¿Podría China mediar en la guerra de Ucrania?

David Goldman, Asia Times, 9 marzo 2022

Traducido del inglés por Sinfo Fernández


David Paul Goldman es un economista, crítico musical y autor estadounidense, aunque es más conocido por su serie de ensayos online en Asia Times bajo el seudónimo de Spengler.

La extralimitación de Estados Unidos y la sobrerreacción de Rusia hacen posible una revolución diplomática.

Una videollamada a tres bandas, el 8 de marzo, entre el presidente chino Xi Jinping y los líderes europeos François Macron y Olaf Scholz, abre la perspectiva de una iniciativa diplomática que habría sido impensable hace solo unas semanas: China podría mediar en la crisis ucraniana, aprovechando la superioridad diplomática como pacificadora.

Durante la última década, las ambiciones territoriales de China en el mar de la China Meridional, la intervención en Hong Kong y las escaramuzas fronterizas con la India la han dejado en un relativo aislamiento diplomático. Pero la crisis de Ucrania abre una oportunidad para una revolución diplomática que podría posicionar a China como pacificadora.

La trágica combinación de la extralimitación estadounidense y la sobrerreacción rusa ha dejado al mundo en un vacío diplomático. Al tratar de extender la OTAN hasta la frontera rusa, Washington persuadió a Moscú de que su objetivo era el cerco estratégico de Rusia.

Al abandonar el marco de Minsk II, Kiev convenció a los rusos de que Ucrania se había convertido en una gatera estadounidense. Francia y Alemania, que apoyaron el compromiso de Minsk, no lograron mantener sus principios frente a la oposición estadounidense. El resultado, como escribí el 4 de marzo, recuerda los errores de las potencias europeas en el advenimiento de la Primera Guerra Mundial.

Esto abre una oportunidad para que China medie, porque no está comprometida con los errores que condujeron a la crisis, y porque tiene buenas relaciones con los antagonistas y un diálogo que funciona con Europa. La nota discordante, por supuesto, sería Estados Unidos.

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, en una conversación telefónica del 1 de marzo, pidió a su homólogo chino, Wang Yi, que mediara en la crisis, afirmando (según la versión oficial china) que “China ha desempeñado un papel constructivo en este asunto y Ucrania está dispuesta a intensificar la comunicación con la parte china. Quedo a la espera los esfuerzos de mediación de China para lograr el alto el fuego”. La idea de la mediación china está cobrando fuerza en Europa.

Como “socio estratégico” de Rusia y socio comercial clave de Ucrania, China es la única potencia mundial con fuertes relaciones en ambos lados del conflicto, como señalan los comentaristas europeos. “¿Cuándo va a detener China a Putin?”, escribió Eduard Steiner en el periódico alemán de centro-derecha Die Welt el 8 de marzo. China tiene “relaciones asombrosamente estrechas con Ucrania”, señala el análisis de Die Welt.

La diplomacia estadounidense está acorralada. Washington se ha comprometido a derrotar a los rusos en Ucrania y a quebrar la economía rusa mediante el suministro de armamento de alta tecnología a las Fuerzas Armadas de Ucrania y la imposición de sanciones “nucleares”, que incluyen la confiscación de más de la mitad de los 630.000 millones de dólares de reservas de divisas de Rusia.

Esto supera cualquier medida económica adoptada por Estados Unidos contra la Unión Soviética durante la Guerra Fría y no tiene precedentes en tiempos de paz. La postura de Washington no le deja ningún lugar a donde ir: Si las sanciones punitivas y las disposiciones armamentísticas no logran doblegar la voluntad de Rusia, el único resultado posible será un enfrentamiento permanente.

Desde el punto de vista de Europa, la respuesta estadounidense ha sido excesiva. Tanto el canciller Scholz como el primer ministro británico Boris Johnson declararon el 7 de marzo que no impondrían sanciones a la venta de hidrocarburos rusos a Europa, en contraste con el presidente Biden, que el 8 de marzo anunció la suspensión de las compras de petróleo ruso por parte de Estados Unidos.

El precio del petróleo en el comercio estadounidense subió 9 dólares por barril, o un 8%, tras la acción de Biden. Los europeos ya están pagando cerca de diez veces el precio del gas natural de febrero de 2021, y el daño económico potencial para Europa es terrible.

En la reunión por video con Macron y Scholz, Xi Jinping dijo que “China aprecia los esfuerzos de Francia y Alemania para mediar en la situación de Ucrania, y está dispuesta a mantener la comunicación y la coordinación con Francia, Alemania y la UE, y a desempeñar un papel activo con la comunidad internacional de acuerdo con las necesidades de todas las partes interesadas”, según un informe del sitio web chino guancha.cn.

El presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin posan para una foto de grupo durante la cumbre del G-20 en Osaka, Japón, el 28 de junio de 2019. (Foto: Dominique Jacovides /AFP vía Getty)

El sitio de noticias chino añadía: “Xi Jinping subrayó que debemos apoyar conjuntamente las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, ayudar a las dos partes a mantener el impulso de las negociaciones, superar las dificultades y continuar las conversaciones para alcanzar resultados y la paz”.

Pidió “la máxima moderación para evitar una crisis humanitaria a gran escala”, y añadió que China “está dispuesta a proporcionar más ayuda humanitaria a Ucrania. Tenemos que trabajar juntos para reducir el impacto negativo de la crisis”. Las sanciones ahora en vigor “tendrán un impacto en la estabilidad de las finanzas globales, la energía, el transporte y las cadenas de suministro, y arruinarán a la economía mundial”.

Xi añadió que China apoyará a Francia y Alemania “para que actúen en nombre de los intereses propios de Europa, consideren la seguridad duradera de Europa, se adhieran a la independencia estratégica y promuevan la construcción de un marco de seguridad europeo equilibrado, eficaz y sostenible. China se alegra también de ver un diálogo entre iguales entre Europa, Rusia, Estados Unidos y la OTAN”.

Son generalidades, sin duda. Lo que importa son las relaciones: China mantiene estrechos lazos tanto con Rusia como con Ucrania, descrita en un informe como “el nuevo puente de China hacia Europa”. Los inversores chinos han puesto 2.000 millones de dólares al año en Ucrania desde que el país, ahora asediado, fue el primero en firmar la declaración de intenciones de la Iniciativa de la Franja y la Ruta en 2017. Las importaciones de China desde Ucrania casi se duplicaron a casi 8.000 millones de dólares en 2020 desde poco más de 4.000 millones en 2019.

El informe de Die Welt señala que la abstención de China en la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU de la semana pasada que denunciaba a Rusia “fue evaluada como un éxito contra Putin en los círculos diplomáticos occidentales. Otras acciones chinas también fueron sorprendentes”, añade el diario alemán, citando la declaración del embajador chino en la ONU, Zhang Jun, de que “Ucrania debería ser un puente de comunicación entre Oriente y Occidente y no la primera línea de la rivalidad entre grandes potencias”.

“El hecho es”, añadía Die Welt, “que, hasta ahora, China se ha beneficiado de cada conflicto entre Moscú y Europa, y su participación en el comercio exterior de Rusia aumentó del 13,5% al 16% entre 2013 y 2020… pero en estos momentos la guerra ha hecho subir los precios de las materias primas, especialmente del petróleo y el gas. Y como preocupa la seguridad del transporte de mercancías de China a Europa por el sistema ferroviario ruso, no se están cargando los trenes del lado chino”.

El respaldo europeo es indispensable para los esfuerzos chinos de mediación. El único compromiso concebible implicaría una vuelta al marco de Minsk II, que Rusia propuso inicialmente, Francia y Alemania apoyaron y Estados Unidos rechazó.

Ucrania debería abandonar su solicitud de ingreso en la OTAN y aceptar la cuasi-independencia de las regiones rusas de Donetsk y Luhansk, adyacentes a Rusia. Crimea seguiría siendo rusa. Se requerirían compromisos sustanciales de ayuda a la reconstrucción por parte de China y la Comunidad Europea. Europa levantaría las sanciones contra Rusia. Ucrania y Rusia declararían una especie de victoria y harían alarde de su magnanimidad y generosidad en el compromiso.

Foto de cabecera: Soldados rusos entrenándose en la frontera con Ucrania en una foto de archivo. (Servicio de Prensa del Ministerio de Defensa ruso)

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