Richard Silverstein, Middle East Eye, 1 marzo 2023
Traducido del inglés por Sinfo Fernández

Richard Silverstein escribe el blog Tikun Olam, dedicado a denunciar los excesos del Estado de seguridad nacional israelí. Sus trabajos han aparecido en Haaretz, Forward, Seattle Times y Los Angeles Times. Ha contribuido a la colección de ensayos dedicada a la guerra del Líbano de 2006, A Time to Speak Out (Verso) y tiene otro ensayo en la colección, Israel and Palestine: Alternate Perspectives on Statehood (Rowman & Littlefield).
El pasado domingo, un palestino armado mató a dos colonos israelíes en las afueras del pueblo de Hawara.
La matanza fue una represalia por el ataque masivo de Israel contra Nablus unos días antes, en el que murieron asesinados 11 palestinos y la principal calle comercial quedó parcialmente destruida.
Tras la matanza de Hawara, cientos de soldados y agentes del Shin Bet recorrieron el pueblo en busca del hombre armado. Pero al caer la noche, no quedaba ni un soldado a la vista. Fue entonces cuando los colonos judíos se congregaron por centenares y arrasaron el pueblo, quemando todo lo que encontraban a su paso -coches, casas, postes de electricidad- mientras proferían gritos de venganza. Incluso publicaron descaradamente mensajes celebrando sus actos en las redes sociales.

Hawara, 27 febrero 2023 (AP)
Un palestino murió por disparos y más de 400 palestinos resultaron heridos, entre ellos un bebé que resultó gravemente herido.
El lunes, el ejército había tomado toda la ciudad. Cerraron todas las tiendas. De los ocho colonos detenidos durante los disturbios, todos han sido puestos en libertad.
Terrorismo de los colonos
Aunque muchos israelíes acudieron a las redes sociales para expresar su conmoción, algunos lo compararon con un pogromo o kristallnacht [noche de los cristales rotos], otro lo calificó como el triunfo del «Reich sionista» y un tercero escribió en Facebook: «Bienvenidos a 1933«.
Sin embargo, el terrorismo de los colonos no es nada nuevo para los palestinos, sino que, según la ONU, esa violencia contra los palestinos en Cisjordania es una tendencia al alza año tras año desde 2016.

En 2022 se produjeron al menos 849 ataques de colonos contra palestinos, de los que al menos 228 causaron víctimas, según datos de la ONU. En comparación, en 2021 se registraron 496 ataques y en 2020, 358.
Del total de ataques del año pasado, 594 causaron daños en propiedades. Según el Centro de Investigación de la Tierra, con sede en Jerusalén, 13.130 olivos de propiedad palestina resultaron dañados.
Los expertos de la ONU acusan a las autoridades israelíes de ser cómplices de la violencia de los colonos.
«Las inquietantes pruebas de que las fuerzas israelíes facilitan, apoyan y participan con frecuencia en los ataques de los colonos, hacen difícil discernir entre la violencia de los colonos israelíes y la del Estado», afirmaba una declaración de la ONU emitida el año pasado.
Hawara, el hogar de 7.000 palestinos que está rodeado de asentamientos judíos, ha sido escenario de repetidos ataques en los últimos meses.

Casas incendiadas en Hawara (Foto AP)
Aunque estos últimos sucesos parecen, a primera vista, extraordinarios y sin precedentes, son un reflejo directo del nuevo gobierno israelí.
No solo es el más extremista de la historia del país, sino que, por primera vez, incluye a terroristas convictos como ministros de alto rango. Respaldan y abrazan esta violencia. Desprecian los instrumentos del Estado -el ejército y la policía- que han ejercido un control limitado sobre esa violencia extremista bajo gobiernos anteriores.
Esta connivencia entre las fuerzas del Estado y los colonos implicados en actos de terrorismo gratuito contra los palestinos amenaza con convertir a Israel en un Estado sin ley. Ahora, por primera vez, la violencia homicida, controlada en el pasado, se ha desatado con el apoyo tácito del gobierno.
Milicia de vigilantes
Ya no estamos hablando de una Tercera Intifada, aunque los palestinos sin duda tomarán represalias. Durante los anteriores levantamientos palestinos, la respuesta del gobierno israelí, aunque empleó un uso excesivo de la fuerza en comparación con lo que está ocurriendo hoy, probablemente mostró cierta moderación.
Ahora se han quitado las mascaras y el Estado y estas milicias parapoliciales han desatado un nivel de violencia aterrador.
Sin una intervención exterior directa y decisiva de Estados Unidos, la Unión Europea y las Naciones Unidas, puede haber mucho más derramamiento de sangre, incluido el saqueo de docenas, si no más, de aldeas palestinas.
El objetivo final de estos terroristas israelíes es la completa erradicación de la presencia palestina en Israel-Palestina, seguida de la destrucción del complejo de la mezquita de Al-Aqsa y la construcción de un Tercer Templo.
¿Hasta dónde permitirá el mundo que esto progrese?
“Se trata de un pogromo masivo”
Dos reporteros, uno de ellos Josh Breiner, de Haaretz, documentaron el pogromo. Breiner tuiteó que, por primera vez en su carrera como periodista, los israelíes habían disparado munición real directamente contra él.
Confirmé con otro reportero israelí que ese pistolero llevaba uniforme del ejército israelí. Es sorprendente que un soldado aparentemente en servicio activo intentara matar a un reportero israelí. Me puse en contacto con el jefe de prensa del ejército israelí para pedirle comentarios, pero no había recibido respuesta en el momento de redactar este artículo.
El ejército y los colonos han unido sus bandos, algo que todo activista israelí ya sabía. Pero esto lo pone de relieve de forma especialmente inquietante.
Desde luego que los palestinos se enfrentan a este peligro todos los días. Pero debe ser difícil para un israelí privilegiado imaginar que los matones judeófobos puedan odiarle tanto que estarían igual de contentos si estuviera muerto que vivo.
En un hilo de Twitter, Breiner ofreció el relato de un testigo presencial: «Seguro que os habéis preguntado cuántos arrestos hubo esta noche en la que los judíos llevaron a cabo un pogromo en un pueblo palestino, quemando casas y coches, lanzando piedras a los periodistas durante los grandes disturbios, todo ello ante las narices de las IDF.
Y, en efecto, como era de esperar, la respuesta es: no hay detenciones [Breiner actualizó más tarde que seis colonos habían sido detenidos]. Pueden estar seguros de que hay un ministro [Ben Gvir] que no lloró al ver las llamas en Hawara. Prometió ser el dueño de la casa, ¿no? [Ben Gvir dice que los árabes tendrán que acostumbrarse a que los judíos sean los «propietarios» en Israel]».
La información del periodista palestino Muhammad Shehada en Twitter ofrecía un relato detallado del alcance de la devastación: «Cientos de colonos atacan Hawara, escoltados y vigilados por soldados israelíes. Los residentes palestinos están enjaulados. Los altavoces de las mezquitas piden ayuda. Cualquiera que intente defenderse es atacado por colonos y soldados. Este pogromo es masivo. ¡Hay incendios por todas partes!».
“Borrar Hawara del mapa»
El periodista israelí Edo Konrad tuiteó que a Bezalel Smotrich, un alto ministro del gobierno, que en su día fue detenido por el Shin Bet cuando transportaba un artefacto explosivo destinado a una protesta contra la retirada de Gaza, le había gustado un tuit en el que pedía el «borrado» (es decir, el genocidio) de Hawara:
Esta es la traducción del tuit genocida que Konrad retuiteó: «El pueblo de Hawara debe ser borrado hoy. Basta ya de declaraciones sobre construir y reforzar asentamientos. Hay que recuperar de inmediato esa capacidad de disuasión, sin posibilidad alguna de misericordia”.
Fania Oz-Salzberger, hija del fallecido novelista israelí Amos Oz, comparó el ataque de los colonos con un pogromo cosaco. Invocó el nombre del líder de los matones, Bogdan Chmielnicki, el comandante militar ucraniano del siglo XVII responsable del asesinato de decenas de miles de judíos.
Traducción: «Matones judíos queman casas en Hawara en la mejor tradición de Chmielnicki. Una persona herida de gravedad, familias rescatadas de edificios en llamas, decenas de personas afectadas por la inhalación de gases lacrimógenos. Una unidad de reserva del ejército movilizada rápidamente y enviada ‘para llevar la calma’. ¿Para qué? ¿Para abrazar a los pogromniks y acariciarles la cabeza?».
Los judíos han sufrido su ración de pogromos: los romanos quemaban rabinos en la hoguera; la Inquisición española los torturaba en el potro; Hitler gaseó a millones de judíos europeos en los campos de exterminio.
Dada la violencia masiva desencadenada en Hawara, resulta macabro que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, haga pública una declaración en la que pide a los colonos «que no se tomen la justicia por su mano».
El daño ya está hecho. Los colonos no le escuchan. Es irrelevante. Ya se han tomado la justicia, y muchas otras cosas, por su mano.
De hecho, no hay ley. Los colonos gobiernan y nadie se interpone en su camino.
Foto de portada: Un soldado israelí y un guardia de un asentamiento trotan junto a un coche en llamas incendiado por colonos, en el pueblo palestino de Burin, Cisjordania ocupada, 25 de febrero de 2023 (AFP).