que UG Solutions había contratado a miembros de una banda de motociclistas estadounidenses con antecedentes de discursos de odio antimusulmanes para trabajar como guardias de seguridad en Gaza.

En respuesta a la pregunta de si UG Solutions estaba intensificando la contratación para prepararse para otro despliegue en Gaza, Counter declaró a Drop Site: “Estamos reclutando personal para Gaza y otros proyectos internacionales, la mayoría de los cuales requieren las mismas habilidades que las que desplegamos en Gaza”. Añadió: “Muchos miembros de nuestro equipo que pasaron la mayor parte de 2025 en Gaza están deseosos de regresar a la Franja porque creen en la misión humanitaria allí, han forjado relaciones con la comunidad y desean ayudar a quienes sufren las consecuencias de la guerra”.

El mes pasado, la sección de Carolina del Norte del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR-NC), junto con otros grupos locales, solicitó al secretario de estado y al fiscal general de Carolina del Norte que investigaran a UG Solutions, con sede en Davidson, Carolina del Norte, por sus acciones en Gaza. “Las empresas constituidas en Carolina del Norte no deben ser cómplices de crímenes de guerra ni de violaciones de derechos humanos en el extranjero”, declaró Al Rieder, director de CAIR-NC. “Las pruebas de que una empresa con sede en Carolina del Norte supuestamente participó en ataques contra civiles hambrientos en Gaza son espeluznantes. Instamos a las máximas autoridades estatales a que hagan cumplir la ley y garanticen que Carolina del Norte no se utilice como base para operaciones que contribuyan al sufrimiento de personas inocentes”.

Desde que el alto el fuego entró en vigor el 10 de octubre, Israel ha violado el acuerdo al continuar atacando Gaza, causando la muerte de al menos 290 palestinos, e impidiendo el ingreso a Gaza de los 600 camiones de ayuda diarios acordados, cantidad que las Naciones Unidas considerna el mínimo indispensable. En agosto, la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), el principal organismo mundial experto en crisis alimentarias, declaró la hambruna en Gaza. Más de 450 palestinos, entre ellos más de 150 niños, han muerto de inanición y malnutrición en Gaza entre octubre de 2023 y finales de septiembre, según el Ministerio de Salud de Gaza.

(Alexandra Hall, del Proyecto Justicia Adalah, y Jack Poulson han contribuido a este informe).

Foto de portada: Palestinos dirigiéndose a un punto de distribución de alimentos gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza cerca del corredor de Netzarim, en el centro de la Franja de Gaza, el 5 de octubre de 2025.

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