Terremoto en Turquía y Siria: ¿Se está pasando por alto a las víctimas sirias?

Abdulkarim Ekzayez, Middle East Eye, 7 febrero 2023

Traducido del inglés por Sinfo Fernández


El Dr. Abdulkarim Ekzayez es un médico sirio y un experto en sistemas sanitarios. Trabaja como investigador asociado senior en el King’s College de Londres, donde dirige un amplio proyecto sobre el fortalecimiento del sistema sanitario en Siria. También es secretario general de la Syrian British Medical Society, miembro del Syria Resource Group y administrador de la organización Amna.

Era precisamente la 1:25 de la madrugada, hora del Reino Unido, cuando recibí un mensaje de WhatsApp de mi hermano, que reside en Antakya (Turquía), en nuestro chat de grupo familiar, en el que se leía: «Mi casa ha desaparecido». Rápidamente le siguió un mensaje de nuestra madre, que reside en la misma ciudad, que decía: «Todas las paredes de nuestro piso han quedado destruidas».

Muy pronto me vi inundado de comunicaciones, tanto de Turquía como del noroeste de Siria, sobre un terremoto que se había cobrado miles de vidas y hogares. Fue un milagro que mis padres y mi hermano pudieran escapar de la destrucción que se abatió sobre Antakya, dejando los edificios de la ciudad derrumbados como cajas de papel.

Al principio, pensé que todo era un sueño. Tardé horas en comprender la magnitud del desastre. Me costó hacerme a la idea de que esas mismas personas vulnerables, que ya habían soportado doce años de conflicto, se veían ahora afectadas por una catástrofe natural de una magnitud que no se había visto en décadas.

El seísmo, de magnitud 7,8, comenzó a las 4:17 a.m. (hora local) en Turquía y fue seguido de cientos de réplicas. El epicentro se situó a unos 20 kilómetros de profundidad y el seísmo afectó a una amplia franja del sur de Turquía y el noroeste de Siria, incluidas Hatay, Gaziantep, Kilis, Alepo e Idlib, entre otras zonas.

El número de víctimas mortales aumenta cada hora y ya ha superado las 7.000 personas. Creo que esta cifra seguirá incrementándose significativamente, ya que muchas personas siguen en paradero desconocido. Solo en Turquía, más de 5.600 edificios han quedado destruidos.

Misiones de rescate

El lunes comenzaron las misiones de rescate en Turquía, pero me enteré por gente de Hatay de que los equipos pesados no llegaron hasta el martes por la mañana. Aunque las misiones de rescate en curso sin duda han salvado muchas vidas, con miles de personas extraídas de los escombros, muchas más siguen atrapadas bajo los edificios derrumbados, a la espera de ayuda. 

En Siria, los Cascos Blancos han participado activamente en misiones de rescate en zonas controladas por la oposición, pero sus recursos son muy limitados. Muchas ONG han iniciado campañas de recaudación de fondos a gran escala, como la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y Socorro, el Equipo Molham y la Sociedad Médica Siria Americana, entre otras.

Pero la respuesta se ve amenazada por la situación del paso fronterizo turco de Bab al-Hawa, una vía vital hacia Siria que se ha cerrado en medio de importantes daños, y otras dificultades. En las zonas controladas por el régimen sirio, como Alepo y Hama, el gobierno sirio dirige la respuesta. En las zonas controladas por la oposición, la situación es más complicada.

Miembros de los Cascos Blancos transportan a una víctima de entre los escombros de unos edificios en la provincia noroccidental de Idlib, 7 de febrero de 2023 (AFP)

Aunque el epicentro estuvo en el sur de Turquía, el terremoto ha tenido efectos devastadores en todo el noroeste de Siria, donde las infraestructuras están muy debilitadas desde que estalló la guerra en 2011, y las zonas controladas por la oposición se llevan la peor parte de las atrocidades.

Esto, combinado con las tácticas de guerra del gobierno sirio -que han supuesto la destrucción de infraestructuras civiles en las regiones controladas por la oposición-, ha dejado estas zonas en un estado de extrema vulnerabilidad. Ante el vacío de gobernanza, la población ha dependido en gran medida de la ayuda transfronteriza de Turquía a medida que se prolongaba la guerra.

Sin embargo, la situación de los habitantes de las zonas controladas por el gobierno en el noroeste de Siria no es mucho mejor. Todo el país ha quedado devastado por el conflicto, y el gobierno sirio está aislado internacionalmente en medio de acusaciones de crímenes de guerra, incluido el uso de armas químicas, lo que ha dado lugar a amplias sanciones económicas y políticas. Estas sanciones han tenido efectos drásticos en la situación socioeconómica de la población, sumiendo a muchos en la pobreza. El terremoto, que devastó viviendas mal construidas, no hará sino agravar estos problemas.

Necesidades acuciantes

En la actualidad, las necesidades más acuciantes de la población afectada en el noroeste de Siria incluyen apoyo a las misiones de rescate, refugio de emergencia y ayuda alimentaria, suministros médicos y gasóleo para garantizar que los generadores puedan funcionar y proporcionar electricidad básica a los hospitales.

 Aunque la capacidad del gobierno turco y la afluencia de ayuda internacional reforzarán las operaciones de rescate en Turquía, es poco probable que esta situación se repita en el noroeste de Siria en un futuro próximo. Esto se debe a la naturaleza prolongada del conflicto, al vacío de gobernanza en las zonas controladas por la oposición y a la politización y manipulación de la ayuda humanitaria por parte del gobierno sirio en las zonas que controla.

Sin embargo, nada de esto debe servir de excusa para desatender la difícil situación de los sirios afectados por el terremoto. La comunidad internacional debe encontrar formas de prestar apoyo a todas las regiones afectadas del noroeste de Siria, por ejemplo, colaborando con las ONG de gran experiencia que llevan doce años operando allí. Por desgracia, algunos donantes siguen mostrándose reticentes a hacerlo.

Los sirios ya han soportado más de una década de conflicto, y ahora se enfrentan a la tragedia adicional de este terremoto. Muchos sirios han sufrido ya mucho, trabajando duro para restablecer sus vidas en el noroeste de Siria o en Turquía. Ahora se ven gravemente afectados por esta catástrofe y, sin embargo, su sufrimiento podría pasarse por alto debido a la cronicidad del conflicto y a la enorme magnitud del terremoto en el sur de Turquía.

Solo me queda esperar que el mundo no vuelva a hacer la vista gorda ante las víctimas de Siria y, en su lugar, les preste el mismo apoyo que se ofrece a las víctimas de Turquía.

Foto de portada: Una niña espera tratamiento médico tras un terremoto en Azaz, Siria, el 6 de febrero de 2023 (AFP).

Voces del Mundo

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s