Mientras Europa se replantea el derecho de asilo tras la caída de Asad, hay refugiados sirios que siguen en el limbo

Mawada Bahah, The New Arab, 22 diciembre 2025

Traducido del inglés por Sinfo Fernández


Mawada Bahah es una periodista siria independiente que publica artículos en medios locales, regionales e internacionales.

Dos años después de llegar a Alemania desde la zona rural de Raqa, en Siria, Jaled, de 35 años, sigue sin tener la residencia. Hoy, cuando los países europeos están reconsiderando las solicitudes de asilo sirias tras el fin del régimen de Asad, Jaled teme que su solicitud sea rechazada, lo que le dejaría varado en el extranjero y a su familia atrapada en su pueblo.

Tras el rápido colapso del régimen de Asad y la toma del poder por parte de Hay’at Tahrir al-Sham, la postura de Alemania hacia los refugiados ha cambiado drásticamente y se ha intensificado el debate sobre el retorno al considerar que Siria se ha «estabilizado».

Pero Jaled afirma que esto no se aplica a su caso: su pueblo está bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias [kurdas] y, como árabe, sufrió acoso que llegó hasta el reclutamiento forzoso. Huyó una noche hacia Turquía y luego cruzó el mar antes de llegar a Alemania.

La vida de Jaled se ha convertido en un compás de espera en el que se siente atrapado: no puede regresar a su aldea por temor a ser arrestado por las FDS, pero tampoco puede reubicarse en otro lugar de Siria debido a sus precarias condiciones económicas.

“Un sirio de Damasco, Alepo o Hama puede regresar con una probabilidad aceptable, ya que la mayoría de esas ciudades no están destruidas”, dijo Jaled. “Pero si su gobernación es Raqa o Deir ez-Zor, es imposible regresar. Él y su familia tendrán que ser pacientes y esperar; de momento, no hay futuro en Siria, y los árabes de la región de Yasira no pueden regresar aún”.

Desde que estalló la revolución siria en 2011, millones de personas huyeron de la guerra y de la brutal persecución del régimen de Asad. Europa abrió sus puertas a la recepción de solicitudes, especialmente en 2015.

Pero este enfoque ha cambiado rápidamente tras la caída de Asad, ya que los europeos consideran que la amenaza para la mayoría de los sirios ha desaparecido. La UE publicó recientemente directrices actualizadas para las solicitudes de asilo de ciudadanos sirios, que podrían afectar a aproximadamente 110.000 sirios cuyas solicitudes seguían pendientes de revisión a finales de septiembre. La Agencia de Asilo de la UE declaró que los opositores a Asad y los evasores del servicio militar “ya no corren riesgo de persecución”.

Sin embargo, hay otros grupos que aún podrían considerarse en riesgo, como las personas vinculadas con el gobierno anterior y miembros de grupos étnico-religiosos, como alauíes, cristianos y drusos.

Basam al-Ahmad, director ejecutivo de Syrians for Truth and Justice, explicó que antes de la caída del régimen, el estatus de refugiado se aplicaba a prácticamente cualquier sirio que llegaba a Europa, con pocas excepciones.

“Hoy en día, los europeos ven la situación de otra manera”, afirmó al-Ahmad. “Si el refugiado huyó a causa del régimen, ese régimen ya no existe”; aunque enfatizó que, en este período, la atención debe centrarse en un “retorno digno y voluntario” sin repatriación forzosa, así como en la reconstrucción de Siria con asistencia europea.

Fadi Mosilli, consultor legal en Alemania y activista por los derechos de los refugiados, explicó que Alemania y la UE siguen clasificando a Siria como insegura, ya que el Estado no controla toda la geografía siria, además de situaciones activas en el sur, con las FDS y los acontecimientos en la costa.

La suspensión de las solicitudes de asilo se produjo ya seis meses antes de la caída de Asad. Después, quienes habían alegado miedo a Asad o haber huido del ejército se enfrentan ahora al rechazo debido a la eliminación de las causas declaradas. “Antes de la caída del régimen, la mayoría de los afectados por la revolución eran suníes, por lo que están teniendo en cuenta que, tras la caída del gobierno, este grupo ya no tiene problemas con el nuevo gobierno”, declaró Mosilli. Sin embargo, si un recién llegado presenta pruebas de amenazas personales por parte del nuevo gobierno, las circunstancias individuales importan más que la afiliación sectaria.

Mosilli enfatizó que ningún país puede devolver refugiados sin la aceptación del país receptor, lo que explica por qué delegaciones austriacas, alemanas y danesas han llegado a Siria en busca de acuerdos de deportación. El gobierno sirio se negó a aceptar esas devoluciones, incluso en el caso de delincuentes. Y distinguió entre deportación y rechazo de solicitud: “Muchas nacionalidades vieron sus solicitudes rechazadas, pero permanecieron en Alemania, obtuvieron permisos de trabajo, estudiaron el idioma y mejoraron su situación. Si trabajan durante dos años, pueden solicitar la residencia sin asilo. Después de cinco años de trabajo, la residencia puede modificarse a residencia abierta y, posteriormente, a la ciudadanía”.

Actualmente, entre los grupos a los que se les retira el asilo se encuentran quienes han ido a visitar Siria sin tener la ciudadanía y los delincuentes.

Contribuciones sirias

Barakat Obeid, activista social sirio y estudiante de educación social en Alemania, señaló que la revisión de solicitudes se centra en quienes fueron a visitar Siria o representan un peligro para la sociedad alemana. Sin embargo, quienes trabajan, estudian un idioma o tienen hijos en la escuela no se enfrentan a acoso.

Obeid argumentó que clasificar a Siria como un país seguro ha de relacionarse principalmente con la reconstrucción. “Mientras las casas estén destruidas y existan campamentos en el país y en los países vecinos, la prioridad será la población presente en el país y los desplazados en el Líbano, Turquía y Jordania”, declaró.

“La sociedad alemana necesita a los sirios”, afirmó Obeid. “Hay 22.000 médicos sirios en Alemania, tanto nacionalizados como no nacionalizados. Formar a cada médico productivo cuesta un millón de euros; se han ahorrado enormes sumas al aceptar médicos graduados. Muchos sirios trabajan en el transporte, estudian en las mejores universidades de Alemania y miles de ellos trabajan en servicios sociales”.

“Esto no significa que no haya aspectos negativos; llegamos siendo una sociedad compleja. Algunos estaban psicológicamente afectados por la guerra y se convirtieron en delincuentes o consumieron drogas, pero estos representan un pequeño porcentaje en comparación con los logros sirios”, añadió Obeid.

Evaluación de riesgos

La situación se extiende más allá de Alemania. Yusef Bakdash, miembro de la organización sirio-danesa Douzana, explicó que los informes del Servicio de Inmigración danés concluyen que la libertad de expresión ha disminuido mes a mes desde la caída de Asad.

El informe analiza las débiles capacidades de la seguridad y clasifica a Damasco y Alepo como las zonas sirias “menos problemáticas”, mientras que las regiones rurales ocupan una peor posición. Las minorías religiosas y las personas no religiosas se clasifican como grupos de riesgo extremadamente alto.

En cuanto a la posibilidad de retorno, otro informe menciona conflictos locales generalizados sin capacidad gubernamental para controlarlos. Desde el otoño hasta septiembre, 10.672 personas fueron asesinadas en toda Siria. Las tasas de delincuencia y secuestro aumentaron, con repetidas oleadas de venganza contra antiguos aliados del régimen. Los desafíos relacionados con el retorno tienen que ver con la imposibilidad de obtener vivienda, la destrucción de infraestructuras, el alto coste de la vida, los sistemas de salud y educación muy deficientes, la falta de empleo, el riesgo de represalias sociales o sectarias contra los retornados, especialmente si estaban vinculados al régimen anterior, y mínima protección gubernamental.

El Servicio de Inmigración de Dinamarca anunció recientemente que iba a citar a los sirios de los campamentos para entrevistas de asilo, para hacer una evaluación individual. El proceso tardará meses más de lo habitual. “Según mi experiencia con el Servicio de Inmigración de Dinamarca, lo que quieren decir es: no les vamos a conceder la residencia antes de que revisemos los informes del próximo año”, declaró Bakdash.

El Ministerio Federal del Interior de Alemania revisa actualmente miles de documentos de protección existentes para ciudadanos sirios, lo que ha provocado la salida de 552 personas.

Hasta el 30 de noviembre de 2025, se habían completado 16.737 revisiones. Se cancelaron seis casos de asilo garantizados constitucionalmente, 268 perdieron la condición de refugiado que disfrutaban en virtud de la Convención de Ginebra, 184 perdieron la protección subsidiaria y se cancelaron las prohibiciones de deportación en 94 casos. La protección se mantuvo vigente en 16.185 casos, pero hay aún 20.428 que se encuentran en trámite.

Este artículo se publicó en colaboración con Egab.

Foto de portada: El Ministerio Federal del Interior de Alemania revisa actualmente miles de documentos de protección existentes para ciudadanos sirios, lo que ha dado lugar a la expulsión de 552 personas. [Getty]

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